Dr. Eduard Gratacós

Ginecólogo y obstetra, director del centro de Medicina Maternofetal BCNatal, y coautor de '9 meses desde dentro'
El Dr. Gratacós, ginecólogo y obstetra, nos habla de su nuevo libro, en el que explica cómo evoluciona el feto semana a semana, desde la fecundación hasta el parto, y los cambios que experimentan madre y bebé durante el embarazo.
Dr. Eduard Gratacós
“Lo que pasa antes de nacer nos afecta profundamente, tanto a nivel físico como emocional, porque la nutrición, la exposición a un tóxico o el estrés materno influyen mucho en cómo se programan los genes que regulan el funcionamiento del cerebro, el corazón…"

27/07/2017

El ginecólogo y obstetra Eduard Gratacós (1965), pionero en cirugía fetal en España, dirige desde hace doce años el centro de referencia internacional en Medicina Maternofetal BCNatal, donde se realizan entre 120 y 150 intervenciones prenatales al año. Ahora, además, acaba de publicar junto a la periodista Carme Escales '9 meses desde dentro' (Editorial Paidós, 2017), un libro en el que aborda cómo evoluciona el feto semana a semana desde el mismo momento de la fecundación hasta el parto, desvelando todos los cambios que se producen tanto en el bebé como en la madre. ¿Su intención? “Aportar un libro que sea muy divulgativo”, de manera que quede saciada la curiosidad de las futuras mamás, pero que también sirva a las familias para obtener información útil basada en las últimas evidencias científicas. Porque, como nos explica el Dr. Gratacós, lo que ocurre durante el embarazo nos afecta a nivel físico, pero también emocional, durante toda nuestra vida.

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Portada '9 meses desde dentro'

Acabas de publicar, junto a la periodista Carmen Escales, '9 meses desde dentro', en el que a través de explicaciones sencillas y algunas recomendaciones tratáis el embarazo desde la concepción hasta el momento del parto. ¿Qué os ha impulsado a escribirlo?

Hace años promoví la creación de una web sobre embarazo (inatal.org), que en este momento es la más consultada en el mundo de habla hispana, y siempre me ha interesado la divulgación a la sociedad, y he creído que los profesionales se tienen que implicar para evitar que circulen informaciones incorrectas. Una de las secciones de más éxito de la web era “el embarazo semana a semana”, una idea que tuvimos para explicar a la embarazada qué pasa en cada semana del embarazo, con ella y con su bebé. El año pasado surgió la iniciativa de utilizar este mismo esquema para escribir un libro sobre el embarazo que sea muy útil, pero a la vez interesante. Una de las ideas originales durante las discusiones iniciales sobre cómo hacer el libro fue que el feto podría explicar su propio desarrollo hablando en primera persona. Es obviamente una figura literaria, pero después de algunas pruebas nos pareció que quedaría muy bien, y lo cierto es que los resultados finales son muy interesantes.

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¿Cuál es el objetivo del libro, entonces?

Sobre todo aportar un libro que sea muy divulgativo y a la vez muy informativo sobre lo que sucede en cada momento del embarazo, a la madre por supuesto, pero con una visión mucho más profunda sobre lo que le sucede al feto, porque desde mi experiencia a lo largo de estos años he comprobado que el desarrollo del feto a lo largo de toda la gestación hasta el momento del parto, genera muchísima curiosidad en las embarazadas, y es un proceso del que disponen de menos información detallada.

La madre debe vivir en el mejor ambiente emocional, físico y nutritivo posible, porque se está construyendo un ser muy complejo en su interior

Mencionas que uno de los procesos que más duran en nuestra vida es el latido cardíaco porque lo que estaremos haciendo más tiempo es latir –incluso antes de tener brazos y piernas– pero, ¿cuándo empezamos a racionalizar?

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Bueno, depende de cómo lo definamos. Si racionalizar es empezar a tener ya unas reacciones que se siguen de un aprendizaje y de cierta lógica de la búsqueda de placer y evitar lo desagradable, desde luego el feto a partir del tercer trimestre puede empezar a presentar ya bastantes de esas reacciones. Algunas parece ser que son innatas, es decir, vienen grabadas “de serie”, no han necesitado aprendizaje previo (por ejemplo, el gusto por lo dulce, el feto traga más líquido amniótico si hay más azúcar en él), y otras necesitarán de un aprendizaje y, para ello, de percepciones que necesitan que el feto nazca y viva ya en el ambiente en el que vivirá toda su vida.

El cerebro humano es un órgano tan complejo que necesita dos años más tras el nacimiento para empezar a funcionar como lo hará más adelante en la vida

Entendido como la capacidad de pensar con una lógica más avanzada, no se hace hasta que se tienen unos años de vida. El cerebro humano es un órgano tan complejo que necesita dos años más tras el nacimiento para empezar a funcionar como lo hará más adelante en la vida. Pero no puede crecer más en el útero, si no, no podríamos salir por el canal del parto. Por supuesto, hay muchas funciones primarias y reflejos innatos, que se preparan en el útero, pero el pensamiento abstracto necesita mucho tiempo para empezar a aparecer.

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Lo que ocurre antes de nacer nos afecta de adultos

Lo que pasa antes de nacer, en el útero de nuestra madre, ¿nos influye tanto luego en la edad adulta?

Nos influye profundamente porque sobre nuestros genes actúa mucho el ambiente. Los genes no funcionan igual si el ambiente es diferente. La nutrición, la exposición a un tóxico, e incluso el estrés materno, pueden influir mucho en la forma en que se programan los genes que regulan el funcionamiento del cerebro, el corazón, o el metabolismo.

A nivel físico, ¿pero también emocional?

Sí, influye a nivel físico, pero también a nivel emocional, porque el desarrollo “físico” del cerebro incluye también la parte emocional. Los problemas de desarrollo neurológico también afectan a aspectos como la capacidad de regulación de los estados de ánimo o la sociabilidad, factores que resultan claves para el desarrollo como persona a lo largo de la vida.

Lo que pasa antes de nacer nos influye profundamente porque sobre nuestros genes actúa mucho el ambiente

En el libro explicas que, por ejemplo, los gustos son adquiridos antes de nacer, por lo que es lógico pensar que una madre que lleve un estilo saludable de alimentación, ¿tendrá hijos que sean más propensos a comer más sano?

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En los seres humanos se ha demostrado que hay más gusto por comer verduras si la madre hace dietas ricas en verduras durante el embarazo. En los animales se pueden hacer estudios mucho más controlados, y si la madre ingiere comidas con alto contenido en lo que llamamos “comida basura”, los descendientes tienen mucha más preferencia por esa comida. Pero esa tendencia se puede revertir si desde muy pronto en la vida se les cambia la dieta. El embarazo influye mucho, pero saber que es así nos da la oportunidad de corregir aspectos, siempre que se haga de forma muy precoz en la vida.

Lo que sienten la madre y el hijo

A lo largo de las casi 400 páginas se aborda también lo que puede ir sintiendo la madre, y qué es lo que va pasando semana a semana en su cuerpo. Esta es quizás la parte de la que menos se hablaba hasta ahora...

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Bueno, seguramente hay información disponible aunque, en general, sea o poco profunda, o diseminada, pero en el libro tratamos de una forma conjunta y exhaustiva todo lo que la madre va sintiendo a lo largo del embarazo, y el porqué de esas sensaciones. El embarazo es un cambio espectacular en el funcionamiento del cuerpo de la madre. El libro se basa en la experiencia de muchos años e intenta informar a la mujer de todos los cambios que va a ir experimentando, de que muchas de las cosas que le preocupan son normales, y también de cómo notará cambios psicológicos que son naturales.

“Hay más gusto por comer verduras si la madre hace dietas ricas en verduras durante el embarazo”

En cuanto al momento del parto, parece que no hay forma de saber si el bebé sufre o no durante el parto... Pero que el bebé no tenga percepción consciente no quita que no “sienta” realmente, ¿no?

Como decía antes, sentir entendido como que un estímulo llega al cerebro y provoca una reacción, por ejemplo al dolor, a gustos, a un sonido…, a partir del tercer trimestre poco a poco los circuitos son más complejos. Se pueden generar memorias inconscientes, es decir, que no recordaremos conscientemente, pero explicarán la atracción o aversión a ciertos sonidos, estímulos, gustos, olores, etcétera. Si el parto produce dolor al bebé, es difícil saberlo. Sin duda produce una reacción de estrés, pero esa reacción de estrés (aumentan el cortisol y la adrenalina) la necesitamos para sobrevivir. El cambio de vivir en una piscina de agua caliente a salir fuera, estar expuesto a la gravedad, pasar hambre y frío..., no es un cambio fácil, y sin esas reacciones no sobreviviríamos. Si esa reacción produce un “trauma” como se puede leer en ocasiones, sinceramente me parece muy aventurado decir eso con el conocimiento que tenemos actualmente. Quizás en el futuro se podrá saber más. Como decimos en el libro, hay muchas cosas que no sabemos y, por tanto, hay que ser siempre humildes y prudentes, pero otra cosa es que lo que no sabemos lo llenemos con nuestra imaginación.

Lo mismo para las intervenciones. En el caso de que haya que realizar algún tipo de prueba o cirugía, ¿hay evidencias de qué es lo que siente el feto?

Sabemos que su cuerpo produce hormonas de estrés. Son mecanismos muy primitivos que no necesitan un cerebro. Incluso una persona descerebrada mantenida con vida artificialmente produce las mismas reacciones. Por ese motivo, es difícil saber si esas hormonas de estrés producen una reacción en el cerebro que sea parecida a lo que conocemos nosotros como dolor. Desde luego, en los primeros meses del embarazo y hasta las 28 semanas (unos 6-7 meses), con lo que sabemos hoy, parece muy difícil, porque simplemente la corteza cerebral no está conectada con las fibras que transportan el dolor. En cualquier caso, y por prudencia, siempre se ha considerado que en cualquier intervención fetal se administra anestesia al feto directamente.

Diagnosticar y tratar los problemas de salud del feto

Hemos leído en alguna entrevista que desde niño ya sabías que querías ser cirujano pero, ¿cuándo descubriste que querías dedicarte a la cirugía fetal?

A los pocos años de ser especialista en obstetricia y ginecología descubrí la medicina fetal, me impresionó la posibilidad de diagnosticar y tratar la salud de un feto como a cualquier otro paciente. Además, en ese momento estaba naciendo la cirugía fetal en unos pocos hospitales en el mundo. Me pareció que era un área de futuro apasionante y me empecé a dedicar a ella, primero en Barcelona con una pequeña línea de investigación, y después ya en otros países, hasta volver a Barcelona más tarde.

Si el parto produce dolor al bebé, es difícil saberlo. Sin duda produce una reacción de estrés, pero esa reacción de estrés (aumentan el cortisol y la adrenalina) la necesitamos para sobrevivir

Desde hace doce años diriges el centro de referencia internacional BCNatal en Medicina Maternofetal en cirujía fetal. ¿Cuántas operaciones anuales se llevan a cabo en el centro?

Aproximadamente entre 120 y 150 cirugías al año; depende un poco de los tipos de patologías que surjan, y de cómo las consideremos.

¿Cuáles son las intervenciones intrauterinas más frecuentes en la actualidad y cuál es la tasa de éxito de este tipo de cirugía?

Las más frecuentes son en gemelos que comparten su placenta, los gemelos monocoriales. Pueden producirse situaciones de transfusión de sangre de un feto al otro, que amenazan muy gravemente su vida. La cirugía fetal consigue salvar a uno o a los dos fetos en más del 90% de estos embarazos.

Los padres, pese a que la patología sea “leve” deben experimentar un enorme shock. ¿Cuál es su reacción y cuál es el papel de profesionales como tú para que acepten la información que acaban de recibir?

Es un cataclismo emocional recibir la noticia de que tu embarazo tiene un problema grave. Se trata de una noticia muy difícil de dar, y sabemos que en medicina la forma de proporcionar la información es parte del tratamiento porque en la enfermedad, la agresión psicológica es tan importante como la física. Es fundamental disponer de equipos de personas preparadas, con formación técnica sobre cómo tratar con los progenitores. Es evidente que el componente emocional y la vocación son una parte imprescindible de esta profesión, pero es necesario disponer de formación técnica para saber qué decir y cómo manejar estas situaciones tan duras.

Recibir la noticia de que tu embarazo tiene un problema grave es un cataclismo emocional, y sabemos que la forma de dar la información es parte del tratamiento porque, en la enfermedad, la agresión psicológica es tan importante como la física

¿Qué recomendaciones le darías a una mujer que acaba de conocer la noticia de su embarazo para que pueda disfrutar de una gestación saludable y, por ende, beneficiar a su hijo?

Que la gran mayoría de los embarazos van perfectamente con unos cuidados mínimos. Es un momento en el que hay que mantener la vida normal durante el máximo número de meses posible, pero también ser conscientes de que es un momento especial de la vida. La madre debe vivir en el mejor ambiente emocional, físico y nutritivo posible, porque se está construyendo un ser muy complejo en su interior, millones de nuevas cosas pasan cada minuto, y este ser necesita que todo funcione perfectamente. En realidad, no es más que hacer lo que deberíamos hacer siempre: vida sana, un poco de ejercicio, reducir a cero tabaco y alcohol, y vivir la vida rodeada de gente que te aporte beneficios emocionales y serenidad. No siempre es fácil conseguir todo eso, pero hay que intentarlo. 

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