Joana Palmero

Directora General ESMACA, terapeuta en medicina china y consultora macrobiótica
La terapia macrobiótica es, además de una dieta, una forma de vida. Joana Palmero, terapeuta en medicina china y consultora macrobiótica, nos explica en qué consiste y sus principales beneficios.
Entrevista a Joana Palmero, consultora macrobiótica
“La macrobiótica alivia problemas digestivos, fortalece el sistema inmunitario, reduce el estrés, aumenta los niveles de energía…”

13/02/2013

Sus seguidores afirman que la macrobiótica, no es solo una dieta, sino una forma de vida que hace que se sientan bien por dentro y por fuera. Esta terapia propone una alimentación basada en los cereales integrales, las verduras y las frutas, siempre de temporada y de procedencia local, e incorpora algunos condimentos desconocidos en nuestra cultura, así como algunos alimentos que cada vez nos resultan más familiares, como las algas, el tempeh o el tofu. Joana Palmero, directora general de la recientemente inaugurada ESMACA-Escola Macrobiótica de Catalunya, terapeuta en medicina china, consultora de macrobiótica y life coach por ICF, nos explica en qué se basa la filosofía macrobiótica y cuáles son los alimentos recomendados y los requisitos que debe cumplir una dieta de estas características.

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Características de la dieta macrobiótica

¿Qué es la macrobiótica?

El origen del término macrobiótica viene del griego, en concreto, de la palabra ‘macro’ –grande– y ‘bios’ –vida–, por lo que significa ‘gran vida’. Sin embargo, la macrobiótica define también la capacidad de vivir la vida de forma grandiosa y espléndida.

“La macrobiótica hace referencia a un modo de vida no solo basado en una dieta determinada, sino que es, sobre todo, aprender a desarrollar nuestro potencial para conocernos mejor y saber qué es lo que nuestro cuerpo necesita”

Y, para conseguirlo, la alimentación es fundamental, porque ofrece la base biológica, y proporciona la salud necesaria para disfrutar de la vida al máximo y tener sensibilidad hacia nuestro entorno. Los seres humanos somos lo que comemos, literalmente, y los alimentos forman parte de la sangre que nutre las células, los órganos y el cerebro.

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La palabra macrobiótica (macro+bio+tica) hace referencia a un modo de vida macro, no solo basado en una dieta determinada o en alimentos buenos y malos, sino que es, sobre todo, poder aprender a desarrollar nuestro potencial para conocernos mejor y saber qué es lo que nuestro cuerpo necesita.

¿Cuáles son los alimentos que recomienda?

La dieta macrobiótica se basa en una distribución adecuada en cada plato principal del día de una serie de alimentos, teniendo siempre en cuenta la condición de salud de cada persona. Los alimentos recomendados son:

  • Cereales integrales: la pirámide alimentaria moderna, coloca a los cereales integrales en la base de un régimen alimenticio adecuado para la especie humana. La gran mayoría de las escuelas alimentarias más prestigiosas respaldan la idea de que el consumo de cereales debe ser diario y particularmente en su forma integral o semi-refinada. Los cereales integrales para el día a día deben ser biológicos, ya que la gran cantidad de pesticidas presentes en la mayoría de los alimentos perjudican gravemente la salud.
  • Verduras: introducir en nuestra dieta poco a poco la gran variedad de verduras de las que disponemos. Hojas verdes, raíces…, disminuyendo la ingesta de crudas. De nuevo, es importante que sean preferiblemente de cultivo biológico.
  • Pickles: son una fuente rica en enzimas y bacterias que benefician la digestión y favorecen una función intestinal saludable. Son fuentes ricas en vitaminas sobre todo la C.
  • Legumbres y derivados: los chinos utilizan las legumbres, algunas en especial para tratar los problemas de riñones y vejiga. El tempeh se obtiene a partir de un proceso de fermentación de la soja y es una fuente importante de proteínas y de vitaminas del grupo B. El tofu se produce a partir de la leche de soja, y tiene un gran valor proteico.
  • Las algas: los vegetales marinos son muy ricos en minerales, sobre todo calcio y oligoelementos como cobre, cinc, etcétera. Las algas también son ricas en proteínas e hidratos de carbono y vitaminas, y algunas contienen cantidades asimilables de vitamina B12, que generalmente se considera que sólo existe en productos animales.
  • Condimentos: es cierto que muchos de estos condimentos macrobióticos son desconocidos por nuestra cultura, pero comparten una ventaja y es que todos tienen propiedades medicinales muy importantes, y si los vamos incorporando en nuestra dieta diaria, lo que hacemos es ir nutriendo nuestro organismo, a la vez que realzamos nuestros platos.
  • Oleaginosas: el aceite tiene muchas propiedades beneficiosas para el organismo, pero hay que consumirlo con moderación.

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Además del tipo de alimentos, ¿qué otros requisitos debe cumplir la dieta para considerarse macrobiótica?

“La pirámide con la que trabajamos en macrobiótica era la forma de alimentación practicada por nuestros antepasados hace unas décadas, cuando se comían mayoritariamente cereales integrales, verduras y hortalizas y fruta”

La dieta macrobiótica incluye una serie de principios que definen una alimentación apropiada, y sugiere que se coma de acuerdo a:

  • La tradición: la pirámide con la que trabajamos en macrobiótica era la forma de alimentación practicada por nuestros antepasados hace unas décadas, cuando se comían mayoritariamente cereales integrales, verduras y hortalizas y fruta. Respecto a la carne, el animal era criado en libertad, bien alimentado, sin hormonas de crecimiento, ni antibióticos ni vacunas. Todo esto ha ido cambiando vertiginosamente, y también nuestra condición. Ahora tomamos alimentos listos para comer, tenemos cazuelas que aceleran el proceso de cocción de los alimentos, todo es tragado rápidamente sin masticar bien. La digestión empieza en la boca y no en el estómago, como mucha gente piensa.
  • La localización geográfica: debe entenderse que cuando se consumen alimentos con cualidades próximas a las del clima en que se vive es más fácil estar en armonía con la naturaleza. Por eso es importante consumir frutos y verduras producidos localmente.
  • La estación del año: en macrobiótica se entiende que comer de acuerdo con el ritmo de la naturaleza hace que fluyamos mejor con ella misma.
  • La ecología: también se debe tener en cuenta este aspecto.
  • La edad, sexo, estilo de vida y la condición de la salud: es lógico pensar que no necesita comer lo mismo un niño de 7 años de edad que una persona de 60 años. Lo mismo se aplica al estilo de vida y al estado de salud; las necesidades alimenticias serán diferentes en función de cada persona.
  • Yin y Yang: a pesar de que no es necesario para hacer comidas equilibradas entender estos conceptos, es uno de los principales aspectos que se tienen en cuenta en la alimentación macrobiótica.

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¿Esta dieta es adecuada para cualquier persona, o tiene contraindicaciones?

Sí, es adecuada para cualquier tipo de persona, pero siempre teniendo en cuenta cuáles son sus necesidades individuales. ¿Contraindicaciones? Pues partiendo de la idea de que es una dieta muy amplia y que prácticamente no restringe casi nada, te diría que no. Por ejemplo, para una persona con una insuficiencia importante o que esté desnutrida debido a un vegetarianismo extremo y mal llevado, una dieta estricta sería contraproducente; en este caso debería llevar una dieta macrobiótica muy amplia, incluso incorporando a menudo pescados y algo de carne.

“Esta alimentación se puede seguir a partir del destete, teniendo en cuenta que un niño no debería comer una dieta macrobiótica estricta”

¿A partir de qué edad se recomienda seguirla?

A partir del destete teniendo en cuenta, una vez más, que un niño no va a comer ni debería comer una dieta macrobiótica estricta, es decir, comería de todo de una manera equilibrada y saludable y lo que le corresponda según la edad.

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¿Qué alimentos están estrictamente prohibidos en la dieta macrobiótica?

Azúcar refinado y sacarinas. Hay otros que, dependiendo del estado de salud, se recomienda evitar: lácteos, carnes (sobre todo las rojas), las solanáceas, bebidas carbonatadas, alcohol, bebidas estimulantes y alimentos altamente procesados, huevos, embutidos, harinas blancas, quesos duros, especies muy fuertes. Claro, insisto, toda esta lista no es a evitar para todo el mundo igual, sino que dependiendo del caso algunos alimentos de esta lista se podrían consumir con moderación.

¿Es cierto que este tipo de alimentación contribuye a eliminar toxinas?

Sí, y puede hacerse de una manera gradual y agradable, a base de la combinación de alimentos y tipos de cocciones.

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¿Se puede seguir también esta dieta cuando tenemos que comer fuera de casa?

Sí, es cuestión de conocer nuestras necesidades, y en las comidas que hagamos fuera de casa seleccionar bien los alimentos que comemos. Luego equilibraremos con el desayuno y la cena en casa, por ejemplo.

Macrobiótica y estilo de vida

Además de los hábitos alimentarios, ¿qué otros cambios en el estilo de vida propugna la macrobiótica?

Los más importantes serían:

Imagen comida
  • Irse a dormir habiendo dejado un mínimo de dos horas para la digestión. O sea, que si nos vamos a dormir a las 23,00, por ejemplo, pues cenaríamos a las 21,00, ideal a las 20,00.
  • Irse a dormir temprano y levantarse temprano.
  • No beber agua con las comidas y, si bebemos, que sea al menos de temperatura ambiente.
  • Tomar el postre una o dos horas después de comer. Incluso reservarse el postre para la hora de la merienda.
  • Frotarse la piel de todo el cuerpo con una toalla de algodón mojada en agua caliente.
  • Realizar ejercicio a diario; dependiendo de la persona, con caminar 30 minutos al día de manera activa ya estaría bien.
  • Estar más en contacto con la naturaleza.
  • Desarrollar un sentimiento de gratitud hacia todo lo que nos rodea.
  • Comprender que la limpieza de la casa la podemos vivir como un ejercicio físico saludable, que además nos ayuda a cuidar nuestro entorno.

Recientemente han inaugurado la Escola Macrobiótica de Catalunya-ESMACA, en la que se dan cursos para formar a consultores, ¿se necesita alguna capacidad o cualidad específica para convertirse en consultor macrobiótico?

Que la persona esté comprometida y crea en ella. Que quiera ayudar y acompañar a la gente que necesita ayuda y la pide con la macrobiótica.

¿En qué consiste la terapia macrobiótica?

Una visita macrobiótica es algo que la gran mayoría de la gente no está acostumbrada a recibir, tanto por el estilo de consulta que se hace, como por la variedad y cambios que puede encontrarse en cuanto a los consejos sobre alimentos y hábitos y estilos de vida saludable. Entre los elementos de apoyo que le facilitamos al paciente está un amplio dossier con todas las recomendaciones alimentarias y de estilo de vida para recuperar su equilibrio y conseguir los objetivos que se desean.

¿Cuánto tiempo dura esta terapia?

Es importante que se realicen tres visitas. En la primera, que dura unos 60-90 minutos, se hace un diagnóstico al paciente y se le dan pautas sobre alimentación, hábitos de vida. Se trabaja sobre el motivo por el que el paciente desea incorporar la macrobiótica a su estilo de vida y sobre las dificultades que podría encontrar para llevarlo a cabo.

En la segunda visita (entre 45 y 60 minutos) se comprueba cómo ha seguido la persona las pautas que se le dieron en la primera visita, así como los efectos -físicos y emocionales- que le ha producido. En esta sesión también se identifican las dificultades que ha tenido el paciente para aplicar la dieta que se le propuso y se buscan herramientas que ayuden al paciente a cumplir los aspectos que más le cuestan.

En la tercera y última sesión (entre 45 y 60 minutos), se analiza el nivel de consciencia del individuo en relación a lo que siente con este tipo de alimentación, con el objetivo de ayudarle a organizar su menú diario en función de las características de su entorno, para que esta persona comience a actuar por sí misma y sin necesidad del consultor (en el caso de que su interés sea únicamente adquirir conocimientos sobre un estilo de vida saludable), e integre la macrobiótica en su vida.

“La macrobiótica está indicada para las personas que crean que tiene que haber una manera más simple de vivir y de ser más felices sin depender tanto de las cosas materiales”

¿Para quién está indicada la terapia macrobiótica?

Para todo el mundo que quiera alimentarse de una manera más equilibrada o tenga problemas de salud.

Para aquellas personas que crean que tiene que haber una manera más simple de vivir y de ser más felices sin depender tanto de las cosas materiales. Para aquellos que han empezado un camino en la meditación y notan que les cuesta hacerlo, la macrobiótica les puede ayudar mucho.

Para deportistas que quieren rendir más en su deporte y están inquietos por llevar también una alimentación saludable. O sea, que no quieren mejorar en el deporte a cualquier precio, porque son conscientes de que a largo plazo se paga un precio muy caro, según lo que tomes.

¿Qué tipo de problemas puede resolver?

Puede haber muchos motivos por los que una persona se quiera introducir en el mundo de la macrobiótica, los principales son:

  • Aliviar o solucionar sus problemas digestivos.
  • Fortalecer el sistema inmunitario.
  • Reducir los niveles de colesterol y presión arterial.
  • Adelgazar o mantener el peso.
  • Reducir el estrés.
  • Aumentar los niveles de energía.
  • Llevar una dieta saludable.
  • Mejorar una enfermedad crónica.

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