Esta semana se ha presentado el primer simulador de cirugía en el mundo, que tiene la capacidad de simular la reacción que tendrán los órganos del enfermo frente a una intervención quirúrgica en la que se utiliza radioterapia para tratar un cáncer. Gracias al nuevo dispositivo, el oncólogo y el cirujano dispondrán de la información necesaria para planificar tanto la operación como las dosis de radioterapia necesarias y los posibles efectos de la misma, evitando así que se administre radiación al paciente hasta haber determinado el tratamiento más apropiado en su caso.

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El simulador ya se ha empleado con 70 pacientes en el Hospital Universitario Gregorio Marañón, de Madrid, y permite saber a priori la radiación que recibirán los diversos órganos y tejidos durante el procedimiento quirúrgico y proteger los tejidos sanos que rodean al tumor.

Se simulan la operación y la irradiación del tumor sobre un modelo tridimensional que representa la anatomía del paciente, para conocer la radiación que recibirán sus órganos y los posibles efectos secundarios o riesgos para su salud

Se trata de un sistema virtual que emplea un modelo tridimensional que representa la anatomía del paciente, y que se ha generado con imágenes en dos dimensiones obtenidas con un escáner. Sobre este modelo se simula la operación y la forma en que se irradiará el tumor, para conocer la cantidad de radiación que recibirán los órganos y los posibles efectos secundarios o riesgos para la salud del paciente. Gracias a este ‘ensayo’ previo, los profesionales médicos pueden programar al detalle la cirugía, que resulta así más precisa y segura, y favorece la recuperación del paciente.

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Cirugía laparoscópica y radioterapia

Administrar radioterapia durante un procedimiento quirúrgico que emplea la técnica de laparoscopia contribuye a mejorar el nivel de precisión de la radiación y reduce el estrés que sufre el paciente oncológico. Además, disminuye el tiempo que dura el tratamiento porque se pueden aplicar dosis altas sobre la zona del tumor que se ha determinado previamente, al tiempo que los tejidos sanos quedan protegidos gracias a que se utiliza un sistema de imagen guiada.

Al tratarse de una cirugía menos invasiva, se acorta el tiempo de la intervención y la recuperación postoperatoria. La radioterapia intraoperatoria ha conseguido muy buenos resultados en el tratamiento de los sarcomas y el cáncer de recto, y en principio se puede emplear con cualquier tumor intra-abdominal. También resulta muy apropiada para tratar ciertos tipos de cáncer de mama, ya que el procedimiento de radioterapia intraoperatoria se lleva a cabo en tan solo 24 horas, frente a las entre seis y ocho semanas que dura el tratamiento radioterápico convencional.

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Actualizado: 22 de diciembre de 2017

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