Un estudio experimental de laboratorio realizado con monos macacos, ha demostrado la eficacia de un anillo vaginal impregnado con un potente microbicida, una molécula denominada MIV-150, que actúa bloqueando una enzima necesaria para que el VIH pase de una célula a otra y se propague por todo el organismo.

PUBLICIDAD

Para llevar a cabo el estudio, utilizaron a 33 macacos a los que dividieron en dos grupos; a uno de los grupos se le administró el anillo vaginal provisto del agente microbicida, y al otro un anillo con placebo. Los científicos probaron a suministrar los anillos, bien dos semanas antes de contagiar a los animales con una combinación de virus VIH humano y SIV –versión del virus para los monos–, bien sólo 24 horas antes del contagio, para observar si se producían diferencias en cuanto al nivel de protección que ofrecía el nuevo dispositivo.

El anillo vaginal microbicida mostró una eficacia del 83% de protección frente al VIH

También analizaron la efectividad del anillo si se extraía inmediatamente después de la exposición al virus, o si se esperaban dos semanas para extraerlo. El anillo vaginal microbicida mostró una eficacia del 83% de protección frente al VIH, pero parte de esa protección se perdía cuando era retirado antes de la exposición, a pesar de que el fármaco con el que impregnaron los dispositivos es capaz de penetrar en los tejidos a los 30 minutos de su inserción. La conclusión de los investigadores es que para conseguir la mejor protección contra el VIH es fundamental que el anillo esté presente antes, durante y después de la exposición al virus.

PUBLICIDAD

Un anillo vaginal que libere un medicamento con una adecuada potencia antiviral supondría una gran ventaja para prevenir la transmisión del sida, porque uno de los problemas a los que se enfrentan las actuales políticas de prevención es que la población no es constante a la hora de emplear barreras de protección como los preservativos o los geles microbicidas antes de mantener relaciones sexuales, y el anillo vaginal, una vez insertado, no precisa atención diaria, ni es necesario hacer nada antes del coito, por lo que es más fácil que las mujeres se adhieran a este tratamiento.

Los resultados de la investigación, que ha sido publicada en ‘Science Translational Medicine’, han sido acogidos con esperanza por los científicos, que llevan más de 20 años buscando una sustancia que se pueda aplicar a la vagina o el recto y consiga evitar la infección por VIH cuando la persona mantenga una relación sexual que pueda entrañar riesgo de contagio. Sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer, ya que son necesarios nuevos ensayos clínicos para comprobar si el anillo vaginal con función microbicida es igualmente efectivo en los seres humanos.

PUBLICIDAD

Actualizado: 20 de mayo de 2020

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD