Una nueva terapia podría frenar la expansión del VIH

Un equipo de investigadores ha desarrollado un tratamiento que frena el virus de la inmunodeficiencia simia, similar al VIH, lo que podría ser un paso más hacia el objetivo de la OMS de acabar con el sida para 2030.
Una nueva terapia podría frenar la expansión del VIH
El nuevo tratamiento combina la terapia antirretroviral y un tipo de anticuerpo monoclonal.

Las infecciones por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) han disminuido un 35% en 15 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los tratamientos antirretrovirales y las campañas de concienciación e información organizadas a nivel global evitan la muerte de millones de personas cada año. Sin embargo, y aunque los datos son optimistas, aún no hay un tratamiento que logre la curación, por lo que sigue siendo un problema grave de salud pública en el mundo y, especialmente, en el África subsahariana, la región más castigada, con 25 millones de personas infectadas en 2014.

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El pasado 14 de octubre, la revista científica Science se hacía eco de una nueva esperanza en el camino de la búsqueda de una cura para el VIH: un equipo internacional de investigadores ha desarrollado una rutina de tratamiento que detiene el virus de la inmunodeficiencia simia (SIV, según sus siglas en inglés), casi idéntico al virus mortal en humanos, combinando terapia antirretroviral y un tipo de anticuerpo monoclonal.

El tratamiento ha logrado reducir completamente la tasa de transmisión del SIV en los monos, y que el virus no remonte tras el abandono de la terapia antirretroviral, algo que hasta ahora no se ha conseguido en humanos

Para realizar la investigación los científicos tomaron como muestra monos infectados con SIV, a los que comenzaron a tratar pasadas cinco semanas desde la infección con la misma terapia antirretrovírica (TAR) empleada en humanos. Cuatro semanas después se añadió al tratamiento la administración de un anticuerpo monoclonal específico para primates, el PRIMATIZED TM, una versión del anticuerpo monoclonal vedolizumab administrado en humanos para tratar algunas enfermedades crónicas del intestino. Se mantuvo su aplicación cada tres semanas hasta alcanzar la semana 32.

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Para muchas personas infectadas, la TAR significa que un diagnóstico de VIH-1 ya no es una sentencia de muerte. No obstante, el virus persiste en los individuos tratados, y cumplir con el intenso régimen de medicamentos diario para mantener la carga viral baja puede ser un reto para los pacientes afectados. De hecho, si se abandona la TAR, el virus remonta poco después.

Este estudio abre la puerta a una alternativa mucho más eficaz y prometedora, ya que ha conseguido detener en los monos del experimento la carga viral, haciéndola prácticamente indetectable en sangre, y reduciendo la tasa de transmisión completamente. Además, los recuentos de linfocitos T CD4, que son esenciales para el funcionamiento del sistema inmunológico, se mantuvieron durante más de nueve meses, y persistieron incluso después de suspender el tratamiento con anticuerpos, algo que hasta el momento no se había logrado.

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Los investigadores tienen ahora un nuevo reto: conseguir trasladar la TAR a los humanos y, para ello, ya han puesto en marcha un ensayo clínico de fase I para comprobar si esta terapia es también válida en personas, algo que no siempre ocurre, y que de confirmarse supondría un paso más hacia la consecución del objetivo marcado por la OMS de acabar con la epidemia de sida para el año 2030.

Actualizado: 4 de mayo de 2023

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