Melisa, sedante, digestiva… y mucho más
La melisa es una planta aromática medicinal con un agradable sabor y propiedades sedantes, digestivas, expectorantes, antivirales y cicatrizantes, entre otras. Conoce todos sus beneficios para la salud.

Qué es la melisa, origen y propiedades

Jordi Cebrián

Por: Jordi Cebrián

Periodista especializado en plantas medicinales

Actualizado: 28 de febrero de 2023

La melisa, Melissa officinalis, se revela como uno de los principales recursos herbarios para tratar los estados nerviosos y los problemas de la digestión. No falta en ningún herbolario, pero además es fácil encontrarla en el campo, por poco que te esfuerces en reconocerla, y puedes cosecharla tú mismo para beneficiarte de su gran potencial terapéutico.

PUBLICIDAD

Sus propiedades ya eran ampliamente conocidas desde la antigüedad. Dioscórides, el médico y farmacéutico griego del siglo I, hablaba de ella en su Libro III, destacando su eficacia para tratar la disentería, para purificar la piel y curar llagas y golpes, e incluso como un buen antídoto contra la mordedura de alacrán y de serpiente.

También los druidas centroeuropeos la incluían en sus formulaciones mágicas y curativas. Avicena, el médico árabe, aseguraba en efecto que la melisa alegra el espíritu y aleja las tristezas. En inglés se conoce por balm, que es un derivado de la palabra balsam o bálsamo, aquello que relaja, en alusión a sus virtudes sedantes. En castellano se la conoce también por toronjil, y en catalán como tarongina, en referencia a otro de sus rasgos característicos, el aroma, muy intenso, cítrico, que puede recordar al limón o la naranja ácida. Serapion, en la Edad Media –como se recoge en el Dioscórides renovado del profesor Font i Quer–, comenta de la melisa que “calma las palpitaciones, las preocupaciones desmedidas, la imaginación exaltada, y las fantasías producidas por los humores melancólicos”.

PUBLICIDAD

Por todo ello, una pequeña provisión de melisa no debería faltar en ningún hogar, sea cual fuere la edad de quienes lo habiten.

Cómo es la melisa y dónde se encuentra

La melisa pertenece a la familia de las labiadas, como la menta, el tomillo, el orégano o la salvia, y como todas ellas merece ser reconocida como una planta aromática y medicinal. Es una planta herbácea de apenas un metro de alto, erecta, de hojas ovadas, con los márgenes muy dentados y los nervios muy marcados. Las flores son enanas, de color blanco, reunidas en verticilos en las axilas de las hojas. 

Melisa
Se trata de una de las plantas de aroma y sabor más agradable de entre todas las que puedes adquirir en un herbolario. Con sólo rozarla, y más aún si la refriegas con las manos, verás que emana una fragancia intensa, penetrante, que recuerda a la menta, pero también a la naranja, un aroma y sabor que se define como cítrico y refrescante. Tomada sola en infusión, aporta una agradable sensación en el paladar, y muchas veces los herbolarios la incluyen en formulaciones mixtas con otras plantas de sabor amargo o insípido para mejorar el sabor general de la misma. 

Florece desde el final de la primavera, en junio, y puede seguir florida hasta el final del estío. Es durante este plazo el mejor momento de cosecharla en el campo. Es una planta bastante común, que encontramos en herbazales húmedos, riberas, orlas vegetales de bosques caducifolios, barrancos, y proximidades de fuentes y manantiales. Puede estar mezclada con las ortigas, por lo que debes ir con cuidado para no confundirte si decides cosecharla.

PUBLICIDAD

La melisa se distribuye por toda la cuenca mediterránea, a ambas riberas del mar, y asciende hasta el sur de las islas Británicas por el norte, y al norte de Marruecos y Oriente Medio por el sur y el este.

Creado: 11 de diciembre de 2014

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD