Cáncer de pulmón
Más del 80% de los casos de cáncer de pulmón, que está aumentando su incidencia entre las mujeres, se deben a la exposición al humo del tabaco, por eso la prevención es la mejor arma contra esta enfermedad tan letal.

Síntomas del cáncer de pulmón

David Saceda

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Dr. José Antonio Nuevo González

Revisado: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 28 de junio de 2022

Sólo al 5-15% de las personas se les detecta un cáncer de pulmón sin síntomas, normalmente al realizarles una radiografía de tórax de rutina, así que la gran mayoría de las personas tienen síntomas cuando se les diagnostica el cáncer y, a veces, la enfermedad está bastante avanzada. Los síntomas más frecuentes en una persona con cáncer de pulmón son los siguientes:

  • Tos: por compresión de los bronquios o la tráquea; es el síntoma más frecuente en el cáncer de pulmón. Un cambio brusco en el tipo de tos de un fumador mayor de 50 años puede ser suficiente para que esté indicada una radiografía de tórax.
  • Hemoptisis: toser sangre, cuando el tumor provoca una herida abierta en la luz de las vías aéreas. Hay que tener en cuenta que la primera causa de hemoptisis no es el cáncer de pulmón, sino una infección respiratoria (por ejemplo, por tuberculosis).
  • Pitos, dificultad al paso del aire, neumonías de repetición... (todo por obstrucción de las vías aéreas bajas).
  • Dolor torácico y dificultad para inspirar aire: por afectación de la pleura y las costillas a causa del tumor.
  • Derrame pleural maligno: líquido entre las costillas y el pulmón que impide que los pulmones se puedan expandir correctamente.

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Además de estos síntomas comunes, el cáncer de pulmón puede afectar a otras zonas del cuerpo humano según su localización. Así, también se pueden encontrar trastornos de disfagia, es decir, dificultad para tragar por compresión del esófago, o al comprimirse alguno de los nervios internos se puede provocar ronquera o afonía por parálisis de las cuerdas vocales, dificultad para respirar por parálisis del diafragma, caída del párpado, debilidad de un brazo, etc. También pueden afectarse las grandes venas internas, provocando que la sangre de la cabeza no retorne al corazón correctamente y se produzca una hinchazón de la cara y el cuello.

Cuando el cáncer está más desarrollado, el paciente comienza a perder el apetito, pierde peso y sus defensas disminuyen. La fiebre también es una manifestación del cáncer, así como alteraciones analíticas que se pueden apreciar en análisis de sangre.

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Creado: 15 de noviembre de 2010

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