Dado que ésta es una enfermedad con una alta tasa de mortalidad y suele diagnosticarse ya en estadios avanzados, el tratamiento de un tumor exocrino de páncreas deberá ser lo más agresivo posible para tratar de eliminar todas las células tumorales del organismo.

Cirugía

No todos los tumores de páncreas son aptos para resecar con cirugía. El 10% de los que afectan a la cabeza pueden someterse a este tratamiento de forma plenamente curativa, y casi ninguno de los de cuerpo y cola.

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La cirugía paliativa intenta minimizar los síntomas derivados del tumor, eliminando la obstrucción de la vía biliar, mediante la extirpación del tumor y parte de la glándula sana para evitar dejar restos tumorales que vuelvan a crecer.

En el caso de pacientes con alto riesgo quirúrgico (por ejemplo de edad muy avanzada o con un estado general muy grave) se prefiere colocar una prótesis en la vía biliar por vía endoscópica, para evitar intervenirle. Ello permitirá la remisión de los síntomas y da oportunidad para continuar con otros tratamientos sintomáticos o paliativos como los que vemos a continuación

Quimioterapia

Los últimos estudios demuestran que el uso de estos fármacos en monoterapia no resulta eficaz, por lo que actualmente se prefiere administrar una combinación de fármacos quimioterápicos. Sin embargo, carecen de acción curativa, y suelen usarse de forma paliativa en tumores que son inoperables. Y en estos casos sí que logran aumentar el tiempo de supervivencia. Hay numerosas investigaciones en marcha con el objetivo de comprobar la efectividad de distintas combinaciones de medicamentos, así como para desarrollar nuevas terapias dirigidas, que se diseñan para combatir las células cancerosas sin dañar las sanas.

Tratamiento de los tumores exocrinos de páncreas

Radioterapia

En estadios avanzados puede disminuir la sintomatología de la enfermedad. A diferencia de la quimioterapia, el tratamiento mediante radioterapia suele usarse como apoyo después de la cirugía para eliminar las células que hayan podido quedar. Su uso ha demostrado aumentar la supervivencia de los pacientes sometidos a la resección quirúrgica del tumor.

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Inmunoterapia

Se trata de estimular al sistema inmunológico del paciente para que sea capaz de distinguir y combatir a las células cancerosas. Estos tratamientos están en fase de investigación.

Tratamiento sintomático

  • Para el dolor abdominal se administran antiinflamatorios y, en casos muy avanzados, morfina o derivados. Algunos antidepresivos pueden potenciar el efecto de los analgésicos. A veces puede ser necesario bloquear los plexos nerviosos que originan el dolor a través de cirugía o con una aguja percutánea guiada por ecografía. La radioterapia sobre el órgano también puede paliar el dolor aunque no aumente la supervivencia.
  • Antieméticos para evitar las nauseas y vómitos.
  • Suplementos nutricionales e inductores del apetito como el acetato de megestrol.
  • Cuando existe una falta de absorción intestinal por insuficiencia de la secreción del páncreas, hay que administrar enzimas pancreáticas que desarrollen esta misión.
  • Anticoagulantes en el caso de que ya se haya establecido algún fenómeno trombótico o embólico en el paciente.

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Prevención de los tumores exocrinos de páncreas

No es posible una prevención completa que garantice no padecer nunca este tipo de tumor, pero sí que se pueden tener unos hábitos de vida que hagan que su aparición resulte menos probable.

Es fundamental llevar una dieta saludable rica en frutas y verduras, asociada a la práctica de ejercicio moderado dos o tres veces a la semana para combatir la obesidad.

También es imprescindible dejar de fumar, no sólo para la prevención del cáncer de páncreas, sino para otros muchos a los que se ha asociado, como el cáncer de pulmón o vejiga.

A pesar de ello en muchos casos, los tumores exocrinos de páncreas aparecen de forma espontánea o por herencia genética.

Creado: 9 de marzo de 2012

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