Herida por arma de fuego
Una herida por arma de fuego no ocurre solo en conflictos armados o actos terroristas o delictivos, también un accidente de caza, laboral o deportivo puede causarlas. Saber cómo actuar puede salvar una vida.

Consecuencias y complicaciones de una herida por arma de fuego

Consecuencias y complicaciones de una herida por arma de fuego
La gravedad de una herida por arma de fuego depende del tipo de arma y de bala que se utiliza, la distancia a la que se dispara, y la trayectoria de la bala.
Alicia Díaz

Por: Alicia Díaz

Enfermera, experta en Primeros Auxilios

Actualizado: 23 de septiembre de 2022

Las consecuencias y complicaciones de las heridas por armas de fuego de entrada y salida también dependen de factores como el tipo de arma que se utiliza, y el calibre y tipo de bala (no es lo mismo un disparo de una pistola pequeña, que el de un fusil), la distancia a la que se dispara, la velocidad y la trayectoria de la bala, es decir, qué tejidos y órganos atraviesa. Lógicamente, cuando afecta a un órgano vital como el hígado, o el cerebro, el daño será mucho mayor.

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Por ejemplo, y al contrario de lo que se pueda pensar, las balas que se utilizan en armamento civil generan más daño que las de armamento militar. Éstas últimas, al contrario que las civiles, están recubiertas por un chaqueta metálica en la punta de la bala, haciendo más difícil que se deforme o fragmente al entrar en el cuerpo y, por tanto, menos letal que un arma civil.

Además de la herida que cause la bala en sí, debemos ser capaces de conocer, identificar y tratar, las posibles complicaciones que encontremos, como:

  • Hemorragia: es lo primero que debemos tener en cuenta porque la bala, en su trayectoria, puede haber perforado un vaso principal y, si no se controla el sangrado, la víctima entra en shock y esto le podría causar la muerte.
  • Dolor: aunque pueda parecer evidente, es un problema bastante importante, pues el dolor causa sufrimiento a la víctima no sólo a nivel físico, sino también psicológico, y además hace que se consuman más recursos. Muchas veces se da por sentado que el daño conlleva sufrimiento, y se infravalora el dolor que pueden llegar a sufrir las personas que han recibido un disparo, y los problemas que se derivan del mismo, y no solo eso, sino que el dolor se puede llegar a convertir en algo crónico en muchos casos, disminuyendo significativamente la calidad de vida del afectado.
  • Infecciones: constituyen otra gran complicación, y la segunda a considerar en la línea de problemas derivados de heridas de bala. Cualquier herida abierta es susceptible de contraer infecciones, y cuanto más profunda es, mayor es el daño y más difícil de eliminar. De ahí la importancia de manipular lo menos posible la herida y evitar el contacto directo con el entorno.
  • Daño a órganos vitales: como es de suponer, órganos como el cerebro, el corazón, los pulmones, o la médula espinal, que son esenciales para la vida, en el momento en que se ven comprometidos se produce una batalla contrarreloj para salvar la vida de la víctima, y cada minuto es esencial.

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Creado: 4 de abril de 2016

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