Los estudiantes que llevan uniforme escolar hacen menos ejercicio

Un estudio en el que se han analizado datos de más de un millón de niños y adolescentes de 5 a 17 años revela que llevar uniforme escolar se relaciona con una reducción de los niveles de actividad física en los menores, sobre todo en las niñas.
Grupo de estudiantes vestidos con el uniforme del colegio

16/02/2024

El uso de uniforme para asistir a la escuela puede resultar cómodo para los padres porque así no tienen que elegir cada día la ropa que van a ponerse sus hijos, y ayuda a evitar que se pongan de manifiesto las diferencias de poder adquisitivo cuando los escolares proceden de familias con un nivel económico dispar. Sin embargo, no todo son ventajas, ya que un nuevo estudio ha encontrado que llevar uniforme escolar podría tener un efecto negativo sobre la actividad física de los menores, y especialmente de las niñas.

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La investigación ha sido realizada por de la Universidad de Cambridge, que emplearon datos sobre el ejercicio físico que realizaban más de un millón de jóvenes de entre cinco y 17 años a nivel internacional y comprobaron que en los países donde la mayoría de las escuelas exigen que los estudiantes usen uniformes, menos jóvenes tienden a realizar el promedio de 60 minutos de actividad física diaria que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Con independencia de las normas sobre el uso de uniformes, en la mayoría de los países había menos niñas que niños que alcanzaran los niveles de ejercicio recomendados. Sin embargo, entre los estudiantes de primaria, se observó que la diferencia en la actividad entre niñas y niños era mayor en los países donde la mayoría de las escuelas exigían uniformes. No se encontró el mismo resultado en estudiantes en edad de escuela secundaria.

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Los autores sugieren que esto podría explicarse por el hecho de que los niños más pequeños desarrollan una mayor actividad física durante la jornada escolar que los estudiantes mayores porque durante el recreo participan en juegos que implican correr, trepar, y otro tipo de movimientos. En el caso de las niñas, ya hay evidencias de que se sienten menos cómodas participando en juegos activos si usan ciertos tipos de ropa, como faldas o vestidos.

Los resultados del trabajo se han publicado en Journal of Sport and Health Science, y sus autores reconocen que no constituyen una prueba definitiva de que los uniformes escolares limiten la actividad física de los niños y que “no se puede inferir la causalidad”. “No estamos tratando de sugerir una prohibición total de ellos, sino presentar nueva evidencia para respaldar la toma de decisiones. Las comunidades escolares podrían considerar el diseño y si las características específicas de un uniforme podrían alentar o restringir las oportunidades de actividad física durante el día”, ha señalado la Dra. Mairead Ryan, investigadora de la Unidad de Epidemiología del Consejo de Investigación Médica y de la Facultad de Educación (MRC) de la Universidad de Cambridge y directora del estudio.

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Relación entre uniformes escolares y niveles más bajos de actividad

El estudio confirma observaciones anteriores que han mostrado que la mayoría de los niños y adolescentes no cumplen con la recomendación de actividad física de la OMS, especialmente las niñas. La diferencia en el porcentaje de niños y niñas que cumplían las pautas de actividad física en todos los países fue, en promedio, de 7,6 puntos porcentuales.

Los niños suelen hacer ejercicio físico fuera del colegio. “Actividades como caminar o ir en bicicleta a la escuela, los juegos en el recreo y los juegos al aire libre después de la escuela pueden ayudar a los jóvenes a incorporar la actividad física en sus rutinas diarias”, dijo Ryan. “Por eso nos interesa saber hasta qué punto diversos elementos del entorno de los jóvenes, incluida la ropa que visten, fomentan tales comportamientos”.

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El estudio analizó datos sobre los niveles de actividad física de casi 1,1 millones de jóvenes de cinco a 17 años en 135 países y los combinó con datos recientemente recopilados sobre el uso de uniformes escolares en estos países. En más del 75% de los países encuestados, la mayoría de las escuelas exigían que sus estudiantes usaran uniformes y los investigadores comprobaron que, en estos países, la participación en la actividad física era menor.

“Las niñas pueden sentirse menos seguras al hacer cosas como volteretas en el patio de recreo, o andar en bicicleta en un día ventoso, si usan falda o vestido”

La proporción media de todos los estudiantes que cumplieron las recomendaciones de la OMS en países donde el uso de uniforme era la norma fue del 16%; esto aumentó al 19,5% en los países donde los uniformes eran menos comunes. Hubo una brecha de género constante entre los niveles de actividad física de niños y niñas, y los niños tenían 1,5 veces más probabilidades de cumplir las recomendaciones de la OMS en todas las edades. Sin embargo, la brecha se amplió desde 5,5 puntos porcentuales en la escuela primaria en países sin uniforme a una diferencia de 9,8 puntos porcentuales en países donde se exigía uniforme en la mayoría de las escuelas.

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El hallazgo parece coincidir con la evidencia de otros estudios que sugieren que las niñas son más conscientes de realizar actividad física cuando usan uniformes con los que no se sienten cómodas. “Las niñas pueden sentirse menos seguras al hacer cosas como volteretas en el patio de recreo, o andar en bicicleta en un día ventoso, si usan falda o vestido”, dijo la Dra. Esther van Sluijs, investigadora del MRC y autora principal. “Las normas y expectativas sociales tienden a influir en lo que sienten que pueden hacer con esta ropa. Desafortunadamente, cuando se trata de promover la salud física, eso es un problema”.

En opinión de los autores del estudio estos hallazgos justifican una mayor investigación sobre si existe una relación causal entre los uniformes escolares y los niveles más bajos de actividad. También destacan la importancia de la actividad física regular para todos los jóvenes, independientemente de su género.

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“La actividad física regular ayuda a satisfacer múltiples necesidades físicas, mentales y de bienestar, e influye en los resultados académicos”, ha afirmado la Dra. Ryan. “Ahora necesitamos más información para aprovechar estos hallazgos, considerando factores como cuánto tiempo usan los estudiantes sus uniformes después de la escuela, si esto varía según sus antecedentes y cómo las normas más amplias de vestimenta de género pueden afectar a su actividad”, concluye la investigadora.

Damián Iglesias Gallego, catedrático de Educación Física en la facultad de Formación del Profesorado de la Universidad de Extremadura, que no ha participado en el presente estudio, ha declarado a SMC España que “sumar minutos diarios de actividad física es sinónimo de salud y bienestar”, y la nueva investigación sugiere que “llevar uniforme escolar podría estar afectando a los niveles de actividad física, tanto durante la jornada escolar (tiempos de descanso, comida) como fuera de ella (desplazamiento al centro educativo, tiempo de juego extralectivo)”. 

Por ello, el experto considera que “aunque con cautela, dado que los resultados no indican causa-efecto, estos datos invitan al debate sobre la pertinencia de llevar (o no) uniforme escolar, al analizar este tipo de vestimenta bajo una óptica de movimiento y salud”.

Actualizado: 16 de febrero de 2024

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