Aunque el síndrome de la clase turista afecte principalmente a las personas con factores de riesgo relacionados con algún problema circulatorio, como las varices, o un trastorno de la coagulación de la sangre (con aumento excesivo de los hematíes o plaquetas), todos debemos tomar precauciones para prevenir su aparición:
- Consulta a tu médico antes de emprender el viaje si tienes factores de riesgo. Existen medicamentos que podría recetarte para prevenir este tipo de trastornos.
- Ponte siempre ropa y calzado cómodos para viajar, sobre todo que no te aprieten.
- Pasea cada una o dos horas si es posible o, por lo menos, levántate del asiento y camina un poco.
- Bebe pequeñas cantidades de agua a lo largo de todo el vuelo para prevenir la deshidratación, y evita tomar alcohol o sedantes.
- Realiza círculos con los tobillos: girando uno en el sentido de las agujas del reloj y el otro al contrario, con la punta de los pies en el suelo y los talones alzados.
- Haz flexiones de pies, apoyando el talón en el suelo y levantando la punta hacia arriba.
- Levanta la rodilla: con la espalda apoyada sobre el respaldo sube una de las piernas a media altura con la rodilla flexionada, al mismo tiempo que contraes el muslo. Baja la pierna relajando el músculo y repite el ejercicio con la otra pierna.
- Elige los asientos cercanos al pasillo siempre que te sea posible, de esa manera te será más sencillo estirar las piernas de vez en cuando.
- Evita las bebidas alcohólicas, tranquilizantes o somníferos, ya que no son buenos amigos de este problema.
- Si eres un paciente del grupo de riesgo, consulta con tu médico la necesidad de usar medias de compresión a medida.