El entrenamiento intenso, mejor para reducir los ataques de migraña

Los dolores causados por los episodios de migraña podrían reducirse practicando ejercicio físico de alta intensidad dos veces a la semana, ya que mejora la circulación sanguínea y oxigena mejor los tejidos.
Entrenamiento intenso de un grupo de personas
Hacer ejercicio de alta intensidad oxigena el cerebro, lo que reduce los episodios de migrañas.

Las migrañas afectan a un 30% de los adultos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y constituyen la sexta causa de años perdidos por discapacidad, a lo que se añaden las dificultades que entraña un correcto diagnóstico de los afectados. Por todo ello, investigadores de la Universidad de Basilea (Suiza) han realizado un estudio con el objetivo de conocer la eficacia del ejercicio moderado y el de alta intensidad en la reducción de los ataques de migraña.

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Los resultados se han dado a conocer en el 18º Congreso de la International Headache Society (IHC) 2017 y exponen que, aunque se han observado resultados positivos frente a las migrañas en ambos tipos de ejercicios, la práctica de entrenamiento de alta intensidad o High Intensity Interval Training (HIIT) ha demostrado que es más eficiente para reducir la frecuencia de episodios de este tipo de cefalea.

El ejercicio físico intenso dilata las arterias

Con este tipo de ejercicio intenso se consigue una mayor dilatación de las arterias y constricción de las vénulas en comparación con el moderado, lo que se traduce en una frecuencia menor de ataques de migraña. Después de una sesión de HIIT el cuerpo debe adaptarse para recibir más cantidad de oxígeno, y de esta forma puede recuperarse del esfuerzo de manera más rápida.

Para recuperarse de un entrenamiento de alta intensidad, el organismo aumenta el oxígeno en sangre y dilata las arterias, lo que reduce los episodios de migraña

El estudio se realizó con un grupo de 20 mujeres y cuatro hombres, con una media de edad de 36 años, que fueron divididos en tres grupos de ocho personas. Uno de ellos hizo ejercicios interválicos de alta intensidad dos veces a la semana durante 12 semanas. Otro de los grupos realizó entrenamientos moderados continuos durante el mismo tiempo, diseñados para requerir la misma cantidad de energía que el HIIT, y al último de ellos no se le asignó ninguna rutina.

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Se llevaron a cabo fotografías de la retina y se midió el índice arteriovenoso retiniano, con el análisis del diámetro de los vasos, ya que estas pruebas indican cómo se encuentra la salud de la microvasculatura cerebral. Los pacientes también recibieron un diario en el que debían apuntar sus ataques de migrañas durante el periodo de la investigación.

Según Alice Minghetti, una de las investigadoras del estudio, el entrenamiento de alta intensidad es seguro para las personas que padecen migraña y tiene unos efectos beneficiosos en la salud cerebrovascular y en la captación de oxígeno del organismo, por lo que el ejercicio aeróbico podría considerarse una herramienta de prevención y tratamiento alternativo de esta enfermedad.

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Actualizado: 10 de octubre de 2017

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