Tratamiento de la apendicitis

El tratamiento de la apendicitis es quirúrgico y urgente; aunque varía dependiendo de la gravedad de la condición y si el apéndice ha estallado o no. Por lo general ,se extirpa el apéndice y se elimina la inflamación (apendicectomía). Solamente en los pacientes con apendicitis subaguda, que tiene una duración más larga sin afección general, la cirugía se suele realizar más tardíamente.

Se puede operar de dos formas:

• Laparoscopia (apendicectomía laparoscópica): un método cada vez más utilizado, que consiste en realizar unas pequeñas incisiones en la superficie abdominal por donde se pasan instrumentos que nos permiten visualizar el interior y manipularlo. La apendicectomía laparoscópica está siendo de elección en una gran cantidad de casos con apendicitis aguda, tanto en etapas tempranas como en etapas avanzadas, al ser menos invasiva. Uno de los beneficios de esta técnica es el corto posoperatorio y la rápida recuperación del paciente.
• Laparotomía: en este caso se realiza una incisión mayor en el abdomen para poder buscar y extirpar el apéndice manualmente. La incisión más utilizada es la incisión de McBurney, que sigue un trayecto paralelo a la ingle en la región inferior derecha del abdomen, donde está el apéndice. Este método se puede preferir si el apéndice ha estallado o si hay complicaciones que hacen difícil la cirugía laparoscópica.

En cualquiera de los dos casos el primer paso será localizar el apéndice, que está justo al inicio del colon ascendente, en el ciego. Lo habitual es que lleve poco tiempo, pero en enfermos obesos se puede tardar varios minutos. Una vez localizado se debe seccionar el peritoneo que une el apéndice al intestino como si de una membrana se tratara. En ese punto es muy importante asegurarse que las arterias que irrigan el apéndice están localizadas y adecuadamente comprimidas para evitar una hemorragia al seccionarlas. Finalmente se corta el apéndice y la herida que deja se cose para evitar que sangre o se desgarre.

Se debe realizar profilaxis antibiótica intravenosa antes de la operación, pero sólo si el diagnóstico está claro porque podría camuflar una infección.

En los casos en los que la apendicitis está muy evolucionada y se ha formado un plastrón apendicular, la cirugía puede retrasarse hasta un mes y cuando se haya 'enfriado' se trata con antibióticos y se opera. Antes de realizar la cirugía, puede ser necesario drenar cualquier absceso que se haya formado. Esto se hace típicamente bajo la guía de imágenes como ultrasonido o CT, insertando una aguja a través de la piel hasta el absceso. Se administran antibióticos para tratar cualquier infección sistémica o localizada que pueda haberse desarrollado debido a la ruptura del apéndice. Después de tratar cualquier infección y drenar abscesos, se realiza una cirugía para remover el apéndice. Esto puede hacerse una vez que la infección esté bajo control.

Si existe peritonitis generalizada se realiza un lavado de la cavidad abdominal.

En todos los casos se realiza la profilaxis antibiótica intravenosa.

En algunos casos seleccionados de apendicitis no complicada, especialmente en pacientes que podrían no tolerar bien la cirugía, el tratamiento con antibióticos solos puede ser una opción. Sin embargo, este enfoque es menos común y generalmente se considera en casos muy específicos.

Es crucial que cualquier persona que sospeche que tiene apendicitis busque atención médica inmediata, ya que la condición puede progresar rápidamente y volverse potencialmente mortal si no se trata adecuadamente.