Tratamiento de la trematodiasis y prevención

Existen tratamientos específicos para la trematodiasis. Los síntomas leves se pueden tratar con medicamentos inespecíficos que alivien al paciente (analgésicos que disminuyan la fiebre y el dolor, aerosoles para abrir los bronquios, cremas de corticoides que disminuyan la inflamación, etcétera).

Cuando el cuadro de trematodiasis es grave se pueden realizar intervenciones más agresivas, como la intubación en caso de fallo respiratorio.

Los medicamentos antiparasitarios que se usan en estos casos actúan contra el gusano paralizándolo y evitando el buen funcionamiento de su metabolismo. Cada uno de los trematodos responde mejor a un tipo concreto de medicamento. Los más usados son el albedazol y el prazicuantel.

Prevención de las trematodiasis

No existe vacuna contra este tipo de parásitos, por lo que para evitar la parasitación por los trematodos y evitar epidemias se recomiendan una serie de medidas:

• Lavarse las manos con agua y jabón durante 30 segundos varias veces al día. Si no hay agua se pueden utilizar soluciones hidroalcohólicas. Sobre todo antes de comer.
• Lavar las verduras y hortaliza con lejía comestible antes de comerlas.
• Cocinar el pescado y el marisco hasta que esté bien hecho. No tomarlo nunca crudo aunque esté marinado. Si quieres tomarlo crudo debes congelarlo intensamente durante días antes de comerlo.
• Cultivar las hortalizas y verduras en aguas exentas de una posible contaminación animal por vía fecal.
• No bañarse en ríos de agua dulce de países exóticos con pocas medidas de salubridad (Egipto, Sudeste asiático, Caribe…).

Hay otras medidas preventivas de la trematodiasis que no dependen de una sola persona, sino que son adoptadas por los gobiernos de los diferentes países en los que son más habituales para combatir a estos parásitos. El más importante es el control de caracoles mediante venenos que regulen su población. También es importante crear leyes que regulen el consumo de alimentos en restaurantes e instituciones.