Electroencefalograma (EEG)
El electroencefalograma (EEG) es una prueba no invasiva que permite estudiar la actividad eléctrica cerebral. Permite el diagnóstico de enfermedades como la epilepsia o algunas demencias de una forma sencilla e indolora.

Cómo se hace el electroencefalograma (EEG)

David Saceda

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 28 de julio de 2022

En primer lugar, el médico valorará si puede ser útil realizar el electroencefalograma (EEG) y si es así te citará un día para realizarte la prueba y te explicará las medidas básicas que debes saber para someterte a la prueba. Evita tomar bebidas con cafeína (café, coca-cola, bebidas energéticas…) las 12-8 horas antes de la prueba, y el día antes de su realización no uses acondicionador, gomina u otros cosméticos capilares en la zona del cuerpo que te vayan a estudiar.

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Cuando llegues al hospital y pases a la sala donde te someterás al EEG te pedirán que te sientes en una silla. Después colocarán los electrodos en ella cabeza, que son parches adhesivos que se pegan en el cuero cabelludo. Son entre 16 y 25 sensores, por lo ocupan toda la cabeza. Para que conduzcan bien los impulsos eléctricos se utiliza un gel capilar, así que el pelo queda muy pringoso después de la prueba, pero se soluciona sin problemas lavándolo después. Todos los electrodos tienen un cable que termina en un osciloscopio que registra todas las señales eléctricas.

Una vez colocados todos los electrodos, te pedirán que te relajes y permanezcas sentado con los ojos cerrados. Durante toda la prueba estarás vigilado por el médico o el técnico especialista en encefalogramas, puede que no se quede en la sala y vaya a una habitación contigua con una ventana, así no influirá en la prueba. Mientras estés relajado se registrará la actividad eléctrica cerebral de reposo.

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Para detectar la actividad eléctrica cerebral correspondiente a estímulos externos realizarán diferentes experiencias sensoriales sencillas. Por ejemplo, para ver cuál es la respuesta a estímulos visuales te iluminarán con una luz parpadeante varias veces, para los estímulos sonoros utilizarán un pitido que variará en intensidad y tono, y para los estímulos sensitivos directamente tocarán partes de tu cuerpo con diferentes texturas. Otro estímulo que se utiliza con frecuencia es respirar rápido y profundamente durante unos segundos, esa maniobra puede desencadenar crisis epilépticas leves en algunas personas y modifica la actividad eléctrica cerebral.

Una vez finalizada la prueba se retirarán los electrodos uno a uno. Te dejarán un papel o un paño para quitarte el grueso del gel sobrante, aunque tendrás que lavarte el pelo más tarde en casa. Después puede que tengas que esperar a que te den los resultados, aunque no vendrán analizados por el médico porque necesitará más tiempo.

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Complicaciones del electroencefalograma (EEG)

El electroencefalograma es una prueba muy poco invasiva y no suele suponer ningún riesgo para las personas que se someten a ella. Algunas complicaciones que se han descrito en relación a ella es que algunos de los electrodos pueden llegar a irritar la piel en personas que la tengan especialmente sensible, algo no muy frecuente.

Cuando se estudia la actividad eléctrica cerebral frente a estímulos externos se pueden desencadenar crisis epilépticas en personas predispuestas a ellas. Esto es normal y en muchos casos se busca que sucedan para poder estudiarlas, pero en personas con antecedentes de crisis muy graves debe valorarse si merece la pena correr el riesgo de que aparezca una nueva crisis.

Creado: 25 de noviembre de 2013

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