Urgencias durante el embarazo
Urgencias en el embarazo: 14 motivos para ir al hospital
1
Sangrados vaginales
El sangrado vaginal es una de las urgencias más frecuentes, independientemente de la etapa del embarazo en la que se esté. Al inicio es normal un mínimo sangrado, según indican desde la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO): hay hemorragias leves ocasionadas por la implantación del óvulo fecundado en la pared del útero, por lo general entre 6 y 14 días después de la ovulación, de color rosado o amarronado. Pero aconsejan recurrir al hospital para valorar cualquier pérdida de sangre vaginal similar o mayor a una regla, porque puede deberse a una amenaza de aborto, a un posible desprendimiento de placenta o a casos de placenta previa. Estos problemas suelen desaparecer con reposo.
2
Fiebre alta
Si la temperatura corporal aumenta más allá de 38ºC sin motivo aparente (como una gripe, por ejemplo, de la que también habría que informar a nuestro médico pero sin tener porqué acudir a Urgencias) estamos ante una señal de alarma, ya que puede indicar que hay alguna infección que puede poner el riesgo el embarazo. Por tanto, tras identificar la causa concreta, nos pondrán el tratamiento adecuado para que todo vaya bien.
3
Dolores abdominales o pélvicos
“El dolor pélvico es, junto al sangrado vaginal y las contracciones uterinas, uno de los motivos de consulta más habituales”, señala jefe del servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital de Manises (Valencia), Fernando Gil Raga. Así, cuando sintamos un dolor agudo que no cesa (normalmente disminuye con el reposo) en la zona del bajo vientre hemos de acudir al servicio de Urgencias porque puede ser indicativo de complicaciones como el embarazo ectópico (embrión anidado fuera del útero).
4
Molestias al orinar
Si percibimos cambios en el color o el olor de la orina, si aumenta mucho la necesidad de ir al baño con más frecuencia (lo que es más normal al principio y al final de la gestación), o si sentimos dolor al orinar tenemos que acudir al hospital porque puede existir una infección de orina, que incluso podría provocar pequeñas contracciones que modifican el cuello uterino. Este es un problema relativamente habitual en el embarazo, pero con un tratamiento correcto se solucionará de manera satisfactoria.
5
Pérdida de líquido vaginal
A partir del segundo trimestre de embarazo se deben consultar estas pérdidas debido a una posible rotura o fisura de la bolsa amniótica, lo que a su vez puede conllevar un parto prematuro. Al final de la gestación estas pérdidas señalan que el parto va a comenzar. Desde la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) explican que aunque el goteo sea pequeño y de manera intermitente, también hay que acudir al hospital para un correcto diagnóstico. Una vez que se rompe la bolsa, independientemente del trimestre, la gestante deberá quedarse ingresada.
6
Dolor de cabeza constante
S es algo puntual o que remite con fármacos analgésicos no hay que alarmarse, pero si es frecuente e intenso, es un síntoma que hay que consultar cuanto antes porque puede revestir mayor gravedad debido “al aumento de la presión sanguínea, teniendo que descartar hipertensión arterial o preeclampsia”, puntualiza Fernando Gil Raga, jefe del servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital de Manises (Valencia). Por ello, hay que controlarlo rápidamente para que no haya complicaciones durante cualquier momento del embarazo. Aunque hay que prestar especial atención a la presión arterial en el último trimestre.
7
Contracciones uterinas
El útero se va preparando para el parto y es normal que notes contracciones durante el transcurso de la gestación, pero estas se convierten en motivo de consulta urgente si la mujer aún se encuentra lejos de dar a luz y si son muy intensas o se vuelven muy frecuentes. La SEGO explica que “en las proximidades de la fecha probable de parto hay que diferenciar entre contracciones preparatorias que tienen un patrón irregular, de las que señalan el establecimiento del trabajo de parto. Estas últimas se caracterizan por ser frecuentes y regulares; suceden cada muy pocos minutos y no cesan en varias horas”. En urgencias te indicarán si entran dentro de lo normal o pueden suponer una amenaza de parto prematuro.
8
Ausencia de movimientos fetales
Observar cómo y cuándo se mueve nuestro bebé a lo largo de la gestación puede ser muy útil para saber si está creciendo correctamente, pero si dejamos de notarlo, habrá que consultar de inmediato a un profesional médico, “sobre todo al final del embarazo si disminuyen bruscamente o no lo notamos en más de 12 horas”, puntualiza Fernando Gil Raga, jefe del servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital de Manises (Valencia).
9
Vómitos intensos
Las náuseas y los vómitos son bastante normales; suelen empezar en la sexta semana de embarazo y durar hasta el segundo trimestre. Pero el riesgo está cuando son muy intensos y repetidos, con lo que pueden dar lugar a una deshidratación e incluso desnutrición. La futura madre pierde peso y puede haber complicaciones. Es lo que médicamente se denomina hiperémesis gravídica, para lo que el médico puede aconsejar tomar ciertos fármacos, vitaminas o suplementos nutritivos. Si ya la mujer no tolera la comida o la bebida, deberá recibir el alimento por vía intravenosa.
10
Golpes o accidentes
El centro de gravedad de la mujer cambia durante el embarazo, su equilibrio no es el mismo, ni tampoco su agilidad; por eso no es extraño que sufra alguna caída o accidente. Evidentemente en estos casos es obligado acudir a urgencias y comprobar la gravedad del incidente, si ha afectado a la gestante o ha perjudicado al bebé (especialmente si el impacto ha sido en el abdomen). En el último trimestre es cuando suelen suceder más caídas y hay que tener en cuenta que en este momento el bebé es más vulnerable.
11
Cambios anormales en el flujo vaginal
Este flujo aumenta y va cambiando durante la gestación debido a la “revolución hormonal”. Lo normal es que sea claro, de densidad variable, sin apenas olor y que no cause molestias. Pero hay que consultar con el médico si observamos que presenta mal olor, si tiene un color verdoso o si causa algún tipo de dolor, irritación o picores. Hay que descartar que haya una infección. Eso sí, cuando vayas a ponerte de parto expulsarás el llamado tapón mucoso, que es un conjunto de secreciones mucosas (de color más rojizo) que se han ido acumulando en forma de barrera para proteger de las infecciones.
12
Varices o hemorroides dolorosas
El retorno venoso se complica a lo largo del embarazo, sobre todo si se pasa mucho tiempo de pie, y unas de las compañeras más habituales de las mujeres en esta etapa son las varices (principalmente en las piernas). Hay que vigilarlas y si vemos que se inflaman, se ulceran, nos duelen o se produce una hemorragia, deberemos acudir a urgencias. En cuanto a las hemorroides, son también muy frecuentes en la gestación e incluso durante el puerperio. El ginecólogo y obstetra, Fernando Gil Raga, señala que “es una urgencia el dolor súbito en pacientes con hemorroides porque suele asociar una trombosis”.
13
Picor intenso en la piel
Suele darse en manos y pies y se acentúa al final del día. Tan solo puede deberse a sequedad de la piel o alguna reacción alérgica, pero lo mejor es consultarlo por si existe algún un problema en el hígado que ponga en riesgo la gestación.
14
Hinchazón (edema)
Ante hinchazón en la cara, las manos o los pies de manera muy notoria y prolongada en el tiempo, hay que acudir a Urgencias. Más aún si va acompañada de otros síntomas como dificultades en la visión. Esta hinchazón o edema se produce por retención de líquidos y se suele agravar al final del embarazo. El mayor riesgo es que esté asociado a cuadros de hipertensión gestacional, por lo que hay que consultarlo de inmediato para evitar complicaciones.
Actualizado: 21 de marzo de 2023
Durante los nueve meses que dura el embarazo tu cuerpo cambia mucho y bastante deprisa, y es lógico que estés desorientada, asustada y no sepas si esas modificaciones son normales o no. A lo que se suma que pueden ir surgiendo numerosos imprevistos y motivos que pueden ser señales de alarma por si hacen peligrar el buen curso de la gestación, tu salud o el bienestar de tu bebé. La mayoría de ellos suelen ser problemas leves, pero algunos se pueden complicar. Por eso, aunque tengas dudas de si acudir o no al servicio de Urgencias lo mejor es que lo hagas ante las siguientes situaciones, que te pongas en manos de los profesionales médicos y así se aleje cualquier riesgo. Aquí te explicamos los motivos más habituales por los que ir al hospital rápidamente si estás embarazada para que tengas una “hoja de ruta”.
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Por supuesto, además de ante sangrados vaginales, golpes o dolores pélvicos, deberemos acudir a Urgencias ante cualquier otro percance, accidente o problema que suceda (diarrea, dificultades al respirar, desmayos, las picaduras de algún insecto, un aumento brusco e injustificado de peso…) y que nos llevaría a consultar de inmediato con los profesionales médicos incluso sin estar embarazadas.
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Creado: 25 de mayo de 2017