Psyllium, usos y virtudes de esta fibra laxante
Actualizado: 5 de mayo de 2023
Regular el tránsito intestinal es una tarea pendiente para algunas personas, que ven el baño como una sala de torturas. Tanto el estreñimiento como la diarrea alteran tu día a día y seguro que no sabes que ambos problemas cuentan con una posible solución común, con el psyllium, un tipo de fibra que puede actuar tanto como laxante como astringente. Sigue leyendo y descubre todo lo que puede hacer por tu salud.
¿Qué es el psyllium?
El psyllium, también llamado zaragatona, se obtiene de las cáscaras de las semillas de la planta Plantago ovata, que creció originalmente en la India e Irán, y ha sido usada desde hace siglos como una ayuda para tratar el estreñimiento, entre otros problemas de salud. Su principal ingrediente activo es el Metamucil, un tipo de fibra natural que es capaz de pasar por el intestino sin descomponerse ni absorberse por completo, de ahí que sea tan beneficioso para la regulación del tránsito.
La semilla de psyllium se usa en forma de semillas maduras, enteras y secas o como preparaciones hechas pulverizando las semillas. Mientras que los fármacos o suplementos a base de plantas que contienen semillas de psyllium generalmente suelen venderse en formas sólidas para administrarse por vía oral, tal y como indican desde la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
Usos y beneficios del psyllium
El psyllium se puede encontrar en formato polvo, gránulos u obleas y su método de uso es por vía oral, tanto en cápsulas como agregado a pan o productos horneados. Se suele utilizar en el tratamiento de la diarrea o el estreñimiento crónico o habitual en niños mayores de seis años o adultos y, por ejemplo, cuando se quiere facilitar la deposición tras una cirugía anal o rectal, hemorroides o fisuras anales.
Estos son algunos de los beneficios del psyllium:
Alivia el estreñimiento
El psyllium tiene la capacidad de hacer que las heces crezcan de tamaño, gracias a la celulosa y a los mucílagos, pues absorbe el agua del intestino y se adhiere a alimentos que han sido parcialmente digeridos. Según nos explica Bernat Vanaclocha, médico de la Sociedad Española de Fitoterapia (SEFIT) “la capacidad de absorber líquidos conduce a un aumento del volumen del contenido intestinal y del peso de las heces, lo cual provoca una distensión de la pared intestinal y, como consecuencia, un incremento del peristaltismo y una aceleración del tránsito colónico”.
Un trabajo publicado en la revista Alimentary Pharmacology & Therapeutics indica que tomar 5,1 g de psyllium dos veces al día durante dos semanas hace que aumente el peso de las heces, su contenido en agua y el número de deposiciones en personas con estreñimiento crónico, por lo que podría ser una solución eficaz contra este trastorno.
Un aliado contra la diarrea
También se prescribe en casos de diarrea, pues según indican desde la Asociación Española de Pediatría (AEP), este tipo de fibra lo que hace es absorber hasta 40 veces su propio peso en agua, formando una especie de gel en el intestino que mejora los movimientos intestinales y promueve el tránsito sin generar gases.
Al absorber el agua de las deposiciones, hace que disminuya la viscosidad y el tamaño del bolo fecal. Este aumento hace crecer la tensión de la pared del intestino, lo que conduce a más contracciones y movimientos que promueven su evacuación exitosa sin dolor ni sangrado.
Beneficioso en la diabetes
Los niveles de insulina y de azúcar en sangre se pueden ayudar a controlar gracias a la fibra alimentaria. El psyllium ha demostrado en varios estudios, como los publicado en el Journal of Chiropractic Medicine y Phytotherapy Research que es capaz de reducir las concentraciones de glucosa en sangre en ayunas, lo que disminuye el riesgo de desarrollar diabetes.
Según otro estudio de la Universidad de California (EE.UU.), tomar al menos 10,2 g de psyllium al día puede mantener los niveles de azúcar en sangre más bajos. No hay que olvidar que este tipo de fibra ralentiza el proceso de digestión de los alimentos, por lo que se estabiliza la asimilación del azúcar y hace que pase al torrente sanguíneo de forma escalonada.
Ayuda para bajar de peso
El psyllium, al hacer que las digestiones se ralenticen y el estómago tarde más en vaciarse, puede ayudar a que aumente la sensación de saciedad, por lo que es ideal para aquellas personas que quieran bajar de peso o que estén en un plan de dieta. Un estudio de la revista Appetite expone que tomar 10,2 g de psyllium antes del desayuno y de la comida reduce el hambre y proporciona una mayor saciedad entre comidas.
Una investigación publicada en la revista Complementary Therapies in Medicine indica que tomar 10 g de psyllium dos veces al día podría mejorar el peso corporal de manera significativa, además de tener efectos beneficiosos sobre la glucemia, los lípidos y el estreñimiento.
Reduce el colesterol malo y aumenta el bueno
Otra de las características destacables del psyllium es la capacidad que tiene de adherirse a las grasas y a los ácidos biliares, lo que promueve su eliminación por parte del organismo. Según un artículo científico del Journal of the American Association of Nurse Practitioners, cuando se absorben los ácidos biliares el hígado responde a este déficit usando el colesterol para producir más, por lo que estos niveles disminuyen.
Otro trabajo de la revista PLOS One indica que la suplementación con 6 g de psyllium al día durante un periodo de seis semanas fue capaz de reducir un 6% el colesterol LDL –considerado como el colesterol malo–.
Bueno para la salud cardiovascular
La fibra es buena para el corazón, pues como ya hemos dicho mejora los niveles de azúcar en sangre y reduce el colesterol. Un estudio de 2020 publicado en The Korean Journal of Internal Medicine que revisaba 11 ensayos sobre el psyllium declaró que tomar este alimento podría reducir hasta 2,04 mmHg la presión arterial sistólica, lo que ayudaría al tratamiento de los pacientes con hipertensión.
Por último, según un trabajo de la Curtin University tomar este tipo de fibra puede ser beneficiosa para reducir el riesgo de síndrome metabólico, como hiperglucemia, hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia.
Cómo se toma el psyllium: preparación y cantidades
La manera más común de encontrar el psyllium a la venta es en polvo, ya sea a granel o en cápsulas para tomar por vía oral, y en semillas. Se puede agregar a las comidas, a los horneados o ingerirlo directamente. Eso sí, el Dr. Bernat Vanaclocha, miembro de la SEFIT, nos alerta de que “es muy importante tomar las semillas con abundante líquido, por ejemplo 100 ml por cada 5 g. Tomar preferentemente con las comidas y evitar su toma antes de acostarse”.
El psyllium debe tomarse en las comidas con grandes cantidades de agua, unos 100 ml por cada 5 g, y se recomienda no tomarlo antes de acostarse
Tal y como nos explican desde Bernar de la SEFIT, la European Scientific Cooperative On Phytotherapy (ESCOP) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA) son claras en cuanto a la posología del psyllium y determinan las cantidades que se deben tomar en función de la edad y de lo que se quiera tratar. Como ya hemos dicho anteriormente, este tipo de fibra está recomendada a partir de los 6 años, pues no se han realizado estudios sobre su seguridad y eficacia en niños más pequeños.
Según la EMA, en los niños de 6 a 12 años se puede tomar entre 12 y 25 g de psyllium al día, dividido en tres tomas, mientras que la ESCOP indica que esta dosis debe ser entre 5 y 15 g. A partir de los 12 años la ESCOP recomienda entre 10 y 30 g de semillas al día si se usa como laxante y hasta 40 g en dos o tres tomas si es para detener la diarrea. Por su parte la EMA determina una dosis aconsejada de entre 25 y 40 g al día en tres dosis.
Contraindicaciones del uso del psyllium
Aunque se trata de una fibra natural, pues se obtiene de las semillas de la planta Plantago ovata, no es apta para todo el mundo. Bernat Vanaclocha, de la SEFIT, nos advierte que no debe ser consumida por personas con hipersensibilidad a la zaragatona, aquellos que padecen estenosis esofágica –estrechamiento del esófago– o del tracto gastrointestinal. Además, tampoco se recomienda su toma en pacientes diabéticos con dificultades de ajuste de la dosis de insulina, ni en personas que tengan dificultad para tragar o problemas de garganta.
El HMPC – Comité de Medicamentos Herbales de la EMA– recomendó que los medicamentos con semillas de psyllium no se empleen en pacientes con un cambio repentino en el hábito intestinal que continúa durante más de 2 semanas, y en pacientes con sangrado inexplicable del recto y falta de evacuación fecal después de usar un laxante. Cuando hay dolor abdominal sin conocer el motivo, náuseas, vómitos, obstrucción intestinal o impactación fecal tampoco se debe ingerir el psyllium, pues puede agravar estos problemas.
Otra de las cosas que hay que tener en cuenta es que esta fibra puede interferir con la absorción de otros medicamentos, por ello, se aconseja tomarla al menos media o una hora antes de cualquier medicación.
“También retarda la absorción de hidratos de carbono, por lo que pueden verse reducidas las necesidades de antidiabéticos. La administración simultánea con medicamentos que inhiben el peristaltismo intestinal, como opiáceos o loperamida, solo debe hacerse bajo supervisión médica”, aclara el Dr. Vanaclocha.
Por otro lado, desde la EMA informan sobre efectos secundarios con los medicamentos que contienen semillas de psyllium, que incluyen flatulencia y distensión abdominal (hinchazón del abdomen). Existe el riesgo de que se acumulen heces duras y secas, especialmente si la semilla de psyllium se ingiere sin suficiente líquido. También pueden producirse reacciones alérgicas que incluyen rinitis (secreción nasal), conjuntivitis (enrojecimiento e inflamación del blanco del ojo), broncoespasmo (contracción excesiva y prolongada de los músculos de las vías respiratorias) y anafilaxia (reacción alérgica grave).
Al manipular la preparación en polvo, se debe evitar la inhalación del polvo, ya que esto puede provocar una sensibilización alérgica y el desarrollo potencial de alergias.
Por todo ello, siempre es recomendable dejarse aconsejar por un especialista y consultar previamente con tu médico si es recomendable su uso o no para tu caso concreto.
Creado: 3 de febrero de 2021