Desprendimiento de la placenta
Desprendimiento de placenta: qué es, causas y cómo afecta al parto

Actualizado: 19 de marzo de 2023
La placenta se encuentra unida a la pared del útero por numerosos vasos sanguíneos. El desprendimiento de placenta, también conocido por su nombre en latín abruptio placentae, consiste en la separación de la placenta de la pared uterina, parcial o totalmente, antes o durante el parto. Este fenómeno se produce, aproximadamente, en uno de cada 120 embarazos, y provoca una hemorragia debida a la rotura de los vasos sanguíneos que conectan placenta y útero.
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Hay que distinguir tres grados en el desprendimiento de placenta, atendiendo a su gravedad:
- Grado 1: el sangrado es escaso, con pocas contracciones uterinas. No hay signos de sufrimiento fetal, ni baja presión sanguínea de la madre.
- Grado 2: la hemorragia es moderada, con más contracciones uterinas, y la frecuencia cardiaca del feto puede indicar que existe sufrimiento.
- Grado 3: el desprendimiento total (o casi total) de la placenta es infrecuente, pero grave. En este caso, el sangrado es intenso, o permanece oculto. Las contracciones uterinas son continuas, con dolor abdominal y baja presión sanguínea de la madre, que puede sufrir un shock. Es necesario practicar una cesárea de urgencia para salvar al bebé, pero si el feto no está suficientemente desarrollado, morirá, ya que no se puede detener el desprendimiento de la placenta.
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Causas del desprendimiento de placenta
Salvo en aquellos casos en los que se haya producido un traumatismo directo del útero, como un accidente de coche o cualquier otro tipo de impacto, no se conocen las causas del desprendimiento de la placenta, aunque se asocia con ciertos factores como:
- Hipertensión.
- Tabaquismo.
- Embarazo previo con desprendimiento de placenta.
- Embarazo múltiple.
- Anomalías o infecciones del útero.
- Edad avanzada.
- Diabetes.
Síntomas del desprendimiento de placenta y complicaciones
Como en otras complicaciones relacionadas con la placenta, el sangrado vaginal es el síntoma más común, en este caso acompañado de dolor abdominal y contracciones uterinas. Los síntomas del desprendimiento de placenta pueden asemejarse a los de otros trastornos similares e incluyen:
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- Sangrado vaginal.
- Dolor abdominal.
- Contracciones uterinas.
- Malestar.
- Náuseas.
- Disminución de los movimientos del feto.
- Sangre en el líquido amniótico.
- Hemorragia posparto.
Tratamiento del desprendimiento de la placenta
Generalmente, cuando el desprendimiento de la placenta es leve no suele entrañar peligro, ni para la madre ni para el feto. Sin embargo, ya que no es posible interrumpir el desprendimiento de la placenta una vez que se inicia, ni reimplantarla nuevamente, si el embarazo está casi a término, probablemente el médico aconseje adelantar el parto para evitar complicaciones.
El desprendimiento de placenta aumenta el riesgo de parto prematuro por lo que, cuando se diagnostica, se pueden administrar a la madre fármacos destinados a acelerar la maduración de los pulmones del feto, para minimizar los problemas derivados de un nacimiento pretérmino.
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Si el desprendimiento continúa, la mujer tiene hemorragias importantes o el feto presenta dificultades, normalmente se practica una cesárea.
Creado: 19 de octubre de 2010