Diversos estudios han confirmado que mantener una actitud positiva ante la vida mejora nuestro bienestar emocional, lo que repercute positivamente sobre la salud. Reír, además, desencadena una serie de procesos en el organismo que permiten liberar endorfinas, lo que facilita la dilatación de los vasos sanguíneos reduciendo así la posibilidad de sufrir arteriosclerosis, y activa los sistemas respiratorio, neurológico y cardiovascular. Y todo esto redunda en una mejoría de la salud del corazón.

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Los beneficios de la risa sobre el sistema cardiovascular han sido comprobados científicamente. Así, un estudio realizado en Estados Unidos, por la Unidad de Cardiología Preventiva del Centro Médico de la Universidad de Maryland comprobó que los pacientes que habían sufrido un infarto de miocardio reían hasta un 40% menos que las personas que no padecían enfermedades cardiovasculares.

Reír con frecuencia contribuye a reducir la cantidad de hormonas relacionadas con el estrés, al tiempo que aumenta el nivel de óxido nítrico –un potente vasodilatador natural– y el colesterol bueno

En el mismo centro llevaron a cabo otro experimento en el que los participantes visionaron películas cómicas y otras que contenían situaciones que generaban estrés. Midieron entonces el diámetro de sus arterias y observaron que con las escenas que provocaban estrés las arterias se contraían –lo que dificulta el riego sanguíneo e incrementa las posibilidades de desarrollar patologías cardiovasculares–, mientras que ante situaciones cómicas las arterias se dilataban facilitando la circulación de la sangre. La diferencia en el diámetro de las arterias entre ambas situaciones variaba entre un 30 y un 50%.

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Como explica el doctor José Luis Palma Gámiz, vicepresidente de la Fundación Española del Corazón (FEC) el estrés crónico propicia la presencia de hormonas que ejercen una acción vasoconstrictora y afectan al endotelio, favoreciendo que ciertas sustancias dañinas que contiene la sangre, como el colesterol, penetren en la pared interna de los vasos sanguíneos y se puedan desarrollar diversos trastornos cardiovasculares.

Sin embargo, reír con frecuencia contribuye a reducir la cantidad de hormonas relacionadas con el estrés, al tiempo que aumenta el nivel de óxido nítrico –un potente vasodilatador natural– y el colesterol bueno. Además, la risa tiene la capacidad de estimular a los linfocitos, células que ayudan al sistema inmune a combatir a los patógenos.

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El Dr. Palma concluye que aunque existen muchos factores, tanto físicos, como ambientales, que intervienen en el desarrollo de una enfermedad, conseguir y mantener una buena salud también depende en buena parte de nuestro estado emocional y nuestra actitud ante la vida.

Actualizado: 3 de julio de 2017

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