Qué es el ictus

Actualizado: 21 de marzo de 2023
Bajo el término ictus se engloban todas las patologías o enfermedades cerebrovasculares (ECV) debidas a la interrupción, momentánea o definitiva, del riego sanguíneo a alguna parte del cerebro, que aparecen de forma repentina, provocando un daño neuronal. El ictus puede ser isquémico (cuando un coágulo obstruye el paso de sangre por una arteria cerebral) o hemorrágico (por la rotura de un vaso cerebral).
El cerebro, como cualquier otro órgano, recibe sangre para su funcionamiento a través de las arterias. Estas lo nutren con oxígeno y glucosa, que son los principales alimentos del cerebro. Cuando el flujo sanguíneo deja de alcanzar alguna zona del cerebro, pueden alterarse las funciones de dicha zona, de manera transitoria si se ha recuperado el riego (AIT o ataque isquémico transitorio, sin producir infarto); o de manera definitiva, si el flujo se ha detenido durante un tiempo importante y las células del cerebro han quedado dañadas.
El ictus ha llegado a considerarse una de las principales causas de muerte en los países desarrollados. La enfermedad cerebrovascular es la tercera causa de muerte en adultos después de la cardiopatía isquémica y el cáncer, según la OMS. Siendo en España la primera causa de muerte entre las mujeres. Un 10% de las muertes en los países desarrollados se deben a la ECV. Por todo ello, se consideran prioridad sanitaria; y son el motivo más habitual de ingreso en cualquier servicio de neurología.
Secuelas de un ictus
Se calcula que una de cada seis personas sufrirá un ictus. Aunque su incidencia se mantiene estable, pues presenta una relación directa con el envejecimiento, asistimos a un descenso en las cifras de mortalidad en los últimos años por los avances diagnósticos y terapéuticos. Sin embargo, aproximadamente uno de cada dos casos no se recupera de un ictus, ya que provoca la muerte o una grave discapacidad en el 50% de los afectados.
El ictus es también el primer motivo de incapacidad permanente, física e intelectual en adultos; y el segundo motivo de demencia, después de la enfermedad de Alzheimer. En España, cada año se ven afectas en torno a 120.000 personas, de los cuáles el 35% está en edad laboral, según cifras de Freno al Ictus.
Entre sus posibles secuelas pueden aparecer alteraciones en la movilidad y coordinación, dificultad en la comprensión o en el habla, problemas de memoria o cálculo, cambios de carácter o complicaciones de visión.
Creado: 29 de julio de 2010