Los espermicidas se aplican en el interior de la vagina, y su particularidad es que tienen unas indicaciones de uso u otras según las formas de presentación (por ejemplo, la espuma se debe de agitar bien), y también dependiendo del método anticonceptivo con el que se combinen (normalmente el diafragma, el preservativo masculino, o el preservativo femenino). Por tanto, lo fundamental es leer bien las instrucciones de cada uno de ellos.
Aunque algunos resultan más cómodos, generalmente ninguno es demasiado complicado y muchos de ellos suelen incluir un aplicador para poder introducirlos correctamente en el interior de la vagina (aunque eso no quita que se deba cuidar la higiene, lavándose bien las manos).
Eso sí, hay que tener en cuenta una serie de consideraciones para el correcto uso de espermicidas:
- Para ser eficaces e impedir un embarazo indeseado algunas presentaciones de espermicidas, como los óvulos o las telas vaginales, se deben aplicar cierto tiempo antes de realizar el coito, con el fin de que se disuelvan y cubran bien la vagina. Además, generalmente ningún espermicida se ha de retirar hasta transcurridas unas horas (habitualmente unas seis horas).
- Se debe volver a poner el espermicida cada vez que se tenga una nueva relación sexual con penetración porque su tiempo de acción es limitado, de aproximadamente una hora.
- Hay que tener en cuenta que muchos de estos productos pierden efectividad cuando se exponen a jabones u otros cosméticos. Por eso habrá que evitar las duchas o los lavados genitales hasta pasado el tiempo indicado.
- Si usamos un lubricante con espermicida, lo mejor es elegirlo a base de agua.
- Es normal que al emplear algunos de estos productos se expulse flujo de la vagina.
- Siempre hay que poner atención a la fecha de caducidad.
