En España, más de siete millones de personas padecen artrosis, una patología reumática que, según estiman los expertos, duplicará su incidencia en los próximos años debido, entre otras causas, al progresivo envejecimiento de la población.

El Dr. Alejandro Tejedor, encargado de coordinar el Grupo de Reumatología de la semFYC (Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria) señala que esta afección es la causa de una de cada siete consultas en Atención Primaria y que afecta significativamente a la calidad de vida de los pacientes, llegando a provocar, en los casos más severos, incapacidad temporal o permanente.

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El diagnóstico de la artrosis se basa en la observación clínica, y se sirve de pruebas de imagen como radiografías, resonancias o ecografías para confirmar la lesión, que puede tardar años en desarrollarse sin dar síntomas, por lo que actualmente se está investigando para encontrar marcadores biológicos que faciliten el diagnóstico precoz de la enfermedad.

El tratamiento de la artrosis está enfocado a aliviar las molestias, ya que todavía no existe cura, pero una terapia apropiada permite a los afectados seguir con sus actividades cotidianas prácticamente sin sufrir limitaciones

El tratamiento de esta patología es sintomático, enfocado a aliviar las molestias que ocasiona, ya que todavía no existe cura, pero una terapia apropiada permite a los afectados seguir con sus actividades cotidianas prácticamente sin sufrir limitaciones. De hecho, los especialistas opinan que alrededor de la mitad de los pacientes necesitarán medicamentos para mejorar los síntomas.

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Hay diversos fármacos disponibles para tratar la artrosis, como los antiinflamatorios no esteroideos (que se pueden tomar en pastillas o aplicar localmente en crema) y los analgésicos, para disminuir el dolor, opioides que se emplean cuando las molestias son muy intensas, y un tipo de sustancias naturales, los condroprotectores, que ejercen una acción beneficiosa sobre el cartílago, frenando la progresión degenerativa en las articulaciones afectadas y disminuyendo el dolor.

Otra opción, indicada en aquellas personas que padezcan una artrosis severa y a las que los tratamientos farmacológicos no les hayan servido para controlar el dolor, consiste en una intervención quirúrgica, cirugía reparadora o de reemplazo v Existe también la alternativa quirúrgica para aquellas personas que padezcan una artrosis severa y a las que los tratamientos farmacológicos no les hayan servido para controlar el dolor o presenten una limitación importante, que les dificulte o impida realizar las actividades cotidianas o interfiera en su descanso.

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Actualizado: 15 de julio de 2019

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