Periquito australiano

El periquito australiano se caracteriza por sus bellos colores, un carácter alegre y vivaz, además de una gran inteligencia, por lo que no es de extrañar que se haya convertido en una de las aves más extendidas como mascota.

Características del periquito australiano como mascota

Por: Diana Oliver

Periodista especializada en vida sana, maternidad e infancia y mascotas

Actualizado: 5 de septiembre de 2022

Pese a que, como su propio nombre indica, procede de Australia, el periquito australiano puede encontrarse en la actualidad en un buen número de países alrededor del mundo, ya que es una de las especies de ave más extendida como mascota. Su introducción en Europa se produjo en 1840 de la mano del ornitólogo inglés John Gould; momento a partir del cual comenzó a extenderse el interés por la cría de un ave de gran belleza y tamaño diminuto: mide entre 18 y 20 centímetros de media y pesa alrededor de 30 gramos.

El periquito australiano pertenece a la familia de los loros (Psittacidae), lo que, según nos cuenta Juan Carlos Uria, criador de periquitos y fundador de Aviario Valmayor, explica la forma de su peculiar pico curvado. Añade el criador como características más destacables “su vuelo ágil y un cereo (narices) que por norma general es azul en los machos y azul celeste y marrón en las hembras”.

En cuanto al color de sus plumas, en cautividad encontramos periquitos australianos con un plumaje que mezcla la mayoría de tonos en múltiples combinaciones: amarillo y verde, amarillo y marrón, gris y blanco… Los únicos colores que no presenta esta ave son el rojo y el negro.

Comportamiento del periquito australiano

En cuanto al carácter del periquito australiano, Juan Carlos Uria lo define como alegre y vivaz. También es muy inteligente ya que, como explica el experto, “es capaz de reconocer a su dueño y alegrarse al verlo y jugar con él”. Por ello es un ave muy querida por quienes optan por su compañía, especialmente los niños, que siempre disfrutan de la presencia de estos bellos animales.

Como ave gregaria que es, disfruta y necesita la compañía de otros iguales por lo que el hábitat ideal será aquel que incluya a otros periquitos; al menos a otro de su especie como pareja para evitar la tristeza o el aburrimiento que le produciría la soledad; especialmente si pasamos largas horas fuera de casa.

Advierte Uria que el periquito australiano que tenemos actualmente por todo el mundo no es que se tenga que adaptar a la vida en cautividad, es que no podría vivir en libertad, ya que “la cría en cautividad durante tantos años ha limitado bastante su resistencia en vuelo (sobre todo en su variante conocida como periquito inglés)”. Además, incide el criador, “no se encontraría en su hábitat, le faltaría alimento y se encontraría con depredadores mucho más ágiles que él”.