El síndrome metabólico y una de sus complicaciones asociadas, el sobrepeso, disminuyen las posibilidades de una mujer para quedarse embarazada, y es un factor de riesgo de infertilidad, porque la resistencia a la insulina se relaciona con la anovulación crónica hiperandrogénica, un trastorno que provoca infertilidad en ocho de cada diez mujeres que lo padecen.

PUBLICIDAD

Otra patología ginecológica que puede provocar infertilidad y que también está asociada a la obesidad y, consecuentemente, al síndrome metabólico, es el síndrome de ovarios micropoliquísticos.

La posibilidad de conseguir un embarazo en el caso de las mujeres con obesidad disminuye un 5% por cada unidad de índice de masa corporal (IMC) superior a 29, según una investigación cuyos datos publica la revista ‘Human Reproduction’. El estudio también revela que un IMC superior a 24 –que todavía no se considera sobrepeso- se relaciona con una calidad ovocitaria inferior, menor tasa de implantación y mayor riesgo de aborto.

Las mujeres con sobrepeso también obtienen peores resultados cuando se someten a técnicas de reproducción asistida, aunque la obesidad no afecta a la calidad de los embriones, una vez que se consigue la gestación

Por todo ello, especialistas de la Asociación Nacional de Clínicas de Reproducción Asistida (ANACER) recomiendan a las mujeres con sobrepeso -especialmente a las que presenten un IMC superior a 30-, que se informen sobre las dificultades pueden tener para concebir, así como sobre los potenciales riesgos de un embarazo en su caso.

PUBLICIDAD

Las mujeres con sobrepeso también obtienen peores resultados cuando se someten a técnicas de reproducción asistida, aunque la obesidad no afecta a la calidad de los embriones, una vez que se consigue la gestación. Pero la obesidad favorece también la aparición de complicaciones durante el embarazo; así, como señala el Dr. Florentino Garrido, vicepresidente de ANACER, en algunos países como Nueva Zelanda se impide el acceso a los tratamientos de reproducción asistida a las mujeres con un IMC superior a 32.

El Dr. Garrido aconseja que las mujeres con problemas de sobrepeso que quieran tener un bebé deberían modificar su estilo de vida y adoptar una pautas alimenticias adecuadas, siguiendo una dieta equilibrada. Es importante, además, que estas pacientes se pongan en manos de un equipo multidisciplinar de profesionales médicos, que incluya, junto a especialistas en reproducción asistida, a endocrinólogos, internistas y psicólogos si es necesario.

PUBLICIDAD

Fuente: ANACER

Actualizado: 26 de noviembre de 2019

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD