Toxicidad de las setas
Actualizado: 20 de octubre de 2022
El efecto tóxico, y en ocasiones mortal, de las setas, se debe a determinadas sustancias que poseen y que, al ser ingeridas, desencadenan una serie de procesos, algunos irreversibles, en determinados órganos.
Uno de los órganos más afectados es el riñón. Tras la ingestión de estas toxinas, su funcionalidad se ve afectada, transitoria o permanentemente, y se hace imprescindible el uso de programas alternativos de filtrado de la sangre (diálisis). De este modo, la insuficiencia renal es una de las características principales de la toxina denominada orellanina, presente, por ejemplo, en el Cortinarius orellanus.
Las amatoxinas y falotoxinas de las Amanitas alteran el funcionamiento gastrointestinal, provocando gastroenteritis, deshidratación, convulsiones y delirios.
La giromitrina provoca fiebre, y trastornos digestivos y nerviosos que pueden conducir al coma.
Los efectos patológicos de la hemolisina se caracterizan por la destrucción de los glóbulos rojos de la sangre. Es lo que ocurre cuando la Amanita rubescens se cocina poco y no se llega a destruir la toxina por acción del calor.
Existen otras toxinas que provocan confusión, visiones irreales, euforia y agitación. La psilocybina, psilocina y bufotenina están presentes en determinadas setas alucinógenas como los géneros Psilocybe y Amanita. La muscaridina, presente en la Amanita muscaria, provoca efectos en el sistema nervioso.
La coprina, asociada a la ingesta de alcohol, produce reacciones gastrointestinales, angustia y taquicardia, entre otros síntomas.
Síntomas de una intoxicación por setas
Cada tipo de toxina desencadena un síndrome específico; sin embargo, casi todos tienen en común los órganos afectados.
Los efectos de la intoxicación por setas pueden ser precoces o tardíos, siendo más graves los últimos. La sintomatología típica de una intoxicación precoz comienza incluso a los 15 minutos de la ingestión de la toxina y se caracteriza por vómitos, diarreas, dolores abdominales, dificultad respiratoria, alteraciones cardíacas, etcétera.
La intoxicación tardía puede tardar incluso varios días en manifestarse. Durante ese tiempo, produce afectación renal, hepática, sanguínea o neurológica. A grandes rasgos, cuanto más tarde en desencadenar síntomas, más graves serán sus consecuencias.
Creado: 26 de noviembre de 2012