Mamitis, cuando solo quiere estar con mamá
Llora si su papá intenta vestirle, se niega en redondo a quedarse con los abuelos… Sólo quiere estar con mamá y no separarse de ella. ¿Es normal? ¿Se le pasará? ¿Qué se puede hacer? Descubre cómo solucionar la mamitis.

Cómo solucionar la mamitis: consejos para reducirla

Por: Alhelí Quintanilla

Periodista especializada en bienestar, embarazo e infancia

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

La mamitis o apego excesivo de un niño hacia su madre se resuelve, sobre todo, con paciencia y cariño. Esa es la solución que recomiendan los expertos, ya que en la mayoría de los casos suele tratarse de fases transitorias que se superan con una actitud segura y positiva por parte de los padres. Es importante que ambos progenitores estén de acuerdo en el plan de acción, ya que estos comportamientos infantiles pueden desencadenar reproches y enfados en la pareja, al sentirse el padre desplazado por una madre demasiado omnipresente y un hijo que no le hace ni caso.

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Lo primero que habrá que averiguar es qué nos está queriendo decir el niño con su actitud: ¿está intentando imponer su voluntad o necesita que lo aseguremos? Habrá que adaptar la solución a la respuesta con la mira puesta en fomentar su autonomía personal y la seguridad en sí mismo. Al igual que cuando empieza la guardería o el colegio, lo mejor es que la separación madre-hijo sea progresiva.

Si está atravesando un momento difícil, de cambios o nuevos miedos, no dudes en estar a su lado, tu presencia es realmente necesaria. También se puede ceder en alguna ocasión a sus demandas de exclusividad, ¡un día es un día!, pero recordad que las normas en casa las ponéis vosotros, no él, y que no puede decidir quién le va a buscar al cole, quién le ata los cordones de los zapatos, o quién le da de merendar.

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Solucionar la mamitis

Así, poco a poco, el pequeño irá aprendiendo a separarse de su madre/padres. Un camino que también deben recorrer los padres, ya que la dependencia y la sobreprotección constituyen una trampa tentadora. Aunque un niño que adora a su madre pueda resultar halagador, a la larga resulta problemático y desemboca casi siempre en niños tiranos. Facilitar que se maneje por sí mismo e irle a la par retirando los apoyos innecesarios constituye uno de los aspectos más difíciles –y satisfactorios– de la educación.

Consejos prácticos frente a la mamitis

Estos consejos te ayudarán a reducir poco a poco el nivel de apego excesivo del niño, para terminar definitivamente con la mamitis:

  • En casa: es el lugar donde se siente más seguro y cómodo. Mediante juegos y carantoñas –o lo que se te ocurra– puedes ir poniendo distancia entre ambos: tú en una habitación y él en otra mientras hace algo que le gusta y le sigues hablando con cariño. Evita exasperarte; resulta contraproducente en estos casos.
  • Las personas del entorno: su padre, los abuelos, los tíos, tienen que comprender que el niño no los está rechazando, sino que se siente inseguro. Explícaselo y entre todos pensad cómo atajar esa dependencia de forma progresiva. Las actividades diarias, por ejemplo, las podéis hacer entre los dos miembros de la pareja, dejando que sea su padre quien tome las riendas entre juegos y risas.
  • Si te tienes que ausentar: si es posible, conviene ir preparando el terreno con pequeñas separaciones no traumáticas, graduales, y que se asocien a actividades que le gusten al niño, como quedarse con un abuelo o ir a la piscina. Siempre es mejor opción dejarlo con alguien y en un lugar que conozca –abuelos, en tu propia casa, o en casa de los abuelos–. Despídete siempre de él con una sonrisa y dile cuándo vas a volver en un tono tranquilo y firme. No alargues demasiado este momento.
  • Se pueden usar pequeñas recompensas si, poco a poco, va logrando despegarse un poco.
  • Si el problema no cede, lo mejor es acudir a un especialista que marque las pautas que debes seguir.

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Creado: 19 de mayo de 2014

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