Una única pastilla reduce hipertensión y colesterol LDL

Pastillas para reducir la hipertensión y el colesterol LDL
La píldora está compuesta por cuatro sustancias, una estatina y tres antihipertensivos.

Una nueva pastilla polivalente ha conseguido reducir la presión arterial y los niveles de colesterol LDL en un grupo de 84 personas mayores de 50 años y sin antecedentes de enfermedad cardiovascular.

La píldora, que está compuesta por cuatro sustancias –una estatina y tres antihipertensivos– redujo un 39% el colesterol y un 12% la presión sanguínea de los participantes en un ensayo realizado en el Reino Unido por investigadores pertenecientes al Instituto Wolfson de Medicina Preventiva y a la Universidad de Londres que tenía como objetivo comprobar la eficacia del fármaco.

La píldora, compuesta por una estatina y tres antihipertensivos, redujo un 39% el colesterol y un 12% la presión sanguínea de los participantes en el estudio

Los autores del estudio explican que este tipo de medicamentos se podrían administrar a la población sana como medida preventiva para reducir el riesgo de sufrir patologías cardiovasculares, que son en la actualidad la primera causa de mortalidad en todo el mundo. De hecho, el director del Instituto Wolfson, Nicholas Wald, ha declarado que si se administrase un fármaco como este a la mitad de las personas mayores de 50 años se podrían llegar a evitar 94.000 infartos de miocardio cada año en el Reino Unido.

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También en España se están estudiando las posibles aplicaciones de una píldora similar, que en este caso contiene un regulador del nivel de colesterol, un antihipertensivo y aspirina, aunque lo que buscan los investigadores españoles es desarrollar un fármaco que sirva para prevenir las reaparición de un evento coronario en pacientes que ya han sufrido un episodio de este tipo, es decir, que el medicamento funcionaría como prevención secundaria, mientras que la pastilla británica actuaría como prevención primaria para las personas que no padecen ningún trastorno cardiovascular.

Algunos científicos, sin embargo, muestran sus dudas sobre la conveniencia de administrar fármacos a personas sanas, e insisten en que el mejor medicamento para proteger el corazón es adoptar un estilo de vida saludable (dejar de fumar, seguir una dieta equilibrada y practicar ejercicio físico regularmente), y que las medicinas no pueden sustituir a los buenos hábitos en la prevención de enfermedades.

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Actualizado: 1 de agosto de 2017

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