Fiebre de Lassa
La fiebre de Lassa es una enfermedad viral hemorrágica endémica del África Occidental. Aunque su tasa de mortalidad es menor que la del ébola, su efecto en las mujeres embarazadas y los fetos es devastador.

Qué es la fiebre de Lassa

Fiebre de Lassa

El virus que causa la fiebre de Lassa es endémico de África Occidental, donde produce unos 300.000 casos al año y miles de muertes.

Dra. Sari Arponen

Por: Dra. Sari Arponen

Doctora en Medicina, especialista en Medicina Interna y experta en microbiota

Actualizado: 4 de mayo de 2023

La fiebre de Lassa es una fiebre hemorrágica viral mucho más frecuente que el ébola y, sin embargo, una gran desconocida en nuestro medio. Se produce por un virus que se contagia a las personas a través de los desechos de ciertos roedores, aunque también se puede contagiar de persona a persona con mucha facilidad, por lo que cualquier persona que padezca esta infección debe ser sometida a medidas de aislamiento hasta la resolución de la misma. El virus se excreta en el semen hasta tres meses, por lo que esto debe ser tenido en cuenta ante una eventual posibilidad de transmisión sexual, y en orina hasta dos meses.

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Este virus es endémico de África Occidental, en países como Nigeria, Sierra Leona, Liberia, Guinea, Benín Togo y Ghana, donde produce unos 300.000 casos al año y miles de muertes. La mayoría de los casos se dan entre los meses de diciembre y abril, durante la estación seca. Uno de los brotes más graves de la infección se dio en Nigeria durante 2022, en el que se confirmaron 1.083 casos y fallecieron 183 personas. A principios de febrero de 2023 el país ha declarada la emergencia sanitaria por fiebre de Lassa al detectarse un incremento "sin precedentes" en el número de contagios en las tres primera semanas del año.

Sus síntomas consisten en fiebre alta, dolor de cabeza y de garganta, náuseas y vómitos, además de un intenso malestar. Aunque sea una fiebre hemorrágica, no todos los pacientes presentan sangrados relevantes. Esta infección es especialmente grave en mujeres embarazadas, con un efecto fatal sobre la mujer que la sufre, y más sobre el feto, de forma casi invariable.

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El diagnóstico de esta infección no es sencillo porque requiere de técnicas de laboratorio específicas que no están disponibles con facilidad en los países donde se dan la mayoría de los casos. Si un viajero presenta fiebre de Lassa a su vuelta a casa, es importante que sea atendido por un médico experto en diagnóstico y tratamiento de enfermedades tropicales, porque el inicio del tratamiento con ribavirina, un antiviral, puede ayudar a que el cuadro no acabe siendo letal.

Quién está en riesgo de contraer la fiebre de Lassa

Un viajero o turista esporádico en las zonas con presencia de fiebre de Lassa no tiene por qué verse afectado por este virus si no visita áreas rurales u otras donde haya presencia de roedores. Los cooperantes de asistencia sanitaria o de ayuda al refugiado, o los militares que acuden a los países endémicos, sí pueden tener un mayor riesgo de infección, sobre todo si atienden a estos pacientes sin las adecuadas medidas de aislamiento y prevención.

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Esta es una más de las enfermedades olvidadas que sufren las gentes de los países del África Occidental. A pesar de que el número de casos y, por lo tanto, de muertes, sea mayor que en el caso del ébola, esta enfermedad no ha tenido mucha repercusión mediática en la parte más privilegiada del mundo, al haber por el momento muy pocos casos importados.

Sin embargo, un estudio publicado en Nature Communications en septiembre de 2022 ha pronosticado una significativa expansión del área endémica del virus Lassa en las próximas décadas tras analizar una serie de factores que afectan a su propagación, como la temperatura, las precipitaciones y la presencia de áreas de pastizales. Así, según los autores del trabajo, la circulación del virus se extendería desde África occidental hasta África central (incluidos Camerún y la República Democrática del Congo) y oriental (incluido Uganda), y la población que se podría ver afectada aumentaría en más de 600 millones de personas.

Creado: 4 de abril de 2016

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