Inma Marcos

Comadrona desde abril del año 1996 y IBCLC Consultora de lactancia certificada desde octubre del 2008
Inma Marcos, comadrona que lleva más de 15 años asistiendo partos en casa, nos explica sus beneficios, los posibles riesgos y el protocolo de actuación en ese caso, y qué dice la evidencia científica al respecto.
Inma Marcos
“La evidencia científica actual corrobora que los partos en casa son igual de seguros que los partos atendidos en un hospital”

11/08/2016

Inma Marcos, comadrona desde abril de 1996, y IBCLC Consultora de lactancia certificada desde octubre de 2008, lleva más de 15 años asistiendo partos en casa desde la Associació de Llevadores del part a casa de Catalunya (ALPACC), una asociación a la que pertenecen el 98% de las comadronas que asisten partos domiciliarios en Cataluña, y que trabaja para normalizar su profesión a través de charlas, talleres y conferencias. Marcos, que ha asistido más de 500 nacimientos en casa, forma parte desde 2012 de Nèixer a Casa, un proyecto de asistencia a madres que desean decidir cómo quieren que sea su parto, velando en todo momento por su seguridad y la de sus hijos. Hablamos con la comadrona sobre los beneficios del parto en casa, cuáles son los posibles riesgos de parir en el hogar, así como del papel de su figura profesional en el proceso, sin olvidarnos tampoco de qué dice la evidencia científica y las autoridades sanitarias sobre el parto domiciliario.

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Hay muchos profesionales acompañando a una mujer en su embarazo y, después, en su parto, pero las más olvidadas son muchas veces las matronas, pese a su importancia. Cuéntanos, ¿qué hace una matrona y por qué son importantes para una mujer en este tipo de procesos fisiológicos?

Las matronas somos las especialistas en normalidad reproductiva, y no sólo tenemos cuidado de las mujeres durante el embarazo, parto y posparto, también nos ocupamos de las mujeres desde que tienen la primera menstruación hasta que llegan a la menopausia. Apoyamos a las mujeres en el control de la fertilidad, tanto cuando necesitan anticoncepción, como cuando buscan tener un hijo; educamos a la población en sexualidad sana y responsable, en preparación al parto y la maternidad, y somos el profesional de referencia en lactancia materna.

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Es común pensar que un ginecólogo es quien mejor atiende un parto, sin embargo, la OMS dice que el profesional más adecuado en caso de parto normal es la matrona. ¿Son desconocidas las competencias de las matronas para la sociedad?

Sí, por supuesto. Mucha gente piensa que mejor un médico que “sabe más” porque ha estudiado más años. Además, en la privada las mutuas no ofrecen el seguimiento de la gestación y la atención al parto por comadrona. Y no lo hacen porque no hay demanda. Y no hay demanda porque la sociedad aún tiene muy interiorizado el concepto erróneo de que el nacimiento es un proceso muy doloroso y peligroso, que necesita atención médica exhaustiva para llegar a un buen final. Hace ya 30 años que la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la 'Declaración de Fortaleza', recomendó que los partos normales no sean atendidos por médicos obstetras para evitar que se disparen los índices de intervenciones como cesáreas, fórceps, ventosas y episiotomías, y que el profesional más adecuado para atenderlos somos las comadronas. Las comadronas también somos el profesional más adecuado para atender un parto de alto riesgo o complicado, conjuntamente con la colaboración de un médico obstetra.

La Organización Mundial de la salud recomienda desde hace 30 años que los partos normales no sean atendidos por médicos obstetras para evitar el aumento de intervenciones como cesáreas, fórceps, ventosas y episiotomías

¿Y qué hace una matrona que no haga un obstetra o un ginecólogo?

Las matronas hacemos lo más importante que tiene que hacer un profesional que atiende un parto: acompañar, estar al lado de la mujer, ofrecer apoyo emocional y físico, dar seguridad y confianza, y vigilar que no aparezcan signos de peligro ni para la madre ni para el hijo. Se trata también de ser la guardiana para que todo suceda lo más parecido a lo que desea la mujer. Que nada la incomode; es decir, sentarse cerca, observar y esperar. La obstetricia viene de la palabra latina Obstare que significa “Estar en la espera”. Los médicos no están formados para sentarse a esperar. Como he dicho antes, están especializados en patología, no en normalidad.

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Tenemos más información que nunca sobre embarazo, parto y postparto pero siguen circulando muchos mitos en torno a estos procesos fisiológicos de la mujer, incluso entre los propios sanitarios. ¿Comienza a cambiar, o queda mucho por recorrer?

En los últimos años han surgido en nuestro país numerosas estrategias y protocolos de actuación que apoyan con entusiasmo la atención al parto desde una visión fisiológica y respetuosa con el proceso. Se ha avanzado muchísimo, y en muchos hospitales se está trabajando muy bien, pero aún queda mucho por hacer, y en muchos centros todavía se atiende por defecto el parto del modo medicalizado dirigido.

Se ha avanzado bastante en cuanto a la atención al parto desde una visión fisiológica y respetuosa, pero en muchos centros todavía se atiende por defecto el parto del modo medicalizado dirigido

En ese sentido, ¿crees que una mujer con información de calidad tiene una mejor experiencia de parto?

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Por supuesto. Tener la información adecuada te da la capacidad de tomar decisiónes sobre tu propio cuerpo y, por lo tanto, te empodera.

¿Se tiene miedo al parto?

En general, existe un concepto erróneo de lo que es un parto en la mente de toda nuestra sociedad actual. Se considera el parto como un acto quirúrgico, lleno de peligros y super doloroso. Debido a este miedo al parto muchas mujeres han cedido su poder de parir a los profesionales, y de ese modo tienen partos desempoderadores, de los cuales salen con la sensación de no haber participado. Les han extraío a su bebé y, eso, es una lástima.

Desde el año 2001 has atendido cientos de partos en casa. ¿Por qué es seguro parir con una matrona en casa cuando el embarazo es normal y de bajo riesgo?

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Toda la evidencia científica actual corrobora que los partos en casa, cuando son de bajo riesgo y son atendidos por comadronas cualificadas que llevan equipo adecuado para ello, son igual de seguros que los partos atendidos en un hospital. Además, las tasas de intervenciones se reducen al mínimo y las familias tienen niveles de satisfacción más altos. Durante el parto en casa estás atendida por una o dos comadronas para ti sola, que tienen puesta en ti y en el proceso toda su atención, con lo que la capacidad para advertir o diagnosticar un problema está aumentada. En ese caso se procede al traslado al hospital. Los partos en casa son seguros porque existen hospitales donde trasladar a la parturienta si se presenta algún problema.

Parto en casa: naturalidad frente a medicalización

¿Hemos medicalizado e instrumentalizado demasiado el parto?

El parto es un suceso libre e impredecible que desde la medicina se ha intentado dirigir para que todo suceda de forma controlada, pero cuanto más se manipula un parto más números tenemos de que se tuerza y se produzcan problemas y, por tanto, se tengan que realizar más acciones para solucionar esos problemas. Finalmente, los malos resultados ocasionados por tanta intervención hacen sentir más miedo a los profesionales, y les predisponen a sobreactuar todavía más en la siguiente ocasión. De ese modo se establece una rueda perversa, que hace que a día de hoy en la mayoría de los partos se utilice toda la tecnología posible, lo que conlleva que los partos de bajo riesgo acaben convertidos en procesos de alto riesgo.

El parto es un suceso libre e impredecible que desde la medicina se ha intentado dirigir para que todo suceda de forma controlada, algo que aumenta las posibilidades de que el proceso se tuerza y se produzcan problemas innecesarios

¿Qué beneficios tiene el parto en casa con respecto a un parto en un hospital?

¡Muchos! En un parto en casa tú eres la reina en tu casa y la comadrona es tu invitada; tú decides quién está presente (tus otros hijos pueden estar) y, sobre todo, disminuyen las intervenciones: menor posibilidad de cesárea (se reduce del 28% o más, según hospitales, al 3,8% en casa), y menor posibilidad de episiotomía (disminuye del 30-70%, según hospitales, al 0% en casa). Se mantiene una filosofía de respeto absoluto, incluso para con la bolsa de las aguas (alrededor de un 7% de los bebés nacen dentro de su bolsa), y tampoco hay prisas para la salida de la placenta: si no hay sangrado se espera a que ésta dé signos de desprendimiento. Además, el cordón se pinza cuando está completamente colapsado, de forma que no se ejerce ninguna acción sobre él. A menudo se procede al clampaje cuando la placenta está ya fuera. De este modo, y siempre de acuerdo con la evidencia científica, el bebé recibe toda la sangre y reservas de hierro que le son propias, y se previene la anemia en el primer año de vida. Otra ventaja importantísima es que tu bebé está contigo piel con piel desde el primer momento y no es separado, ni siquiera si hubiera que reanimarlo, y además empieza a mamar por sí mismo cuando está preparado, en la primera hora después del parto. Pero para muchas mujeres que han parido en casa lo mejor de todo es pasar la primera noche juntos en la cama los tres: padre, madre, y recién nacido.

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¿Qué riesgos o complicaciones pueden surgir en un parto en casa?

De entrada los partos en casa son seguros porque la madre tiene niveles más bajos de adrenalina, existen menos perturbaciones ambientales, y la intimidad es máxima. Por tanto, se encuentra en el ambiente ideal: calor tropical, penumbra, silencio… Y quien atiende el parto se limita a observar, acompañar, y vigilar que no aparezcan signos de peligro para la madre o para el bebé: lo hace todo la madre. Asimismo, tienes asegurados los tres requisitos necesarios para parir bien: verticalidad, libertad de movimientos, y tiempo. No existe la presión asistencial. Los tiempos se relativizan, y no hay prisa si todo está bien. Pero hay que advertir de que el riesgo no es 0, igual que tampoco lo es en el hospital. Las comadronas llevan equipo adecuado para solventar la mayoría de emergencias obstétricas y pueden resolver con eficacia en casa una hemorragia posparto, o reanimar a un bebé. No pueden hacer una cesárea de urgencia, y en el raro caso de que, por ejemplo, sucediera un prolapso de cordón, sería un problema no estar muy cerca de un quirófano. Por suerte, es un suceso excepcional que, según mi experiencia vivida en hospitales, en la mayoría de los casos sucede por yatrogenia (cuando alguien rompe la bolsa de las aguas expresamente cuando la cabeza del bebé aún está muy alta).

Una mujer que pare en casa tiene asegurados los tres requisitos necesarios para parir bien: verticalidad, libertad de movimientos, y tiempo

¿Cuál es el protocolo de actuación en caso de que surja algún problema que haga pensar que está en riesgo la salud del bebé o de la madre?

Pues ir al hospital, aunque muchas cosas se pueden resolver rápidamente en casa, como la distocia de hombros, la hemorragia posparto y la reanimación del bebé. La mayoría de traslados suceden a demanda de la madre, por agotamiento o por necesidad de analgesia. En las últimas visitas de la gestación se habla de un posible traslado, y se decide a qué hospital acudiríamos, disponemos del teléfono directo de sala de partos de dicho hospital, decidimos también con qué coche iríamos, dónde estará estacionado el vehículo y quién conducirá, y dónde estará preparada la bolsa con la documentación sanitaria de la madre, y ropa para ella y el bebé. De ese modo queda todo aclarado y, en caso de que surgiera una emergencia que precisara traslado urgente, todos sabríamos qué hacer. Se llamaría por teléfono a sala de partos del hospital y, en caso de emergencia vital, ellos prepararían todo para actuar inmediatamente a la llegada.

La seguridad aumenta cuando existe una buena comunicación y respeto entre la comadrona de parto en casa y el equipo que atiende en el hospital, y cuando se cuenta con un buen y eficaz plan de traslado si surge alguna complicación

Los partos en casa son seguros porque tenemos hospitales cerca a los que acudir si surge alguna complicación. La seguridad aumenta cuando existe una buena comunicación y respeto entre la comadrona de parto en casa y el equipo que atiende en el hospital, y cuando se cuenta con un buen y eficaz plan de traslado. Un objetivo a cumplir en los próximos años sería conseguir ese buen entendimiento y empatía entre los servicios de urgencias hospitalarias obstétricas y las comadronas de parto en casa y las familias atendidas por ellas. De momento en muchos casos brilla por su ausencia. Además, los partos en casa son seguros porque la madre tiene una comadrona o dos para ella sola, por lo que el tiempo transcurrido entre que sucede una complicación, se diagnostica, y se actúa o deriva al hospital, puede ser menor que en el medio hospitalario, donde la atención está protocolizada y jerarquizada, y la toma de decisiones no es inmediata.

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