Homosexualidad en la tercera edad
Las personas mayores lesbianas, gays, transexuales o bisexuales (LGTB), aún sufren discriminación y rechazo, por lo que la soledad frecuente en la vejez se agrava por su sexualidad. Descubre cómo evitarlo.

Residencias para mayores homosexuales

Pareja de homosexuales a punto de desayunar en la cocina de su casa
Los mayores homosexuales que no deseen vivir en su hogar ya disponen de residencias destinadas especialmente a este colectivo.
Marina García

Por: Marina García

Periodista, experta en salud y tercera edad

Actualizado: 29 de julio de 2022

El hecho de que entre las personas mayores aún no esté del todo aceptada la tendencia homosexual, hace que sea complicado que heterosexuales y homosexuales convivan bajo el mismo techo. Este es el problema con el que se encuentran los mayores LGTB dependientes que necesitan vivir en residencias. Según el estudio 50+ LGBT Personas mayores lesbianas, gais, transexuales y bisexuales, del departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales y del Grupo de Investigación e Innovación en Trabajo Social de la Universidad de Barcelona Violeta Quiroga de 2016, solo el 6,2% del colectivo LGBT acude a residencias de mayores, cuando entre la población general el porcentaje es del 12%. En este estudio destaca especialmente el poco uso de servicios comunes (2,1%), de vivienda tutelada (1,2%) y de residencia (0,4%).

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Los profesionales sociales de este sector indican que una de las razones por las que estas personas mayores se quedan al margen de dichos servicios es porque normalmente son los familiares los que les llevan a las residencias, pero muchas personas LGBT ya no tienen familia, nunca la han tenido, o han cortado la relación.

A esto hay que sumarle que tal y como están planteadas y organizadas la mayoría de ellas, se impide que hombres y mujeres homosexuales se sientan con la comodidad y el bienestar necesarios para aceptarlas como su hogar. ¿Cuál es la solución ante esta situación? Una de ellas es que el anciano contrate los servicios de un cuidador para que le atienda en su propio hogar, pero con esta opción se expone aún más a vivir en soledad si no dispone de otro círculo social. Otra de las opciones que le queda es la de ‘regresar al armario’ con toda la carga negativa emocional, anímica, e incluso física, que esta decisión conlleva.

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En España hay quienes comenzaron a detectar este problema hace unos años, lo que les llevó a brindar una solución más apropiada para estas personas por medio de la creación de residencias para mayores homosexuales. Una de ellas fue la que se inauguró en Madrid en 2014, gracias a la Fundación 26 de diciembre, donde conviven personas mayores de cualquier sexualidad, incluida la heterosexual.

Sin embargo, el propósito de las administraciones es la inclusión y aceptación de las personas mayores LGTB en las residencias ya existentes, formando e informando a los trabajadores socio-sanitarios correctamente para potenciar la inclusión, y no la necesidad de crear espacios diferentes.

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Creado: 1 de julio de 2016

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