La dermatitis atópica infantil empeora con el frío seco

El frío seco, la calefacción fuerte, y los cambios bruscos de temperatura propios del invierno, empeoran los síntomas de dermatitis atópica en los niños, como picor, rascados, y la aparición de lesiones características.
Una madre con a su hija pequeña en brazos
La dermatitis atópica afecta al 20% de la población infantil en los países industrializados

El frío seco, la calefacción fuerte y los cambios bruscos de temperatura empeoran los síntomas de dermatitis atópica en los niños, según han advertido los expertos de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP).

Además de la temperatura, la contaminación ambiental y el grado de humedad también pueden afectar a las manifestaciones de esta enfermedad crónica –que se estima que afecta al 20% de la población infantil en los países industrializados–, como es el caso del picor, los rascados, y la aparición de lesiones características, según ha explicado la doctora Elena Alonso, vicepresidenta de SEICAP.

La calefacción aumenta la sequedad del ambiente, y la piel de los niños con dermatitis atópica se reseca, por lo que hay que ventilar la casa y colocar recipientes con agua en los radiadores para aumentar la humedad

Como advierte esta especialista, el uso de la calefacción a altas temperaturas aumenta la sequedad de los interiores y hace que la piel se reseque excesivamente, por lo que recomienda que se ventile la casa y que se coloquen recipientes con agua en los radiadores para aumentar la humedad. Sin embargo, desaconseja el empleo de humidificadores porque pueden resultar contraproducentes, o que se abrigue mucho a los niños, ya que les puede provocar sudoración y agravar los síntomas.

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Los principales consejos de los pediatras alergólogos para mejorar la calidad de vida de los pequeños afectados por dermatitis atópica son: mantener su piel correctamente hidratada, bañarles o ducharles con agua tibia y secarles sin frotar su piel, vestirles con prendas de algodón y evitar los tejidos que causan picores, como la lana, y mantener sus uñas siempre cortas y limpias para prevenir lesiones e infecciones por rascado.

Fuente: Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP)

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Actualizado: 31 de julio de 2017

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