La depresión posparto requiere un tratamiento distinto a la depresión

La depresión posparto es un trastorno que afecta a muchas madres y, aunque comparte síntomas con la depresión común, tiende a ser tratada de la misma forma, algo que, como acaban de demostrar, puede ser un error.
Madre con depresión posparto
Entre una y dos de cada diez mujeres padecen ansiedad o depresión posparto.

La maternidad trae consigo multitud de cambios, tanto físicos como psicológicos pero, en muchas ocasiones, también lleva aparejada la incertidumbre, el cansancio, las noches sin dormir, y una transformación vital y organizativa. Todo ello puede afectar de una u otra forma a la madre reciente, que puede sufrir depresión posparto o melancolía posparto, cuyos síntomas se asemejan mucho a una depresión común pero que, como bien acaba de demostrar una reciente investigación, poco tiene que ver, a pesar de que, muchas veces el tratamiento pautado sea el mismo.

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El estudio, dirigido por la psicóloga francesa Jodi Pawluski y publicado en Trends in Neurosciences, ha observado las características neurobiológicas de las mujeres que padecían depresión o ansiedad posparto, y ha constatado que, aunque hay similitudes con esos trastornos padecidos en otros momentos de la vida, también existen importantes diferencias, lo que sugiere una etiología distinta y, por tanto, la necesidad de desarrollar tratamientos específicos para la depresión posparto, diferentes a los de la depresión.

Los investigadores señalan la importancia de seguir estudiando los patrones neurobiológicos de los trastornos emocionales maternos, para encontrar tratamientos más eficaces, personalizados y específicos

Sin ir más lejos, a través de resonancias magnéticas, los científicos han comprobado cómo la amígdala cerebral tenía una escasa actividad en las mujeres con depresión posparto, mientras que en personas depresivas o con ansiedad, ésta se caracteriza por su hiperactividad. También la evidencia de que con la depresión posparto hay cambios significativos en la actividad neuronal de las mujeres en las regiones del cerebro que son importantes para la autorregulación, la empatía, y la emoción.

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Depresión posparto, un trastorno poco estudiado

Entre una y dos de cada diez mujeres padecen ansiedad o depresión posparto en los días, semanas y meses posteriores a dar a luz. Sin embargo, apenas hay una veintena de estudios que hayan abordado el tema, y la ansiedad posparto no tiene actualmente criterios diagnósticos únicos, por lo que su perfil de síntomas se equipara con los que intervienen en los trastornos de ansiedad que se producen fuera del período de la maternidad reciente.

La depresión posparto, por su parte, se caracteriza por la tristeza, la inquietud, la agitación, y los problemas de concentración, y las madres que la sufren suelen ser más irritables y responder de forma menos sensible a las necesidades de sus bebés. Esto último se debe a un déficit de la función ejecutiva, que tiene un claro impacto en la calidad de la conducta maternal. Pese a estas particularidades, la depresión posparto se suele tratar como si fuese un trastorno depresivo mayor más.

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Los investigadores señalan por ello la importancia de seguir estudiando los patrones neurobiológicos de estos trastornos emocionales maternos, con el fin de encontrar tratamientos más eficaces, personalizados y específicos, que beneficien a la mujer, los niños, y la familia. En la actualidad, a causa del desconocimiento, muchos de los tratamientos llevados a cabo son equivocados, lo que conlleva el empeoramiento de los síntomas, cuyas consecuencias pueden acabar afectando a largo plazo a todos los miembros de la familia.

Actualizado: 4 de mayo de 2023

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