Síntomas de un ictus

Los síntomas de los ictus pueden variar considerablemente en función de la región del cerebro que haya quedado exenta de sangre y del tipo de ictus que se sufra (isquémico o hemorrágico). Esto dificulta en gran medida el reconocimiento del ataque. Para poder identificar o sospechar un caso de ictus antes de acudir a un hospital deberemos estar ante alguno de estos síntomas:

• Debilidad de algún lado de la cara (sensación de acorchamiento, de que se cae un lado de la cara), siendo incapaz de sonreír o de enseñar los dientes.
• Pérdida brusca de la fuerza de un brazo o de la pierna del mismo lado que el brazo.
• Incapacidad para expresarse o hablar correctamente (afasia), emplear palabras inapropiadas o incoherentes, o tener dificultad para entenderlas.
• Problemas visuales: pueden surgir de forma repentina e incluir pérdida parcial o total de la visión en uno o ambos ojos, o problemas para mover los ojos, o visión doble.

• Pérdida de equilibrio o coordinación: puede manifestarse como mareo, inestabilidad repentina al caminar o problemas de coordinación en las extremidades.

• Dolor de cabeza intenso: puede presentarse un dolor de cabeza súbito y muy intenso, descrito en ocasiones como "el peor de mi vida", puede ser indicativo de un ictus, siendo más característico de los ictus hemorrágicos.

En algunos casos, se pueden presentar los tres primeros síntomas a la vez, cuando el territorio afectado sea por oclusión de la arteria cerebral media, que es la más frecuentemente afectada.

Los síntomas en los casos de ictus hemorrágicos pueden ser menos característicos, y presentarse como una cefalea inusual acompañada de vómitos, mareos tipo vértigo con dificultad para mantener el equilibrio, o incluso con disminución brusca del nivel de conciencia o coma.

Si aparece alguno (o varios) de estos síntomas, aunque desaparezcan a los pocos minutos, hay que llamar inmediatamente al teléfono de emergencias médicas, tratando de mantener la calma, e indicando al personal los síntomas que presenta la persona de la manera más exacta posible, de manera que pueda ponerse en marcha el conocido como Código Ictus.