Obesidad y reflujo aumentan el riesgo de cáncer de esófago

La incidencia del cáncer de esófago ha aumentado hasta un 700% en los países desarrollados. Los expertos lo atribuyen, entre otros factores, al incremento de las tasas de obesidad y del reflujo gastroesofágico.
Adulto con obesidad y reflujo
La obesidad aumenta la posibilidad de sufrir reflujo gastroesofágico, que es un factor de riesgo del cáncer de esófago.

La incidencia del cáncer de esófago está aumentando significativamente en los países desarrollados, hasta el punto de que se estima que se ha producido un aumento del 700% en los últimos 10-15 años. Los expertos lo atribuyen, entre otros factores, al incremento de las tasas de obesidad que ha provocado, a su vez, un crecimiento de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), que constituye una de las causas de este tipo de cáncer. En España, en concreto, cada año se diagnostican más de 2.000 casos de cáncer de esófago, siendo el 84% de los afectados varones.

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Como ha explicado el Dr. Peter Vorwald, jefe asociado de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz-Grupo Quirónsalud (HUFJD), en el marco de la I Jornada Internacional de Cirugía Gastroesofágica, celebrada recientemente en dicho centro médico, si el reflujo gastroesofágico, frecuente en personas con obesidad, no está adecuadamente tratado, una parte del ácido del estómago pasa al tracto inferior del esófago, y puede causar problemas de salud graves como el Esófago de Barrett, e incluso cáncer.

Si el reflujo gastroesofágico, frecuente en personas con obesidad, no está adecuadamente tratado, una parte del ácido del estómago pasa al tracto inferior del esófago, y puede causar problemas de salud graves como el Esófago de Barrett, e incluso cáncer

Avances en cirugía de esófago

En el tratamiento del cáncer de esófago, afortunadamente, también se están produciendo importantes avances, y se han desarrollado técnicas de cirugía gastroesofágica mínimamente invasivas, y procedimientos postoperatorios que permiten una más rápida recuperación del paciente tras la intervención, y que incluso se pueda operar a pacientes de 70-80 años, dependiendo siempre de otras posibles comorbilidades asociadas.

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El Dr. Vorwald ha señalado que este tipo de cirugía mínimamente invasiva se puede aplicar en el 70-80% de las personas que presentan alguna patología gastroesofágica, tanto benigna como maligna, gracias a que el instrumental quirúrgico es cada vez más fino y atraviesa la pared abdominal de forma menos traumática. Los sistemas ópticos, además, añade este especialista, permiten una visión mejor que si se tratase de cirugía abierta.

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Actualizado: 17 de octubre de 2017

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