Espermicidas, pros y contras
Los espermicidas actúan inactivando o destruyendo los espermatozoides para evitar que fecunden el óvulo. Su efectividad ronda el 70-80%, por lo que conviene usarlos junto a otros métodos anticonceptivos.

Ventajas e inconvenientes de los espermicidas

Aplicación de espermicidas por parte de una mujer

Bien aplicados y combinados con otros anticonceptivos son un método fácil de controlar por la mujer.

Por: Amparo Luque

Periodista experta en embarazo e infancia

Por: José González Sancho

Periodista especializado en salud y bienestar

Actualizado: 20 de mayo de 2024

Actualmente los espermicidas, por sí solos, son uno de los métodos anticonceptivos menos utilizados a nivel mundial, debido a sus riesgos frente a un embarazo (presentan unas tasas de entre un 18% y un 29%). De hecho, el Ministerio de Sanidad y Política Social Español los clasifica como “métodos anticonceptivos poco recomendables por su baja o nula eficacia”. Aunque el ginecólogo y ex presidente de la Sociedad Española de Contracepción (SEC), José Ramón Serrano, también apunta a que esto se debe a “la falta de costumbre y a factores culturales”.

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Sin embargo, no dejan de tener una serie de ventajas que pueden hacerlos útiles para ciertas parejas, o para necesidades puntuales. Además, como todos los profesionales ginecológicos señalan, su efectividad aumenta si se combinan con otros métodos contraceptivos de barrera.

Ventajas del uso de espermicidas

Como puntos positivos de la utilización de los espermicidas destacan los siguientes:

  • Son un método totalmente controlado por la mujer y relativamente sencillo de usar. Se pueden utilizar y dejar de hacerlo cuando se desee, porque no requieren un seguimiento médico. Así lo refrenda el doctor José Ramón Serrano: “como método de barrera, de acción local, son controlados por parte de la usuaria y eso hace que, si se usan bien, sean bastante útiles, porque la mujer se preocupa de aplicarlos con esmero y combinarlos con otros métodos para poder lograr la mayor eficacia posible”.
  • Son fáciles de comprar, no requieren receta, y son relativamente económicos.
  • Pueden llegar a aumentar el placer sexual, al actuar como lubricación.
  • Son útiles como método anticonceptivo de refuerzo (por ejemplo, si un día se olvida la toma de una píldora anticonceptiva).
  • No afectan a la mujer a nivel hormonal.
  • Pueden usarse durante la lactancia materna.  
  • Variedad de formas: vienen en varias formas, como geles, cremas, espumas, óvulos, películas vaginales y esponjas, lo que permite elegir la opción más conveniente.

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Mujer joven tumbada en la cama con gesto pensativo

Inconvenientes de los espermicidas

Además de ofrecer insuficiente protección frente a un embarazo, los espermicidas presentan otra serie de inconvenientes que pueden hacer que su uso resulte incómodo, o llegar incluso a afectar a la salud de la mujer. Quizá por todo ello sean uno de los métodos anticonceptivos menos utilizados actualmente. Estos son sus principales puntos en contra:

  • Menor efectividad: cuando se usan solos, los espermicidas son menos efectivos que otros métodos anticonceptivos. La tasa de fracaso es aproximadamente del 20-30% en un año de uso típico.
  • Se ha de estar pendiente de sus indicaciones en cuanto a aplicación y tiempo de acción. En ese sentido, se tiene que planificar el acto sexual, o interrumpirlo para aplicarlos.
  • Reaplicación frecuente: deben ser reaplicados antes de cada acto sexual, lo que puede ser inconveniente y afectar la espontaneidad.
  • Pueden resultar desagradables al producir una sensación grasienta o pringosa.
  • Pueden generar reacciones adversas en la zona de la vagina: sequedad, picores, irritación o reacciones alérgicas, tanto en el usuario como en su pareja. “Aunque normalmente son leves, como un eritema de prurito, que se suelen solucionar de manera relativamente sencilla”, puntualiza el ginecólogo y presidente de la Sociedad Española de Contracepción (SEC), José Ramón Serrano. 
  • Su efectividad se ve influida si estamos usando medicamentos para infecciones vaginales por hongos. 
  • No protegen contra el VIH (sida), ni frente a otras enfermedades de transmisión sexual (ETS). Es más, desde el Instituto Chileno de Medicina Reproductiva (ICMER) indican que “el uso repetido y en altas dosis del espermicida Nonoxinol-9 puede causar irritación o abrasión vaginal y cervical, lo que podría aumentar el riesgo de transmisión de VIH”. Por su parte, el Dr. José Ramón Serrano, presidente de SEC, destaca que “si la mujer es conocedora de alguna infección o enfermedad de transmisión sexual no debe usar espermicidas, sino recurrir a otro método de barrera que proteja frente a este tipo de problemas, como es el preservativo masculino”.
  • Si se producen lesiones vaginales (en el epitelio), el empleo de espermicidas favorece el contagio de ciertas infecciones. 
  • Interferencia con el acto sexual: la necesidad de aplicarlos justo antes del acto sexual puede ser vista como una interrupción y puede afectar la intimidad.

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Creado: 10 de octubre de 2016

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