Biopsia de médula ósea
Asociada comúnmente al dolor, debido a que se realiza mediante un pinchazo con una fina aguja en un hueso superficial, la biopsia de médula es una prueba que sirve para estudiar con profundidad patologías hematológicas.

Cuándo se hace una biopsia de médula

David Saceda

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 28 de junio de 2022

La biopsia de médula ósea es una prueba que se realiza o solicita cuando aparecen las siguientes alteraciones en una persona:

  • Anemia de causa desconocida: aunque los causas más frecuentes de la anemia son la falta de hierro o de vitaminas específicas, a veces no se conoce el porqué hay poca cantidad de glóbulos rojos en la sangre. Una biopsia de médula ósea permitiría saber si hay una alteración primaria en las células madre de la sangre.
  • Leucopenia: del mismo modo que la anemia es la disminución de glóbulos rojos en sangre, la leucopenia es la disminución de glóbulos blancos en sangre. Una leucopenia transitoria puede aparecer en situaciones puntuales de infección en personas ancianas, pero la mayoría de las veces indica una enfermedad primaria de la médula ósea que hay que estudiar.
  • Trombocitopenia: así se llama al descenso del número de plaquetas en la sangre. Su disminución puede deberse a enfermedades externas, pero cuando se han descartado debe estudiarse la médula ósea para ver cuál es la causa principal de la trombocitopenia.
  • Aplasia medular: es la combinación de anemia, leucopenia y trombocitopenia. La médula ósea se consume hasta que ya no puede producir ninguna célula sanguínea más.
  • Leucemia: uno de los tumores más frecuentes de las células blancas de la sangre. La leucemia puede diagnosticarse mediante una analítica sanguínea, pero es importante saber si hay afectación de la médula ósea para conocer su gravedad.
  • Linfoma: otro tumor de las células blancas también frecuente. En este caso los primeros órganos afectados son los ganglios linfáticos, pero también puede pasar a la sangre y afectar así a la médula ósea.
  • Mieloma múltiple: se trata de un tumor de las células blancas tipo B que se encargan de producir los anticuerpos que nos defienden de infecciones. Este tumor aparece de forma inicial en la médula ósea y la biopsia ayuda a conocer sus características.
  • Mielofibrosis: en esta enfermedad la médula ósea se atrofia hasta quedarse literalmente seca. La biopsia no se puede realizar porque no hay tejido, pero precisamente realizando esta prueba se asegura el diagnóstico.
  • Policitemia vera: es el polo opuesto a la anemia, aquí los glóbulos rojos son excesivos y hacen que la sangre sea viscosa. Así el flujo sanguíneo es denso y se ralentiza el metabolismo, entre otros síntomas.
  • Infecciones: algunas infecciones afectan de forma especial a las células progenitoras de la sangre. Una de ellas es la leishmaniasis visceral, una parasitosis relativamente frecuente en regiones exóticas de Asia y Sudamérica.
  • Amiloidosis: aparece cuando ciertas proteínas del organismo se sintetizan mal, de forma que dejan de ser solubles y se acumulan en órganos de todo el cuerpo. La forma primaria se diagnostica con una biopsia de médula.
  • Terapia celular: en la actualidad, la investigación del tratamiento con células madre está en auge. Muchas de estas terapias se basan en extraer las células madre de la médula ósea, modificarlas en el laboratorio e implantarlas en otras zonas del cuerpo. Actualmente es una terapia en estudio de la que no se conoce su efectividad.

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Creado: 4 de octubre de 2013

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