Recientemente salía a la luz que dos equipos de investigadores (en Holanda y Estados Unidos) habían conseguido crear nuevas formas del virus de la gripe aviar, el H5N1, que se contagian con mucha facilidad entre seres humanos, y que podrían originar una pandemia letal. La preocupación por los riesgos para la salud mundial que entrañan estas nuevas cepas, llevó incluso al gobierno estadounidense a solicitar a prestigiosas revistas científicas que no facilitaran datos sobre el desarrollo de la investigación, por temor a que se utilicen con el fin de fabricar armas biológicas.

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Ahora, la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha advertido a los investigadores que han creado estas cepas especialmente patógenas, que su descubrimiento supone un grave riesgo y, por lo tanto, es imprescindible controlarlo.

Los autores del trabajo pretendían identificar el tipo de mutaciones que harían posible que el virus H5N1 pudiera transmitirse fácilmente entre las personas, conservando al mismo tiempo las características que hacen que resulte extremadamente mortífero (más del 50% de las personas que contrajeron el virus por contacto con aves enfermas ha fallecido), con el objetivo de prepararse ante la posibilidad de que la mutación se produjese de forma natural.

Sin embargo, este tipo de investigaciones pueden tener fatales consecuencias si la información llega a caer en manos de terroristas, y la OMS, aunque admite la necesidad de seguir investigando, advierte que deben conocerse y evaluarse los riesgos para la salud pública, y establecer las medidas preventivas que permitan reducir al máximo las consecuencias negativas que pudieran derivarse de los hallazgos. De hecho, en mayo del pasado año, se adoptó un acuerdo para que los países miembros de la OMS que investigan nuevas cepas de virus de la gripe compartan los resultados de sus investigaciones y cumplan determinadas normas para minimizar los peligros.

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Actualizado: 22 de febrero de 2021

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