Melanoma
El melanoma es el tipo de cáncer de piel más agresivo y los expertos advierten de que su incidencia está aumentando. Sin embargo, con unas sencillas medidas preventivas puedes reducir al mínimo el riesgo de padecerlo.

Tratamiento del melanoma

David Saceda

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 5 de mayo de 2023

El tratamiento de un melanoma dependerá de la etapa y la localización del tumor, según indican desde la Sociedad Americana contra el Cáncer. En cualquier caso, el tratamiento ideal de este tipo de cáncer es la extirpación en quirófano del melanoma. La supervivencia del paciente depende del grado de invasión que tenga el tumor, por tanto, cuanto antes se detecte y extirpe mejor será su pronóstico.

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Se suele extirpar con un margen de 0’5-2cm, en función de la profundidad del tumor, pero también hay técnicas más minuciosas como la cirugía de Mohs. La cirugía de Mohs consiste en extirpar todo el melanoma, conservando el máximo tejido sano que lo rodea, gracias a la realización de biopsias intraoperatorias sistemáticas.

Los ganglios linfáticos se extirpan solo si se demuestra que hay metástasis tumoral mediante palpación (ganglios indurados poco móviles y sin dolor), o mediante la técnica del ganglio centinela. El ganglio centinela es el ganglio que recibe una metástasis cancerosa antes que cualquier otro, si este no está afectado, ninguno más lo estará (la probabilidad es menor del 2%). Se detecta gracias a la inyección de una sustancia radiactiva en el melanoma, que se infiltra hasta llegar a un primer ganglio, que es el ganglio centinela, el cual se extrae y se analiza microscópicamente. Extirpar los ganglios linfáticos supone más riesgo de complicaciones (hemorragia, infecciones o linfedema).

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Para asegurar los efectos de la cirugía se utiliza inmunoterapia con interferón-α, aunque sus efectos secundarios afectan la calidad del vida del paciente; este tipo de terapia biológia (ipilimumab, nivolumab y pembrolizumab) se enfoca en fortalecer el sistema inmune para que se defienda de manera más eficaz frente al cáncer.

Según señalan desde la AECCel uso de terapias dirigidas también es útil en algunos "pacientes cuyo tumor puede presentar alguna alteración genética o mutación (mutaciones en BRAF, por ejemplo, siendo las más frecuentes BRAF V600E o V600K). Para los casos en que esta situación se da, la aplicación de tratamientos como dabrafenib y trametinib parece presentar mejoras en la evolución de los pacientes". 

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Solo se utiliza radioterapia en el lentigo maligno-melanoma, y a veces es la única opción en personas muy ancianas o no aptas para la cirugía (ver más sobre la radioterapia). 

Secuelas del tratamiento del melanoma

La extirpación de este tumor deja como principal secuela una cicactriz en la zona, aunque en algunos casos, si la zona es má amplia, se requiere un injerto, que puede obtenerse de piel de los glúteos o las piernas, en estos casos la alteración estética es mayor.

Otro posible problema derivado de la cirugía puede ser la aparición de linfedema, derivado de la extirpación de los ganglios linfáticos, y que puede provocar retención de líquidos en la extremidad intervenida.

Creado: 30 de julio de 2010

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