Síndrome de Alienación Parental
El Síndrome de Alienación Parental (SAP) se produce cuando uno de los progenitores, ante un conflicto de pareja, y de forma patológica, desvaloriza o desacredita al otro para intentar ‘robarle’ el amor de sus hijos.

Cómo actuar si sospechas que tu hijo sufre Síndrome de Alienación Parental (SAP)

Dra. Vanesa Fernández López

Por: Dra. Vanesa Fernández López

Psicóloga, especialista en emociones

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

El Síndrome de Alienación Parental (SAP) supone un tipo de maltrato psicológico hacia un menor, especialmente cuando se usa en el contexto de una disputa por su custodia. La primera actitud ante cualquier tipo de violencia es alejarse del agresor que, en este caso, no solo agrede al niño, sino también al otro progenitor. Por ello, imaginarás que ante la presencia de SAP lo mejor es alejarse; primero, para que el pequeño deje de sufrir, y segundo, para que la imagen que proyectas sobre él no pueda continuar viéndose amenazada por el otro progenitor, ya que las personas que ejercen el chantaje emocional necesitan dos cosas para conseguir su objetivo: proximidad y tiempo.

PUBLICIDAD

No obstante, a veces las circunstancias personales no hacen posible la separación. Si ese es tu caso, te ofrecemos algunos consejos para que puedas ayudar a tu hijo:

  • Habla con tu pareja o ex pareja, o el familiar que trata de desvalorizarte frente a tu hijo, de lo que te parece que está haciendo. Muestra tu desaprobación al respecto, y pídele que te explique el por qué de su comportamiento.
  • Apóyate en tu familia, amigos cercanos…, personas en las que puedas confiar. Es posible que lo estés pasando mal, y no tienes por qué afrontar esta situación en soledad.
  • Cada vez que el otro progenitor te desacredite, si estás presente defiéndete para que tu hijo no asuma ese mal concepto sobre ti. Defiéndete delante del niño, pero sin recurrir a insultos ni salidas de tono.
  • No entres en su juego ni cedas a sus provocaciones hablando mal al niño del otro progenitor. No lavarás tu imagen con ello, y al niño le harás más daño. Simplemente dile que puede confiar en ti y contarte lo que el otro progenitor dice de ti, pero nunca traiciones su confianza. Debes conocer la situación para defenderte diciéndole: “bueno, es posible que papá/mamá piense eso de mí, pero sabes que las cosas no son de esa manera (ponle ejemplos que lo demuestren), y a veces los mayores nos confundimos”.
  • No te canses de decirle cuánto le quieres. No es necesario que seas excesivamente complaciente para ganarte el afecto del niño con un estilo educativo demasiado flexible, porque a la larga los límites se agradecen, siempre que hayan estado combinados con un cariño incondicional.
  • No fuerces a hablar al niño si no quiere; probablemente lo haga de forma espontánea cuando esté relajado bañándose, dibujando, o jugando.
  • Pide ayuda especializada de un profesional si consideras que tu hijo está sufriendo por esta situación y no sabes cómo ayudarle.

PUBLICIDAD

Creado: 30 de diciembre de 2016

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD