Asocian sufrir jet lag crónico con más riesgo de cáncer de hígado

Un estudio en ratones ha demostrado que la alteración de los ritmos circadianos que causa el jet lag crónico aumenta el riesgo, tanto de enfermedad hepática asociada a la obesidad, como de cáncer de hígado.
Viajero con jet lag crónico durmiendo en el aeropuerto
Diversos estudios han comprobado que alterar los ritmos circadianos causa problemas de salud.

Sufrir jet lag de manera continuada aumenta tanto la enfermedad hepática asociada a la obesidad, como el riesgo de desarrollar cáncer de hígado, según demuestran los resultados de un estudio en ratones realizado por un equipo de científicos del Baylor College of Medicine de Houston, en Estados Unidos.

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En la investigación, que se ha publicado en Cancer Cell, se reprodujeron los efectos del jet lag crónico en los ratones –que estaban sanos y se alimentaban de forma equilibrada– alterando cada semana el momento en el que se encendían y apagaban las luces. Observaron entonces que los animales aumentaban de peso y cantidad de grasa, y desarrollaban esteatosis hepática (hígado graso) que, en algunos casos, desembocaba en hepatocarcinoma.

Los ratones con jet lag crónico aumentaban de peso y desarrollaban esteatosis hepática que, en algunos casos, desembocaba en hepatocarcinoma

Los investigadores comprobaron que al alterar los ritmos circadianos se activaban dos receptores nucleares que intervienen en la regulación del metabolismo de los ácidos biliares, y que los ratones que padecían jet lag presentaban una disminución en el control del metabolismo hepático, que tenía como consecuencia una mayor acumulación de grasa y un aumento de la producción de ácidos biliares, una situación que en estudios anteriores se había relacionado con el cáncer de hígado.

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El mecanismo por el que se incrementaba el riesgo de desarrollar enfermedad hepática en los ratones al ser sometidos a un estado de jet lag continuado, es similar al que produce este trastorno del sueño en los seres humanos, por lo que los autores del trabajo tienen la intención de analizar si el uso de determinados fármacos que interaccionen con los receptores nucleares, podría ayudar a evitar que el jet lag influya sobre los niveles de ácidos biliares en el hígado y, de esta forma, prevenir el desarrollo de un tumor cancerígeno en este órgano.

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Actualizado: 11 de octubre de 2017

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