La estimulación cerebral mejora a pacientes con glaucoma

La estimulación cerebral mediante corriente alterna transorbitaria no invasiva (ACS) es capaz de mejorar significativamente la visión de personas que se han quedado parcialmente ciegas a causa de glaucoma.
La estimulación cerebral mejora a pacientes con glaucoma
Estudios previos ya habían revelado que las redes funcionales del cerebro bien sincronizadas resultan claves para recuperar la visión.

La estimulación cerebral mediante corriente alterna transorbitaria no invasiva (ACS) ha demostrado su efectividad para mejorar significativamente la visión de personas parcialmente ciegas a causa de glaucoma, según los resultados de un estudio realizado en tres centros clínicos de Alemania (Universidad de Göttingen, Charité de Berlín y la Universidad de Magdeburgo), en el que han participado 82 pacientes.

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Los pacientes se dividieron en grupos de forma aleatoria, y 45 de ellos se sometieron a 10 aplicaciones diarias de ACS, de una duración máxima de 50 minutos diarios, durante dos semanas, mientras que a los otros 37 pacientes se les administró una estimulación simulada. La visión de los voluntarios se evaluó antes y 48 horas después de finalizar el tratamiento, y de nuevo al cabo de dos meses, con el objetivo de comprobar si los efectos se mantenían en el tiempo.

Las personas que habían recibido las sesiones de ACS presentaban una mejora del 24% en el campo visual, y los beneficios se mantenían dos meses después

Los investigadores observaron que las personas que habían recibido las sesiones de ACS presentaban una mejora del 24% en el campo visual, frente a un 2,5% en el grupo placebo, debido a que el sector del campo visual defectuoso había mejorado un 59% en el grupo ACS y un 34% en el otro grupo, que había recibido una estimulación mínima. Se comprobó, además, que los beneficios se mantenían a los dos meses del tratamiento.

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Como ha explicado Bernhard A. Sabel, investigador principal del trabajo, la terapia con ACS constituye una alternativa segura y efectiva para restaurar parcialmente la visión en el nervio óptico dañado por el glaucoma, y probablemente la eficacia de este tratamiento se deba a la modulación de la plasticidad cerebral y la resincronización de las redes cerebrales que se desincronizaron a consecuencia de la pérdida de visión. De hecho, estudios previos ya habían revelado que las redes funcionales del cerebro bien sincronizadas resultan claves para recuperar la visión.

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Actualizado: 17 de octubre de 2017

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