Cómo es la cicatriz de la cesárea y qué cuidados necesita
Actualizado: 4 de mayo de 2023
La cesárea es la forma de nacimiento por vía abdominal, que al tratarse de una cirugía mayor se reserva para los casos en los que es absolutamente necesaria, bien por causa materna o por causa fetal ya que, como señala Jade Magdaleno, matrona y coordinadora de posgrados universitarios para Matronas en Fundación para el Desarrollo de la Enfermería (FUDEN), “comporta mayores riesgos para ambos que el parto vaginal”.
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Sobre la incisión que se debe realizar, la matrona explica que desde la piel del abdomen hasta llegar al bebé hay que sortear varias capas de tejido, por lo que en cada una se realiza una incisión diferente (se va abriendo por planos: piel, músculo, peritoneo y útero), y tras la salida del bebé se van suturando por separado, lo que significa que tras la cicatriz de la cesárea visible en la piel hay varias cicatrices más.
La sutura empleada en el caso de una cesárea se realiza indistintamente a través de grapas o puntos con hilo de sutura, dejando una cicatriz horizontal que generalmente queda oculta tras la ropa interior. Explica Jade Magdaleno que en algunas ocasiones se elige el cierre con sutura intradérmica por motivo estético (“con estos puntos los hilos quedan totalmente ocultos bajo la piel, excepto por los dos extremos de la incisión, donde se verá un punto a cada lado”), pero en algunas ocasiones prima la rapidez del cierre y se opta por la sutura con grapas, “que pueden ser más incómodas para limpiar hasta su retirada y dejan las marcas de los puntos donde van insertadas, pero permiten retirar algunas de ellas si se observa algún punto de infección”.
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Cuidados que necesita la cicatriz de la cesárea
Aunque habrá que vigilar que las capas internas curen correctamente, será la capa superior de piel, que es la que vemos, la que requerirá una serie de cuidados de la cicatriz para evitar posibles problemas, e incluso para optimizar la cuestión estética de la cicatriz.
Tras la intervención, la cicatriz de la cesárea no necesita cuidados especiales más allá de lavar la zona con agua y jabón neutro; sin aplicar el jabón directamente en la herida ni a través de esponjas, sino la espuma resultante de frotarlo con la mano.
Después lo ideal es secarla con una gasa estéril (sin arrastrar para evitar hacerse daño), evitando toallas o paños, ya que pueden infectar la herida. Tras la cura se debe dejar la cicatriz al aire, teniendo cuidado con el roce de la ropa y evitando las prendas apretadas. Es importante saber que las soluciones con yodo no son recomendables, ya que esta sustancia pasa en la leche materna al bebé.
Según Jade Magadleno, la cicatriz de la cesárea se va revisando diariamente durante el ingreso hospitalario, y después, al alta de la madre, en la consulta de la matrona pasada la primera semana. Por supuesto, ante cualquier molestia se puede acudir a la consulta las veces que se crea necesario.
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Respecto a los tiempos de cicatrización se retiran las grapas o los puntos a los 10-12 días de la cesárea pero Lorea Bagazgoitia, dermatóloga y autora de Lo que dice la ciencia sobre el cuidado de la piel, explica que “la cicatrización de cada mujer depende de varios factores, y muchos no son controlables con tratamientos ni técnicas estéticas”. En cualquier caso, añade que una vez retirados los puntos, “utilizar parches de silicona puede optimizar el resultado estético de la cicatriz”
En cuanto a la parte interna de la intervención, Jade Magdaleno señala que suele ser muy beneficioso acudir a un fisioterapeuta especialista en uroginecología o suelo pélvico a los dos meses de la cesárea “para que valore el estado del suelo pélvico (aunque no se haya parido por vía vaginal, el peso soportado durante el embarazo lo ha podido dañar) y de la musculatura abdominal”. Este experto incluso puede recomendarnos ejercicios y masajes para favorecer en la medida de lo posible la recuperación de esta cicatriz.
Creado: 12 de abril de 2019