Lavado gástrico

El lavado gástrico es una técnica médica que permite succionar todo el contenido del estómago e introducir agua que limpie su interior para evitar que se absorban tóxicos ingeridos de forma accidental o voluntaria.
Lavado gástrico (ilustración)
David Saceda

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 15 de noviembre de 2023

Qué es el lavado gástrico

El lavado gástrico es una técnica que permite vaciar y limpiar el contenido del estómago para evitar que pase al resto del tubo digestivo y se absorba. Para ello se introduce una sonda a través de la nariz o la boca, y se extiende a través del esófago hasta llegar al estómago. Con esta sonda se puede absorber el contenido estomacal (por eso al lavado gástrico también se le llama ‘succión gástrica’), y se puede meter agua que limpie el interior del estómago. Es una técnica, también conocida como lavado estomacal, que realizan diariamente médicos o enfermeras en ingresos hospitalarios y servicios de urgencias, sobre todo en casos de intoxicación aguda o ingesta de sustancias tóxicas, con el fin de prevenir la absorción de estas sustancias en el organismo.

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Aunque es fácil de realizar y muy útil, no deja de ser una técnica invasiva que debe limitarse a las situaciones en que sea necesaria, debido a los riesgos asociados, como la aspiración pulmonar (cuando el contenido del estómago entra en los pulmones), lesiones en la garganta o el estómago, y desequilibrios de electrolitos.

A lo largo de la historia el ser humano siempre ha relacionado lo que comemos con enfermedades o intoxicaciones. Muy pronto se vio la necesidad de vaciar el estómago de productos tóxicos o en mal estado. En la antigua Grecia el vaciamiento del estómago se realizaba con sustancias que producían el vómito, como el jarabe de ipepacuana, que todavía se utiliza a día de hoy. En el siglo XIX la medicina comenzó a desarrollar técnicas de lavado gástrico mediante el sondaje, pero las sondas eran tan gruesas e incómodas que realmente su eficacia se basaba en que provocaban el vómito al paciente, más que en succionar el contenido gástrico.

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Técnicas como el lavado gástrico han permitido salvar la vida de muchas personas ante intoxicaciones graves voluntarias o involuntarias. Su facilidad de ejecución y su coste económico, han permitido que sea una técnica muy efectiva y muy utilizada en los hospitales de todo el mundo. Los riesgos asociados son poco frecuentes, el aspecto más negativo de la técnica es la incomodidad para la persona a la que se le realiza.

Lavado gástrico

Cuándo se realiza un lavado gástrico

Este procedimiento siempre se debe realizar bajo la supervisión de personal médico calificado, y la decisión de llevar a cabo un lavado gástrico depende de múltiples factores, incluyendo el tipo de sustancia ingerida, la cantidad, el tiempo transcurrido desde la ingestión y la condición general del paciente.

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Se realiza un lavado gástrico ante las siguientes situaciones, generalmente en casos de emergencia médica:

  • Sacar del estómago sustancias tóxicas o venenos ingeridos accidentalmente. Cuando hay una preocupación de que la sustancia ingerida pueda causar daño significativo si se absorbe en el sistema. Se considera para ciertos tipos de venenos o fármacos que no son bien absorbidos por el carbón activado, una alternativa común para tratar intoxicaciones por ácido bórico, arsénico, bromuro, cianuro, DDT, etanol, litio, hierro o potasio, entre otras sustancias.
  • Extraer sobredosis de medicamentos, que pueden haberse tragado accidentalmente o por voluntad propia. Es más efectivo si se realiza dentro de las primeras horas después de la ingestión de la sustancia tóxica o sobredosis.
  • Incapacidad para tomar antídotos por vía oral: se realiza en casos donde el paciente no puede tomar antídotos o carbón activado por vía oral debido a la inconsciencia o convulsiones.
  • Comprobar la presencia de sangre fresca dentro del estómago, para poder descartar un sangrado activo si no lo hay.
  • Limpiar el interior del estómago de sangre o alimentos antes de realizar una gastroscopia.
  • Descomprimir el interior del estómago cuando existe una obstrucción intestinal; con la sonda el aire sale por la boca y el estómago no se hincha.
  • Tomar muestras de los jugos gástricos, para analizar su composición química o buscar microorganismos.

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Sin embargo, es importante señalar que el uso del lavado gástrico ha disminuido con el tiempo debido a la disponibilidad de alternativas más seguras y efectivas, como el carbón activado. Además, no es adecuado para todas las intoxicaciones. Por ejemplo, no se recomienda en casos de ingestión de sustancias cáusticas (como ácidos o álcalis) o hidrocarburos (como gasolina), debido al riesgo de complicaciones como perforación o aspiración pulmonar. Tampoco se aconseja en pacientes con alteraciones anatómicas, como las estenosis esofágicas, o cuando pueda existir riesgo de hemorragias digestivas o perforaciones gastrointestinales por una cirugía reciente u otras patologías.

Preparación para el lavado gástrico

Si te van a realizar un lavado gástrico estas son las cuestiones que debes tener en cuenta:

  • Duración: el lavado gástrico tiene una duración variable según los motivos que lleven a realizarlo. Puede llevar desde unos minutos (si queremos extraer tóxicos que se han ingerido) hasta varias horas (para descomprimir el tubo digestivo ante una obstrucción intestinal).
  • Ingreso: el lavado gástrico no requiere un ingreso. Sin embargo, sí es una prueba que debe realizarse en un centro médico o en un hospital. Excepcionalmente hay servicios de urgencias domiciliarios que pueden realizar un lavado gástrico inicial antes de trasladar al paciente al hospital. Una vez realizado el lavado gástrico, podrás volver a tu domicilio o quedarte ingresado, pero lo motivos serán independientes de haberte realizado la prueba.
  • ¿Es necesario ir acompañado?: sí, es recomendable, aunque no imprescindible. La prueba es molesta pero no te incapacita, el problema es que si te han realizado la prueba probablemente tu situación médica puede ser un poco delicada, y por eso es mejor que alguien esté a tu lado.
  • Medicamentos: no es necesario tomar ningún medicamento previo. Se debe comunicar al médico todas las medicinas que se toman habitualmente y él decidirá cuáles suspender o mantener. Uno de los motivos de realización del lavado gástrico es haber tomado un exceso de medicamentos, voluntariamente o no, así que es importante comunicar al médico cuáles has tomado, cuándo y cuántos.
  • Comida: es indiferente para la prueba. De hecho, se puede utilizar para limpiar el estómago de alimentos que se hayan ingerido en las últimas horas.
  • Ropa: una vez que se llega a urgencias la ropa de calle se cambia por una bata más cómoda y apta para realizar pruebas y explorarte. Se recomienda llevar ropa para dormir y calzado cómodo si vas a ingresar después.
  • Documentos: es recomendable llevar el historial médico completo y la tarjeta sanitaria. Antes de someterte a la intervención te preguntarán si estás de acuerdo y si das tu consentimiento oral, con el que aceptas que te realicen la técnica. Si estás inconsciente el consentimiento lo dará tu familiar más cercano o tutor.
  • Embarazo y lactancia: el lavado gástrico se debería limitar al segundo trimestre de embarazo cuando sea necesario, aunque en situaciones muy urgentes se puede realizar en cualquier momento. No hay nada que contraindique el lavado gástrico durante la lactancia.
  • Contraindicaciones: la única contraindicación absoluta es tener alguna obstrucción que impida el paso de la sonda. Son contraindicaciones relativas los vómitos de repetición incontrolables, o no soportar la sonda durante unos minutos; en ambos casos se puede pautar medicación que relaje al paciente e interrumpa las náuseas.

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Cómo se hace el lavado gástrico: procedimiento

Para realizarte un lavado gástrico, en primer lugar, si estás consciente, se te hará una entrevista detallada sobre los alimentos y medicamentos ingeridos en las últimas horas y se obtendrá tu consentimiento informado. También te preguntarán por otros síntomas que puedan motivar la realización de la técnica. En el caso de que llegues inconsciente, las preguntas se dirigirán a tus familiares o acompañantes. Si no estás inconsciente se te pautará una medicación sedante; así estarás relajado y las molestias de la sonda nasogástrica serán menores.

Una vez sedado, serás colocado en posición lateral izquierda con la cabeza inclinada hacia abajo. El médico o la enfermera introducirá lentamente una sonda por la nariz o la boca, asegurándose de que pase por la faringe al esófago y no a la tráquea para evitar que vaya a los pulmones. Para comprobar que se ha colocado correctamente, se introducirá un poco de aire y se confirmará la posición mediante la auscultación o aspirando contenido gástrico.

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Cuando la sonda esté en tu estómago, se succionará el contenido del mismo, recogiéndolo en una bolsa o un envase transparente que hay en el extremo externo de la sonda. Así se podrá ver directamente el contenido del estómago y comprobar la presencia de sangre, medicamentos, o restos de alimentos. Para limpiar todo el contenido del estómago, se introducirá suero salino a través de la sonda con una jeringa, generalmente de 200-300 ml por vez en adultos. Así el estómago se llena de agua y su contenido se diluye. Después se succiona y se recoge el contenido. Este paso se puede realizar varias veces para enjuagar toda la cavidad del estómago y dejarla limpia de tóxicos. En ocasiones el médico considerará necesario introducir a través de la sonda sustancias que actúan como neutralizantes de los tóxicos ingeridos. La sustancia más utilizada en estos casos es el carbón activado, que es capaz de eliminar la mayoría de los medicamentos y tóxicos que se ingieren.

Cuando el lavado finaliza, se te puede dejar la sonda el tiempo suficiente hasta que se comprueba que no es necesario repetir nuevos lavados o que tu situación médica es lo suficientemente estable como para permanecer sin sonda. La técnica no requiere que te quedes más tiempo en urgencias, pero es probable que prefieran dejarte en observación al menos durante unas horas, para comprobar que no hay complicaciones y que tu cuerpo no ha absorbido tóxicos, según el contexto.

La recuperación del lavado gástrico depende de si te lo han realizado despierto o estabas inconsciente. Si estabas inconsciente, cuando despiertes estarás somnoliento y puedes tener náuseas. También es normal que te duela la garganta al tragar o que la notes un poco dormida. Los médicos te pondrán alguna medicación para evitar que vomites. Si estabas consciente, controlarás mejor los síntomas y notarás alivio al quitarte la sonda.

Paciente con complicaciones de un lavado gástrico

Complicaciones del lavado gástrico

El lavado gástrico es una técnica segura y muy utilizada hoy en día, pero no está exenta de riesgos como sucede con cualquier otra técnica invasiva. Por eso en la actualidad su uso se ha limitado a los casos en los que es necesario realizarlo.

Los problemas más frecuentes que puede ocasionar son:

  • Aspiración pulmonar (paso de la sonda a la tráquea): uno de los riesgos más graves es la aspiración del contenido gástrico hacia los pulmones, lo cual puede provocar neumonía aspirativa, una complicación potencialmente mortal.
  • Sangrado menor por rasgar la pared del tubo digestivo al pasar la sonda.
  • Desbalance electrolítico y de fluidos: la eliminación repetida de los contenidos gástricos puede alterar el equilibrio de electrolitos y fluidos en el cuerpo, lo que puede ser particularmente peligroso en pacientes con ciertas condiciones médicas preexistentes.
  • Espasmo de las cuerdas vocales reactivo, que impide la respiración durante unos segundos.
  • Traumatismos mecánicos: la inserción de la sonda puede causar lesiones en la nariz, la garganta, el esófago o el estómago. Estas lesiones pueden incluir erosiones, laceraciones, o en casos raros, perforaciones.
  • Lesión durante la técnica de la pared del esófago o del estómago, a veces llegando a hacer un agujero que requiere cirugía.
  • Vómitos y broncoaspiración: el procedimiento puede inducir el vómito, lo cual incrementa el riesgo de broncoaspiración, especialmente en pacientes con disminución del reflejo de la tos o del nivel de conciencia.
  • Problemas provocados por la sedación, como puede suceder en otros procedimientos, podrían darse reacciones adversas al medicamento sedante.
  • Paso del contenido gástrico al intestino delgado, al empujarlo con la sonda.
  • Hipotermia: el uso de soluciones frías para el lavado gástrico puede causar una disminución de la temperatura corporal, especialmente en niños o en procedimientos prolongados.

Resultados del lavado gástrico: qué pueden indicar

El contenido gástrico no se suele analizar cuando la sustancia tóxica ingerida es conocida, como sucede en sobredosis de fármacos accidental o voluntaria. Sólo se llevará a laboratorio cuando no se sepa qué había provocado la intoxicación, o cuando se quiera estudiar la composición de los jugos gástricos por alguna otra enfermedad. Si se han analizado, el médico podrá darte una cita otro día, en la que te entregue los resultados del lavado gástrico y te explique la naturaleza de las sustancias analizadas.

Así, el contenido recuperado durante el lavado gástrico puede ayudar a identificar la sustancia ingerida, lo cual es crucial para determinar el tratamiento adecuado. Esto es particularmente útil en casos de intoxicaciones desconocidas o cuando el paciente está inconsciente y no puede proporcionar información. Pero, también el volumen y la naturaleza del material recuperado pueden dar una idea aproximada de la cantidad de sustancia que fue ingerida. Esto puede ayudar a evaluar la gravedad de la intoxicación y el riesgo potencial para el paciente.

Los resultados más importantes del lavado gástrico es valorar tu estado general después de la intervención. Así, si la técnica se ha realizado correctamente no tendrás alteraciones metabólicas, que suceden cuando se absorben tóxicos por vía digestiva. La claridad del fluido recuperado después de múltiples lavados puede indicar la eficacia del lavado gástrico en la eliminación de la sustancia tóxica del estómago. Una disminución en la concentración de la sustancia tóxica o la ausencia de partículas visibles puede ser un signo de que la mayoría de la sustancia ha sido eliminada.

El médico, además, suele realizar análisis de sangre antes y después del lavado gástrico, dejando una horas de margen. Así se aseguran que todos los parámetros son correctos y valorarán si dejarte marchar a casa o ingresarte en el hospital para estudios y controles posteriores.

Por último,la presencia de sangre en el contenido gástrico puede indicar una lesión en el tracto gastrointestinal, ya sea causada por la sustancia ingerida (como en el caso de sustancias cáusticas) o como resultado de trauma durante la inserción de la sonda. Si se observan signos de complicaciones, como sangre o evidencia de lesión, se pueden tomar medidas adicionales para tratar estas complicaciones.

Creado: 22 de noviembre de 2013

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