Miedo a volar, cómo superarlo

El miedo a volar puede aparecer nada más subir al avión, o incluso varios días antes de realizar el vuelo previsto.
Actualizado: 30 de septiembre de 2025
La aerofobia es una fobia de carácter específico que aparece cuando la persona debe hacer un viaje en avión. Dependiendo del caso, el miedo a volar puede aparecer desde nada más subir al avión hasta varios días antes de realizar el vuelo previsto, o desde que la persona sabe que tiene que hacer dicho viaje. Este temor, en la mayor parte de los casos, viene asociado a la idea de un posible accidente aéreo, lo que lleva al sujeto a estar constantemente pendiente de las señales que indiquen la posibilidad de que este se produzca (sonido del motor, turbulencias, expresión facial de las azafatas, etcétera). Cuando creemos que estamos ante una situación peligrosa nuestros sentidos se agudizan, por lo que algunas señales que podrían pasar desapercibidas en circunstancias normales tienden a intensificarse y a ser percibidas como una amenaza (por ejemplo, sonidos del avión) haciendo que aumenten nuestros niveles de ansiedad.
Este tipo de fobia cursa con una importante activación psicofisiológica, como el aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria, un incremento de la tensión muscular, etcétera, por lo que si no se recibe un tratamiento eficaz a tiempo la fobia a volar puede asociarse con otros problemas de ansiedad como el trastorno de pánico con agorafobia, caracterizado por el temor a sufrir una crisis de ansiedad y no poder recibir ayuda para aliviar sus síntomas.
Los datos epidemiológicos sobre el miedo a volar son poco precisos. No obstante, tomando como referencia los resultados de diferentes estudios se calcula que un 25% de la población general tiene miedo a volar. De ellos, un 10% pueden considerarse fóbicos.
Causas del miedo a volar
Muchas personas se preguntan por las causas de su miedo a volar. La respuesta se relaciona con múltiples factores. Desde el punto de vista psicológico el más importante es el rasgo de ansiedad de la personalidad del paciente, es decir, la tendencia a interpretar determinadas situaciones como amenazantes, pudiendo ser el viaje en avión una de ellas. Por otro lado, las personas controladoras tienen a sufrir un mayor nivel de ansiedad ante situaciones que no controlan, y un viaje en avión es una situación de “no control personal” por excelencia.

Compartir un espacio tan pequeño con tantas personas extrañas también puede hacer que se tenga miedo a volar, especialmente tras la alerta mundial por la epidemia de coronavirus. Las personas hipocondriacas son el prototipo de este tipo de miedo, pues creen que pueden contagiarse con el SARS-CoV-2 o con cualquier otra enfermedad en su trayecto en avión. Este colectivo de reconoce porque suelen limpiar las zonas de sus asientos con desinfectantes y extreman las precauciones para evitar riesgos.
Otro factor que influye poderosamente es la experiencia previa del sujeto en otros vuelos (por ejemplo, que haya tenido un mal vuelo en alguno de sus viajes), o lo que conoce porque se ha documentado sobre accidentes aéreos o por lo que otros le han contacto (lo que denominamos aprendizaje por observación o por transmisión de información). Estos tipos de aprendizajes pueden hacer que se desarrolle y mantenga una fobia a volar.

Las personas con aerofobia experimentan elevados niveles de ansiedad cuando deben viajar en avión
Síntomas del miedo a volar
El diagnóstico de la fobia a volar se realiza mediante une entrevista clínica por parte de un profesional especializado, que puede complementarse con pruebas psicométricas (test) y otras medidas de autoinforme como los auto registros, donde el paciente anota las sensaciones y pensamientos que experimenta ante un vuelo, indicando su nivel de ansiedad en distintos momentos. A diferencia del miedo a volar, donde la ansiedad que experimenta la persona no interfiere en ningún momento con su vida, en el caso de la aerofobia el paciente presenta los siguientes síntomas:
Es importante diferenciar la fobia a volar con otros cuadros de ansiedad que pueden darse en una circunstancia de vuelo. Este sería el caso de la agorafobia, cuyo diagnóstico diferencial con la fobia a volar es fundamental para llevar a cabo un adecuado tratamiento. En el primer caso, el avión se convierte en una situación agorafóbica como otra cualquiera, en la que la persona siente miedo a sufrir una crisis de ansiedad (o ataque de pánico) y no poder escapar o recibir ayuda. En este caso, el sujeto tiene miedo a las sensaciones que pueda experimentar en el interior del avión y no al avión en sí mismo ni al hecho de tener que realizar un viaje aéreo. Sin embargo, las personas con fobia a volar centran su temor en la posibilidad de que se produzca un accidente y no en sus sensaciones físicas, verbalizando en algunos casos sentir que “sujetan el avión con su mente”. Debido a la alta asociación con los trastornos de ansiedad, como hemos explicado anteriormente, existen casos en los que se pueden padecer ambas patologías al mismo tiempo.

Las técnicas de relajación pueden ayudar a superar el miedo a volar
Cómo superar el miedo a volar
Para poder superar o sobrellevar mejor tu miedo a volar es bueno que sigas las siguientes recomendaciones:
Creado: 8 de mayo de 2015