Centros de día
Los centros de día son una gran oportunidad de socialización, entretenimiento y cuidado profesional para las personas mayores. Te contamos cómo funcionan y qué tipo de actividades ofrecen y cómo elegir el tuyo.

Tipos de centros de día para personas mayores

Laura Saiz

Por: Laura Saiz

Periodista especializada en deporte, belleza y bienestar

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

Con la jubilación llega el tiempo libre y a veces es difícil ocuparlo, sobre todo si se sufre algún pequeño achaque. Una buena solución es acudir a los centros de día, unos espacios destinados al ocio y cuidado de los adultos mayores, en los que se ofrece un programa de atención específico e integral para que cada persona pueda llevar a cabo las actividades de la rutina diaria del centro. Este plan de atención personalizado se consensua entre el equipo del centro, la familia, y el propio usuario. Además, la principal característica es que su funcionamiento está delimitado por un horario específico durante el día, con lo que se acude a dormir a casa. Es, por tanto, una solución intermedia que busca el equilibrio entre la autonomía de la que se disfruta en el hogar con las ayudas que ofrece este recurso social.

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“Los centros de día están indicados para personas mayores válidas o con niveles bajos o moderados de dependencia, aunque también hay centros de día más especializados, por ejemplo, para la atención a usuarios con demencia y alzhéimer”, asegura Roberto Rodríguez, director de comunicación, marketing y relaciones institucionales de Grupo Amma, compañía de atención a las personas mayores, dependientes y discapacitadas.

Los objetivos de los centros de día son proporcionar un entorno preventivo en el que se busca potenciar la autonomía mediante el trabajo profesional desde una disciplina social, sanitaria y psicológica. Asimismo, se trata de evitar el internamiento en una residencia.

Se pueden encontrar en los centros de día dos modalidades asistenciales: la continua y la parcial. En la primera, la persona mayor permanece en el centro durante toda la jornada y a diario, y es adecuada cuando el grado de dependencia es medio y requiere un mayor cuidado. La segunda, la parcial, se caracteriza por la flexibilidad con la que se organiza el horario y la asistencia, ya que la autonomía es mucho mayor.

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Tipos de centros de día según su titularidad

Normalmente, los centros de día se clasifican según su titularidad, es decir, según quién controle la dirección. Esto hace que una persona mayor que quiera acudir a uno de ellos tenga que completar diferentes trámites según el centro elegido. Así, podemos distinguir entre centros de día públicos, concertados, o privados:

  • Centros de día públicos: aquellos dependientes de los diferentes gobiernos autonómicos. En ellos, el acceso viene dado por unos requisitos, entre los que destacan habitualmente una edad mínima de 60 años -salvo casos especiales-, estar empadronado con una antigüedad variable en territorio del organismo gerente -municipios, provincias, o comunidades autónomas-. Además, existe un baremo de puntuación, que depende del grado de dependencia médica, psicológica, o social y que es valorado por profesionales.

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El ingreso en un centro de día público se hace siguiendo las indicaciones oficiales y se conceden según la proximidad a la vivienda del futuro usuario. Existe la posibilidad de tener otro destino cuando es justificable; para ello hay que presentar una instancia documentada.

  • Centros de día concertados: aquellos de gerencia privada, que son subvencionados con fondos públicos.
  • Centros de día privados: se sostienen con sus propios ingresos.

En estos dos últimos tipos es posible elegir cuál es el que más interesa sin necesidad de cumplir unos requisitos previos, que valoren profesionales relacionados con los servicios públicos.

Creado: 15 de abril de 2015

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