Terapia Orthokine, el ‘milagro’ del suero autógeno

La terapia Orthokine emplea un suero rico en antiinflamatorios naturales, obtenido de la sangre del propio paciente, para combatir la inflamación y el dolor asociados a la artrosis y a lesiones en músculos y tendones.
Terapia Orthokine
La efectividad de esta técnica biológica para reducir la inflamación y el dolor y mejorar la movilidad es superior a la de otras alternativas no quirúrgicas.
Eva Salabert

Por: Eva Salabert

Periodista experta en salud

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

La terapia Orthokine es un método que utiliza las propias células del paciente para tratar dolores articulares y de espalda –como los producidos por la degeneración de los cartílagos asociada a la artrosis–, lesiones del tendón y roturas fibrilares. Se emplea desde hace más de diez años en países europeos como Alemania, Austria y Suiza, o en Estados Unidos, donde deportistas de élite, como Kobe Bryant, jugador de los Ángeles Lakers de la NBA han podido continuar en la alta competición tras someterse a esta técnica para curar sus lesiones.

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El elemento clave en el que se basa la terapia Orthokine es un suero sanguíneo rico en factores de crecimiento y antiinflamatorios naturales, que se obtiene a partir de la sangre del propio paciente, por lo que es una sustancia muy bien tolerada, que no genera rechazos, y no tiene efectos secundarios, ni interacciones conocidas con otros medicamentos.

El elemento clave en el que se basa la terapia Orthokine es un suero sanguíneo rico en factores de crecimiento y antiinflamatorios naturales, que se obtiene a partir de la sangre del propio paciente

La efectividad de esta técnica biológica para reducir la inflamación y el dolor y mejorar la movilidad es superior a la de otras alternativas no quirúrgicas, como las infiltraciones de ácido hialurónico para tratar la artrosis de rodilla, y también es más económica y menos invasiva que colocar una prótesis. Sus efectos suelen durar alrededor de dos años, aunque depende de las características del paciente y de la gravedad de la lesión o el grado de deterioro de la articulación en el momento de iniciar el tratamiento.

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Cómo se realiza la terapia Orthokine

Para realizar la terapia Orthokine en primer lugar se extrae sangre al paciente, y se introduce la muestra en una incubadora durante un periodo de entre seis y ocho horas, con el objetivo de estimular los glóbulos blancos, que producen proteínas antiinflamatorias. Se procede después a la centrifugación de la muestra y se obtiene un suero sin células, que contiene factores de crecimiento y tiene propiedades antiinflamatorias.

El tratamiento consiste en inyectar en la zona afectada este suero que, gracias a sus elevadas concentraciones en antiinflamatorios naturales, funciona inhibiendo la inflamación, la irritación de la raíz nerviosa, o las lesiones en tendones y músculos. Como explica el Dr. Juan Manuel Moreno, especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica de la Clínica Juaneda, generalmente se congelan varias dosis para administrárselas al paciente, a razón de una a la semana, y suelen ser necesarias entre cuatro y seis infiltraciones (hasta un máximo de ocho), aunque el paciente empieza a apreciar mejoría desde la primera sesión.

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Además de para tratar la artrosis, la terapia Orthokine también está indicada en medicina deportiva, para favorecer la recuperación de lesiones en los tendones y roturas fibrilares, por ejemplo, en el caso de rotura del tendón de Aquiles, inyectar al paciente el suero rico en factores de crecimiento mejora los resultados de la intervención quirúrgica y acelera la recuperación. Una gran ventaja de esta técnica es que al no provocar efectos adversos se puede repetir cuando sea necesario, siempre bajo criterio médico.

Creado: 15 de marzo de 2016

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