Ictus
Conoce las causas, síntomas y tratamiento del ictus, y los factores de riesgo que puedes modificar para evitar sufrir un accidente cerebrovascular, una de las principales causas de incapacidad y muerte en los países desarrollados.

Factores de riesgo de un ictus

Por: Sergio García Escrivá

Licenciado en Farmacia

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 18 de noviembre de 2024

La enfermedad cerebrovascular está asociada, principalmente, a edad, sexo, raza y antecedentes familiares (factores de riesgo del ictus no modificables), aunque sus principales amenazas son la hipertensión arterial, la diabetes, la hipercolesterolemia, el tabaco y algunas arritmias (factores de riesgo del ictus modificables).

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Factores de riesgo del ictus no modificables

Evidentemente, los primeros (los no modificables) no se pueden evitar; aunque las personas que se encuentren en estos grupos pueden beneficiarse de controles más rigurosos de los factores de riesgo del ictus modificables descritos en el apartado de prevención.

  • Edad: según muestran numerosos estudios, a partir de los 55 años, es más frecuente la aparición de ictus, siendo mayor el riesgo en hombres mayores de 65 y mujeres mayores de 75 años. Se estima que aproximadamente el 20% de los mayores de 65 años presenta un riesgo alto de sufrir un ictus en los próximos 10 años. Según la OMS, en el año 2050 este porcentaje podría ascender hasta un 30%. 

  • Sexo: en mujeres, la muerte por enfermedad cerebrovascular es más frecuente. Esto se explica porque a mayor edad, mayor probabilidad de sufrir un ataque; y en las franjas de edades avanzadas predominan las mujeres, por su mayor esperanza de vida.

  • Raza: parece ser que las personas de raza negra e hispanoamericana son más susceptibles de sufrir un ictus. Aunque se cree que puede deberse a que las personas de raza negra son más propensas a la hipertensión arterial y a la diabetes, no parece claro que estos factores expliquen la gran incidencia de ictus en ciertas razas.

  • Antecedentes familiares: si una persona presenta en su familia pacientes de ictus y enfermedades cerebrovasculares, tiene mayor riesgo de sufrir algún tipo de accidente cerebrovascular, en parte por la herencia genética de algunos de los factores de riesgo.

  • Antecedentes de ictus o ataques isquémicos transitorios (AIT): si ya has tenido un ictus o un AIT, tu riesgo de sufrir otro aumenta. En concreto, entre el 20 y el 30% de los accidentes cerebrovasculares ocurren en personas que previamente sufrieron un accidente cerebrovascular o un ataque isquémico transitorio.

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Factores de riesgo del ictus modificables

La hipertensión arterial, la diabetes, el tabaco, el colesterol y algunas arritmias son, por distintos mecanismos, los principales factores por los que las arterias se ven taponadas y producen la isquemia en el territorio cerebral. Además, un estudio publicado en noviembre de 2024 en la revista Neurology de la Academia Americana de Neurología (AAN) mostró que las personas con una presión arterial elevada, un ritmo cardíaco irregular –fibrilación auricular– o tabaquismo, no solo tienen más riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, sino que también tienen más probabilidades de que este sea más grave que en las personas sin estos factores de riesgo. Por ello, su control es esencial para disminuir el riesgo de aparición del ictus:

  • Hipertensión arterial: es el factor de riesgo más importante para el ictus. Controlar la presión arterial es crucial. Se estima que el riesgo de fallecimiento por ictus o enfermedad cardíaca se incrementa de forma lineal con el aumento por encima de los 90 mmHg de PA sistólica (PAS) y a partir de 75mmHg de PA diastólica (PAD). Además,  los pacientes hipertensos con antecedentes de un AIT o ictus tienen un mayor riesgo de muerte precoz.
  • Tabaquismo: fumar daña los vasos sanguíneos y aumenta el riesgo de ictus.
  • Diabetes: la diabetes aumenta el riesgo de ictus y, a menudo, está asociada con otros factores de riesgo, como la hipertensión.
  • Colesterol alto: un nivel elevado de colesterol puede contribuir a la acumulación de placas en las arterias, aumentando el riesgo de ictus. Los estudios científicos dictaminan que las lipoproteínas de baja densidad (LDL) causan inequívocamente enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ASCVD).
  • Enfermedad cardíaca: afecciones como la fibrilación auricular o enfermedades de las válvulas cardíacas pueden aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos que pueden causar ictus.
  • Sedentarismo: la inactividad física puede contribuir a factores de riesgo como el sobrepeso, la hipertensión y el colesterol alto.
  • Obesidad: estar sobrepeso aumenta el riesgo de ictus.
  • Consumo excesivo de alcohol: beber alcohol en exceso puede llevar a un aumento de la presión arterial y, en algunos casos, provocar fibrilación auricular, aumentando el riesgo de ictus.
  • Consumo de drogas: el uso de drogas ilícitas, como la cocaína o las anfetaminas, aumenta el riesgo de un ictus.

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Es fundamental ser consciente de estos factores y trabajar, en la medida de lo posible, para controlar los que sean modificables. Adoptar un estilo de vida saludable, hacer ejercicio regularmente, seguir una dieta equilibrada y visitar regularmente al médico pueden ayudar a reducir el riesgo de sufrir un ictus hasta en un 90% según los expertos.

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