Los hijos de mujeres que se expusieron a bisfenol A durante el embarazo tienen un mayor riesgo de sufrir ansiedad y depresión al llegar a la edad de 10-12 años, según ha revelado una investigación que han llevado a cabo científicos del Centro de Columbia para la Salud Ambiental Infantil (CCCEH) de la Escuela Mailman de Salud Pública (Estados Unidos).
En el estudio se analizó a 241 embarazadas que no fumaban y a sus hijos, y los investigadores recogieron muestras de orina de las mujeres durante el tercer trimestre de la gestación, y de los niños cuando estos tenían tres y cinco años de edad, con el objetivo de determinar la cantidad de bisfenol A -un disruptor endocrino presente en plásticos con los que se elaboran envases de alimentos o botellas de agua, entre otros productos- que había absorbido su organismo.
En estudios anteriores se había comprobado que la exposición prenatal al bisfenol A se relacionaba con conductas agresivas, ansiedad y depresión, en niños de 7 a 9 años
Al llegar a los 10 y 12 años, los menores fueron entrevistados por un investigador sobre sus síntomas de depresión y se les realizó una evaluación para medir sus niveles de ansiedad. Tras separar los resultados por sexos se observó que los niños que habían sufrido niveles más elevados de exposición prenatal al bisfenol A presentaban un mayor número de síntomas de depresión y ansiedad, que aquellos que no habían estado expuestos a este tóxico durante la gestación.
Los autores del trabajo, que ya habían comprobado previamente que la exposición del feto a esta sustancia se relacionaba con conductas agresivas, ansiedad y depresión, en niños de 7 a 9 años, han declarado que los nuevos hallazgos respaldan los resultados anteriores, y que también sugieren una mayor susceptibilidad al bisfenol A del cerebro masculino en desarrollo. Añaden que la ansiedad y la depresión en la infancia constituyen un importante problema de salud, y también pueden afectar a la capacidad de concentración y a las relaciones sociales.
