Los niños son también susceptibles de padecer enfermedades reumáticas; así, uno de cada cinco pacientes con espondilitis anquilosante –una afección crónica que provoca la inflamación de las articulaciones de la columna- y más de uno de cada cuatro afectados por psoriasis cutánea, tuvo las primeras manifestaciones de la enfermedad antes de cumplir 16 años. Además, aunque estas patologías a veces se resuelven durante la infancia, se estima que casi la mitad de estos pacientes puede sufrir secuelas durante la edad adulta.

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Por este motivo, los reumatólogos reunidos en el IV Simposio de Espondiloartritis de la Sociedad Española de Reumatología, celebrado recientemente en La Coruña, han advertido de la necesidad de mejorar los métodos de diagnóstico que permitan una detección temprana de estas patologías, para instaurar cuanto antes el tratamiento apropiado, y evitar que se produzcan lesiones que puedan derivar en secuelas que les sigan afectando cuando lleguen a la edad adulta.

En la actualidad, por suerte, se dispone de pruebas de imagen como la resonancia magnética y la ecografía musculoesquelética, que permiten diagnosticar precozmente estas enfermedades.

El papel de la genética

Las espondiloartritis juveniles son un conjunto de enfermedades que se inician antes de los 16 años, cuya mayor prevalencia se da en niños a partir de los seis años de edad, y que están fuertemente vinculadas con el antígeno HLA-B27 (que se encuentra en el 60-90 por ciento de los casos).

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En la actualidad, no se conocen sus causas, pero las investigaciones llevadas a cabo las asocian a un factor genético. Los expertos también señalan una probable relación con algunas infecciones infantiles, sobre todo del aparato digestivo y, en menor proporción, genito-urinarias; así como con una respuesta inmune anormal en una persona genéticamente predispuesta.

Mejora de los tratamientos

El tratamiento farmacológico ha de completarse con la práctica de ejercicios destinados a mantener la movilidad articular y la adquisición de hábitos posturales adecuados

Los fármacos biológicos constituyen la principal novedad con respecto a los tratamientos de las dolencias reumáticas autoinmunes, tanto en los adultos como en la población infantil, ya que los anti-TNF se pueden administrar también a los niños.

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Es importante que el tratamiento farmacológico se complete con otras medidas como la práctica de ejercicios físicos destinados a mantener la movilidad articular, y la adquisición de hábitos posturales adecuados. Esto, en el caso de los niños, supone un esfuerzo por parte de las personas que forman parte de su entorno (padres y resto de la familia o personal encargado de su cuidado, educadores, amigos, profesionales sanitarios…).

Estudio de la SER

La Sociedad Española de Reumatología (SER) y la Sociedad Mexicana de Reumatología, han iniciado una investigación, denominada MexEspa, con la que pretenden identificar precozmente los factores predictivos de mal pronóstico en niños que padezcan espondiloartritis, y observar su evolución en cinco años (desde la primera visita al especialista).

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Para llevar a cabo esta iniciativa han seleccionado a unos 180 niños con espondilitis juveniles, a los cuales se les realizará un control exhaustivo cada seis meses, a fin de detectar los factores relacionados con la evolución de la enfermedad, como factores genéticos, socio-sanitarios, las manifestaciones presentes en el inicio de la afección, entre otros.

Fuente: Sociedad Española de Reumatología (SER)

Actualizado: 24 de enero de 2017

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