Froteurismo: tocamientos delictivos
El froteurismo es un trastorno parafílico que suele aparecer durante la adolescencia, y que consiste en realizar tocamientos sobre las zonas erógenas de otra persona sin su consentimiento y como forma exclusiva de excitación.

Qué es el froteurismo o frotismo

Georgina Burgos

Por: Georgina Burgos

Sexóloga, psicóloga y escritora

Actualizado: 10 de marzo de 2023

El frotismo es un trastorno parafílico que consiste en sentir una excitación intensa y un impulso irrefrenable de realizar tocamientos y fricciones contra otra persona, sin haber dado ésta su consentimiento. Si bien la mayoría de las personas frotistas son hombres, también puede darse en mujeres. Algunos autores aportan la cifra siguiente: por cada ocho hombres frotistas hay una mujer frotista. Este trastorno también se conoce como froteurismo, o chikan, en Japón, donde este contacto corporal contra la voluntad de la víctima es un problema social.

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Esta conducta suele darse en lugares muy concurridos, como el metro o el autobús en horas punta o en grandes aglomeraciones, donde la víctima tiene pocas posibilidades de movimiento de escape, o al cruzarse con ella por la calle. El frotista puede planear sus intervenciones y suele elegir víctimas jóvenes de sexo femenino.

Durante el frotamiento o tocamiento puede imaginar que está manteniendo una relación sexual con normalidad, plena y satisfactoria con la víctima, y puede llegar al orgasmo. Es habitual que el frotista tenga creencias erróneas sobre el deseo sexual ajeno, así como sobre la acogida y la adecuación de sus actos por parte de la víctima.

Algunos hombres cubren su pene con un plástico para evitar manchar la ropa en caso de eyacular durante el frotamiento, aunque con frecuencia suelen masturbarse más tarde rememorando lo sucedido. Como se trata de un acto delictivo, muchos frotistas se dan a la fuga tras el frotamiento o tocamiento.

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Al tratarse de un trastorno parafílico, el frotismo no es una actividad transitoria y esporádica, sino que se manifiesta como un impulso irrefrenable y una actividad compulsiva que puede verse incrementada, en su frecuencia, en los periodos de estrés y durante las dificultades vitales significativas.

Bullicio de gente

Es, además, el único modo en que la persona se excita, lo que implica que su repertorio sexual dará poco margen de maniobra para alcanzar una vida sexual más acorde a los modos habituales de vivir la sexualidad de la mayoría de los hombres y las mujeres que le rodean.

Algunos autores consideran el frotismo, junto al voyerismo y al exhibicionismo, un trastorno de la etapa de cortejo, pues el modo de seducir y aproximarse a la persona con la que se desea mantener una relación erótica o sexual no es el normativo o consensuado socialmente.

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Es importante considerar que el hecho de disfrutar de este tipo de práctica en el marco de un repertorio de erótica y amatoria amplios y consensuados no implica que una persona padezca un trastorno parafílico de frotismo. Por supuesto, no debe confundirse con el petting.

Sobre el continuo erótico del frotismo

Desde una perspectiva del continuo erótico podemos considerar que hay diversos tipos de práctica frotista: la que ocurre sin el consentimiento del otro y como una práctica exclusiva en el repertorio sexual, la accidental que ocurre sin quererlo pero que resulta excitante, la consensuada voluntariamente como una práctica más en el repertorio sexual de los participantes, etcétera.

Existe una gran diversidad erótica llena de peculiaridades posibles que pone a prueba nuestra mirada de la erótica y de la amatoria humanas. Hay quienes consideran que el frotismo consensuado es una práctica excitante y disfrutan de ella. El consenso ineludible para aceptarlo radica en el consentimiento voluntario y plenamente libre de quienes participen en la actividad erótica.

Frotismo concensuado

Es indispensable no confundir las peculiaridades eróticas con un trastorno parafílico. A diferencia, este segundo se manifiesta en una conducta delictiva que molesta a quienes se encuentran involucrados involuntariamente en el suceso y genera malestar. El hecho de disfrutar de una actividad frotista consensuada, como un aspecto más de una vida sexual rica y variada en erotismos y amatorias, no implica padecer un trastorno parafílico de frotismo.

Creado: 17 de mayo de 2019

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